Este artículo se publicó hace 2 años.
Las consecuencias de la saturación de la sanidad: "Te automedicas por no ir al hospital"
'Público' habla con varios ciudadanos y pacientes atendidos en la sanidad pública madrileña para conocer su sentir en torno a la gestión del actual gobierno del Partido Popular.
Jose Carmona
Madrid--Actualizado a
"Muchas veces aguanto con dolor por no ir a Urgencias", reconoce una madrileña a este periódico, frase que da a entender su sentir sobre la saturación de la sanidad pública. El panorama es tan delicado que incluso el grupo de facultativos que conforman el Comité de Huelga que negocia con la Consejería de Sanidad para la mejora de las condiciones de los sanitarios terminó este jueves por encerrarse a la fuerza en el edificio hasta que alguien del Gobierno negociase con sensibilidad con el estado actual de la sanidad y las exigentes condiciones laborales.
Estas son historias comunes. Personas que recientemente han recurrido a la sanidad pública madrileña y han descubierto un territorio hostil, violento con el paciente y el profesional, precario en calidad y en servicios, limitado en tiempos y en margen de actuación. El lado más crudo de las políticas sanitarias tiene lugar en los pasillos saturados de los hospitales, en largas esperas en Urgencias, en malos diagnósticos y en médicos que abandonan sus puestos, rendidos ante la extenuante carga de trabajo.
Carmen y Julián son buena prueba de ello. Este matrimonio residente en el madrileño barrio de Tetuán vive auténticos calvarios para tener atención sanitaria. No tienen Urgencias extrahospitalarias en su barrio, cuando acuden al Hospital de La Paz, el más cercano, la espera agota su paciencia, y el médico de cabecera nunca tiene citas pronto.
"Muchas veces aguanto con dolor por no ir a Urgencias"
"Es complicado obtener una cita presencial, pero las telefónicas tambien tardan mucho. Entre diez y quince días como mínimo, ahora mismo me la dan o para el 27 de diciembre o el 5 de enero", relata esta mujer de 69 años, que llega a una triste y dura conclusión: "Muchas veces te automedicas por no ir al hospital. No quieres pasar seis horas en una silla".
El estado de las urgencias en la capital lleva meses dando síntomas de estrés que la pandemia no ha hecho más que agudizar. A principios de diciembre, los urgenciólogos de La Paz denunciaron ante un juzgado de guardia la saturación del hospital tras una tarde con 100 pacientes y 50 camas, una jornada extenuante pero que se ha repetido en muchas ocasiones durante 2022.
Tetuán tiene sus Urgencias extrahospitalarias —oficialmente denominadas PAC— en Chamberí, por lo que a muchos vecinos les sale más a cuenta desplazarse hasta el Hospital de La Paz, para al menos garantizar atención completa, aunque las horas de espera son inevitables: "Mi marido fue porque le dolía una pierna y estuvo siete horas, que suele ser la media", asegura Carmen.
Este tipo de situaciones, entre otras muchas como la falta de inversión en Atención Primaria, donde Madrid es de las regiones de España que menos invierte, las que han provocado que los médicos de familia y pediatras de los centros de salud de Madrid lleven un mes en huelga para pedir más contrataciones y la reducción de pacientes que atienden a lo largo de una jornada.
"El especialista me da citas cada seis meses"
Y hay historias anóninas con una carga mucho más negativa y que sufren el mismo desamparo. Es el caso de Miguel y Bárbara, una pareja afincada en el barrio del Pilar y que sufre, especialmente la mujer, de covid persistente. Llevan, en sus propias palabras "más de dos años y medio peleando continuamente con la administracion por el colapso que hay".
Bárbara padece síntomas graves de la covid persistente. Problemas para andar (requiere un andador), para hablar y de concentración. Todos, parece, con base neurológica. "Cuando vamos a Urgencias suelo tener muchos problemas. Una vez en junio me tiré nueve horas en un sofá y no me pusieron ningún tratamiento ni podía solicitar nada porque no estaba en condiciones", recuerda con tristeza por teléfono.
Para Miguel la frustración se traslada también para ser derivado al médico especialista: "En el barrio del Pilar no tenemos ni siquiera Urgencias extrahospitalarias. Lo tenemos en Fuencarral, que está más lejos que el Hospital de La Paz. Y el especialista me da citas cada seis meses. Para que me dieran un estudio del sueño tardé en tener los resultados más de 7 meses".
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