Este artículo se publicó hace 2 años.
Confirmada la condena a un policía municipal de Madrid por agredir con una porra a dos clientes en un bar
La madrugada del 12 de abril del 2017, dos agentes de la Policía Municipal de Madrid acudieron a un bar tras las protestas de los vecinos. Los dueños del establecimiento se negaron a ofrecer la documentación que pedían los oficiales, por lo que, uno de los agentes agredió con una porra extensible a varias personas de lugar.
Madrid-
El Tribunal Supremo ha confirmado este viernes la condena a un año y nueve meses de cárcel a un agente de la Policía Municipal de Madrid, que agredió con una porra extensible a dos clientes de un bar del barrio madrileño de Comillas, en Carabanchel. La condena conlleva el pago de una multa de 366 euros, que se suma al pago de una indemnización de 2.300 euros a los agredidos decretada en primera instancia. Este pago lo asumirá el Ayuntamiento de Madrid como responsable civil subsidiario.
Según Europa Press, la sentencia del alto tribunal desestima el recurso del agente ante la condena de la Audiencia Provincial de Madrid, que había declarado como responsable de varios delitos de lesiones al oficial del cuerpo de la Policía por aprovecharse de su cargo público.
El Tribunal Supremo considera que la agresión del agente contra los clientes del bar fue innecesaria
La Sala de lo penal del Supremo ha explicado respecto a la conducta del agente que "se refleja una agresión inmotivada e innecesaria del recurrente cuando estaba ejerciendo su función pública" y "no existe la pretendida justificación o amparo de la agresión, sino el exceso".
"Lo ocurrido no le autorizaba a abusar de sus funciones y, prevaliéndose de las mismas, cometer los hechos delictivos, cuando era completamente innecesario, pues los clientes iban saliendo del bar tras haber ordenado desalojar el establecimiento", ha razonado el alto tribunal.
Asimismo, los magistrados han argumentado que un policía debe saber manejar varias alternativas y que "el uso de la fuerza no puede ser la primera", sobre todo, en casos como los hechos acontecidos a pesar de que no se sepa de antemano lo que pueda llegar a suceder.
El agente sacó la porra extensible con "un golpe seco"
Los hechos ocurrieron durante la madrugada de abril de 2017 en un bar de la calle San Delfín. En el establecimiento varios vecinos se quejaron del ruido que hacían los clientes al celebrar la victoria del Atlético de Madrid en el campeonato de la Champions.
El agente lesionó a varias personas tras la negativa de los dueños a mostrar la documentación del bar
La patrulla policial pidió la documentación necesaria a los dueños del bar para poder tramitar una denuncia debido a que el establecimiento continuaba abierto fuera del horario autorizado. Tras las protestas de los clientes, uno de los dos agentes, sacó la porra extensible con "un golpe seco" y comenzó a agredir a las personas que se encontraban en el lugar.
En un primer momento, el agente condenado agarró del brazo y del cuello a un cliente, mientras el resto de los clientes del bar recriminaban la actuación de los funcionarios policiales. Posterior a ello, el policía golpeó en la rodilla a un hombre y aplicó otro a una mujer en la cabeza, en la oreja derecha, lo que la provocó la pérdida del conocimiento y un sangrado abundante. La sentencia señala que se trató de una "fractura del cartílago de concha del pabellón auricular derecho" que requirió de asistencia médica.
Los magistrados apuntaron en la resolución del miércoles 16 del pasado mes de febrero que "otras pudieron ser las formas empleadas antes del empleo de la fuerza, última ratio a desplegar en circunstancias similares".
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