Este artículo se publicó hace 4 años.
Melilla y CeutaMenos concertinas y más altura: colectivos de Melilla y Ceuta denuncian que las nuevas vallas continúan vulnerando los derechos humanos
"El Gobierno de España ha comenzado las obras de las nuevas vallas de Ceuta y Melilla. El objetivo es cumplir con la promesa de retirar las concertinas, pero aumenta la altura un 30% más".
Málaga-
Melilla vuelve a estar en el punto de mira. No hace ni una semana que comenzaron las obras del Ministerio de Interior para levantar la nueva valla que rodeará la ciudad autónoma, cuando se ha vuelto a cobrar la vida de una persona migrante tras sortear las tres fronteras que separan el lado marroquí del español. Quizás un día se conozca su nombre, edad y nacionalidad, pero ya no se sabrán cuáles eran sus sueños y su familia tampoco podrá despedirle.
Alrededor de 300 personas han intentado sortear la valla en el último salto este jueves, según fuentes de la Guardia Civil. Sin embargo, solo 50 lo han logrado, dejando una víctima mortal, varios heridos graves y decenas de personas hacinadas en la Plaza de Toros, donde se refugian todas las personas migrantes que han quedado desamparadas en Melilla tras el cierre de fronteras de Marruecos al declararse el estado de alarma por coronavirus. "Todavía no hemos podido contactar con la familia y no sabemos si sus compañeros ya habrán podido identificarlo", aclara José Palazón, presidente de la Asociación Pro-derechos de la Infancia de Melilla (PRODEIN).
Según la Delegación del Gobierno de Melilla, la muerte de esta persona ha sido "por causas naturales", pero a Palazón le cuesta creer que "todas las muertes sean naturales" y, por ello, reclama "una investigación serie e independiente para conocer las causas y consecuencias". En una semana trágica para las migraciones, que se pueda contabilizar, las fronteras y falta de vías seguras se han cobrado la vida de 10 personas en Canarias, 45 frente a las costas de Libia y una en la valla de Melilla.
La valla
Las vallas de Melilla y Ceuta fueron construidas en 1998 y 1996, respectivamente, por el gobierno socialista en ese momento. Posteriormente, han sido remodeladas en varias ocasiones. "La valla supone una amenaza para todas aquellas personas que quieran venir. Es un mensaje para que no vengan. Sin embargo, no creo que vaya a provocar un efecto disuasorio", explica Palazón a la vez que añade, "los sistemas de contención no sirven porque no existe el miedo cuando hay hambre y las ganas que tienen ellos de vivir no las para una alambrada".
Y aunque ya han empezado las obras, "por cuestiones de seguridad", según fuentes de interior, continúa el secretismo del Gobierno de España a pesar de reiterar que "se va cumplir con la promesa de retirar las concertinas de la alambrada". Lo que sí han confirmado, tal y como hizo, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, es que "las vallas en la frontera española serán un 30% más altas". Así, lo señala El Confidencial que afirma que esta estructura alcanza una altura de más de 10 metros y en la cima presenta un rodillo de medio metro que sustituye a las concertinas.
Desde Ceuta, Carlos Lorente, integrante de la ejecutiva de la Asociación Digmun, señala que las obras empezaron hace una semana y también se han retirado las concertinas, pero la altura ha incrementado, lo que desde su punto de vista "se siguen vulnerando los derechos humanos". Las vallas se conocen como "anti-trepa", ya que se están construidas con chapas metálicas que resbalan y que tampoco dejan ver de un lado a otro. "Melilla es una jaula", se lamenta Palazón.
Las concertinas irán desapareciendo, pero el negocio de la militarización de la frontera sigue en aumento. Estas obras han sido adjudicadas a la empresa Tragsa, con un presupuesto de 17 millones de euros (ocho en Ceuta y nueve en Melilla). "Hacer una valla es un negocio y decir que Melilla está a reventar de migrantes y es un colapso, también es un negocio. Las mafias no son las mafias pequeñas, que pasan uno ó dos inmigrantes, hay mafias mucho más grandes a nivel estatal, eso es el negocio de la migración", explica el presidente de PRODEIN.
Una frontera a lo Trump
Mucho se ha hablado del muro de Trump que separa México de los Estado Unidos e incluso las comparaciones con las vallas de Ceuta y Melilla son inevitables, ya que inspiraron al presidente estadounidense. Mientras que las españolas alcanzarán los 10 metros, la americana se quedan en 9,1.
En cuanto a la militarización de la frontera, no solo habrá un nuevo vallado, sino que también se cambiarán los sensores de movimiento antiguos por otros más precisos, una nueva red de fibra óptica y continuará el circuito cerrado de televisión en el perímetro fronterizo de Ceuta que incluye, según interior, 66 cámaras, 14 de ellas térmicas. También se han instalado sistemas de reconocimiento facial en los puestos fronterizos de El Tarajal (Ceuta) y Beni Enzar, Barrio Chino, Mariguari y Farhana (Melilla).
No obstante, para los colectivos sociales y pro derechos humanos de Ceuta y Melilla las vallas de ambas comunidades autónomas "son más hostiles que las de Trump, ya que aquí hay que sortear tres vallas y un foso", apunta Lorente.
Marruecos socio preferente
En 2019, Marruecos recibió 140 millones de euros por parte de la Unión Europa a los que se sumaron 56 millones que España pagó aparte con el mismo objetivo. A partir de aquí, las concertinas que se veían en el lado español empezaron a desaparecer, pero se veían al otro lado, en la parte marroquí. "Lo primero que se encuentran ahora son las navajas. Ahora, España puede presentarse como un país democrático y que cumple con los derechos humanos, pero no es verdad porque las cuchillas del otro lado las financia este gobierno", sentencia Lorente.
En Melilla, Palazón aclara que "la valla que ha hecho Marruecos es una valla de concertinas, de tres metros de altura y tres de anchura. Pasan esa valla, pasan el foso, pasan la alambrada española, la pasan", pero lo que muchos no pueden contar son las represalias que sufren de la policía marroquí.
La suerte de una persona que se juega la vida en la valla puede cambiar de un momento a otro. Son pocos los que consiguen llegar a territorio español. En este sentido, para el defensor de derechos humanos, José Palazón, "más lesiva que la valla, lo más grave es la policía marroquí, aquí es donde ellos (las personas migrantes) se juegan la vida y la muerte". Por lo que lamenta que España y la UE siga manteniendo la relación de socio preferente con Marruecos.
Ante las vallas y las concertinas, se buscan alternativas. "No las hay, porque no hay voluntad política", critica Palazón. Pero en el caso de Ceuta, en 2015 se inauguró la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) por el entonces ministro de Interior Jorge Fernández Díaz (PP), situada justo en la frontera con Marruecos. Sin embargo, no ha sido hasta este año cuando se ha puesto en marcha, ya que presenta un grave problema para los solicitantes de asilo, y es que las personas que están en Marruecos necesitan un visado para entrar en España y pedir la protección internacional.
En su informe de 2020, CEAR recogía que el 93,8% de las solicitudes de asilo durante 2019 se formalizaron dentro del territorio nacional, mientras que las cursadas en un puesto fronterizo apenas alcanzaron el 5,9% (7.020), algo que evidencia "la ausencia de vías legales y seguras para recurrir al procedimiento de protección internacional en España".
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