Un grupo de personas migrantes en peligro fue interceptado violentamente en aguas internacionales por hombres armados este jueves, según denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF). Mientras el buque de rescate Geo Barents intentaba auxiliar a las personas a bordo de una balsa de goma desinflándose, hombres en una lancha rápida, que afirmaron ser parte de la Guardia Costera Libia, separaron a 29 mujeres y niños a punta de pistola y los llevaron a Libia.

La agresión incluyó disparos al aire que obligaron a más de 70 personas a lanzarse al agua. El equipo de MSF rescató a estos migrantes, pero la lancha rápida abandonó el lugar con las mujeres y los menores a bordo, dejando a los hombres y niños restantes en una situación de desesperación. Los supervivientes relataron golpes y amenazas por parte de los agresores, quienes se llevaron las pertenencias de las víctimas.

La Guardia Costera Libia se había comunicado previamente con el Geo Barents, solicitando asistencia para rescatar a los migrantes y asegurando que permitirían el traslado de mujeres y niños. Sin embargo, los hombres armados desobedecieron esas instrucciones y llevaron a cabo la separación forzada. MSF intentó negociar con el Centro de Coordinación Libio en tierra, sin éxito.

Actualmente, las 83 personas rescatadas se encuentran a salvo en el buque de MSF, pero muchas están en estado de angustia tras la separación de sus familiares. La organización ha denunciado que los deportados a Libia volverán a enfrentarse a condiciones de violencia, abusos y detenciones arbitrarias en ese país, que no es considerado un lugar seguro por organismos internacionales.

La ONU y organizaciones de derechos humanos han señalado repetidamente las violaciones graves contra migrantes en Libia, que incluyen torturas, abusos y tratos inhumanos. MSF subrayó que Libia no es un lugar seguro y que deportar a personas a ese país viola las normas internacionales.

El ataque también pone en el foco el polémico acuerdo entre la Unión Europea y Libia para frenar la inmigración irregular, en el que se financia a la guardia costera libia pese a las constantes denuncias de abusos. La ONG pidió a las autoridades europeas que intervengan para reunir a las familias separadas.

MSF ha calificado la situación de "inaceptable" y ha destacado que este tipo de intervenciones en aguas internacionales pone en peligro vidas humanas y viola los derechos fundamentales. La organización pide a las autoridades internacionales tomar medidas para garantizar la seguridad de las personas migrantes y reunificar a las familias separadas.

Tras el rescate, el Geo Barents se dirigió al puerto italiano de Brindisi, asignado por las autoridades italianas como lugar seguro para el desembarco de los sobrevivientes.