Este artículo se publicó hace 2 años.
Denuncian devoluciones en caliente en las islas españolas de Chafarinas
Interior niega "cambios" en el procedimiento ante desembarcos de pateras en el archipiélago y sostiene que "no existe constancia de la llegada de migrantes a los islotes".
Las islas españolas de Chafarinas, frente a las costas de Marruecos en el Mediterráneo, se han convertido en una nueva barrera para la llegada de migrantes a Europa en los últimos tiempos.
Varias ONG han denunciado que las personas que intentan entrar a España desde el norte de África por esta ruta son devueltas directamente a Marruecos. Aunque Interior niega cambios en los procedimientos.
A principios de 2022, el Defensor del Pueblo avisó al Gobierno contra las devoluciones en caliente sin respetar la legislación nacional e internacional de extranjería, que impide enviar a otro país a personas con posibilidades de solicitar protección internacional.
Fuentes de Interior aseguraron a EFE que "no ha habido ni habrá devoluciones en caliente" (inmediatas) desde Chafarinas; niegan "cambios" en el procedimiento ante desembarcos de inmigrantes en el archipiélago, y sostienen que "no existe constancia de la llegada de migrantes a los islotes".
Denuncias de devoluciones a Marruecos
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) aseguraron la existencia de varios desembarcos y denunciaron que desde 2020 los migrantes que llegaban a la isla, en lugar de ser llevados a Melilla eran entregados a las patrulleras marroquíes para su devolución.
Hasta 2019, la Guardia Civil trasladaba a los migrantes que desembarcaban en Chafarinas a Melilla, donde se los identificaba y les prestaban asistencia. Los que solicitaban protección oficial se quedaban en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de la ciudad española en el norte de África.
El representante de la sección Frontera Sur del SJM, Josep Buades, explicó que empezaron a ser más regulares en 2020 los desembarcos accidentales, con mujeres a bordo—a las que se evita devolver por ser víctimas potenciales de trata—y migrantes de países en conflicto.
Ante el riesgo de que Chafarinas, a pesar de tratarse de una forma de entrada muy complicada, se convirtiese en una ruta más habitual, los jesuitas sostienen que las autoridades españolas "negociaron muy rápidamente" con Marruecos "un procedimiento mucho más expeditivo" para que el país magrebí realice las labores de salvamento y vigilancia marítima.
De ese modo, si alguna embarcación de migrantes se dirige a los islotes españoles, la Marina marroquí la intercepta y, si ya ha desembarcado, la Guardia Civil española "espera a las autoridades marroquíes y se los entrega directamente", detalló Buades.
Casi 30 intentos de llegar a Chafarinas en dos años
La AMDH ha registrado dos desembarcos en Chafarinas con 18 migrantes durante los primeros días del año. En 2021 se contabilizaron 138 personas en 16 tentativas.
"Cuando nos llaman desde Chafarinas interponemos un recurso contencioso-administrativo solicitando la suspensión cautelarísima de la devolución. Argumentamos que, tal y como la están practicando, no sigue el procedimiento que establecen la ley y el reglamento (españoles) de extranjería: es una actuación ilegal de la Administración", relató el jesuita Buades.
Según entiende, no pueden aplicarse los mismos criterios que en Ceuta y Melilla porque "las Chafarinas, igual que las otras plazas menores de soberanía española (peñones e islotes), no forman parte del territorio de las ciudades autónomas (Ceuta y Melilla), sino que dependen directamente del Gobierno".
La ONG sostiene que el objetivo de España es "evitar que se consolide" esta ruta de entrada, como otras alternativas que han surgido, y Marruecos tiene la motivación política de "ejercer soberanía donde no la tiene", ya que en la isla solo hay militares españoles.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.