Este artículo se publicó hace 3 años.
El Ayuntamiento de Madrid amenaza con cerrar otra despensa solidaria: "Es un acoso y derribo"
Plaza Solidaria, una organización sin ánimo de lucro que lleva desde 2012 repartiendo comida en el centro de Madrid a más de 200 personas todos los días, convoca una protesta este lunes para denunciar "las presiones" del Consistorio, que ya les ha prohibi
Jorge Otero Maldonado
Madrid--Actualizado a
"Es un acoso y derribo". Roberto Ruiz, primer coordinador y uno de los fundadores de Plaza Solidaria, resume con esta contundencia la situación por la que atraviesa esta asociación sin ánimo de lucro formada por voluntarios que lleva desde 2012 dando de comer a una media de 200 personas, la mayoría sin techo, en el centro de Madrid y sobre la que ahora pesa una amenaza de cierre por parte del Ayuntamiento de la ciudad.
Plaza Solidaria corre el riesgo de convertirse en la última víctima de una política social del Ayuntamiento de Madrid marcada por el cierre de centros sociales y espacios vecinales, lugares que en muchos casos actúan como las llamadas despensas solidarias ante la crisis desatada por el coronavirus y que sufren el abandono permanente del Consistorio.
Plaza Solidaria denuncia que está sufriendo desde hace meses "presiones del Ayuntamiento" para cerrar. Esas presiones de momento han culminado en la prohibición de repartir comida caliente a las personas que diariamente, de lunes a sábado, acuden a esta asociación para alimentarse. Sí pueden, en cambio, repartir comida fría: bocadillos, fruta, yogures, fundamentalmente, aunque "esa comida no tiene la misma capacidad de nutrición", sostiene Ruiz.
Ruiz explica cómo y por qué empezaron los problemas y, de paso, hace un repaso a la historia de Plaza Solidaria: "Nosotros llevamos desde 2012 repartiendo comida. Empezamos a hacerlo en la calle, en la Plaza de Tirso de Molina, pero cuando llegaron la pandemia y el confinamiento nos tuvimos que reinventar y nos fuimos al Teatro del Barrio, donde la plataforma La Cuba también repartía comida con todos los grupos vecinales de Lavapiés. Allí estuvimos hasta que el Teatro del Barrio cerró. Luego estuvimos temporalmente en un local de la calle Argumosa, hasta que Izquierda Unida y Podemos nos cedieron en octubre un local en la calle Olmo, 20, donde repartimos la comida desde la puerta. Pero algunos vecinos empezaron a quejarse porque la calle es estrecha y entonces el Ayuntamiento empezó a fijarse en nosotros".
Desde entonces, Plaza Solidaria ha recibido la visita de hasta tres inspectores "y ahora mismo el cierre es lo más probable", explica una voluntaria. De momento, no hay nada oficial, pero la impresión de los más de 100 voluntarios que colaboran con Plaza Solidaria es que el cierre va a llegar más pronto que tarde, dado que una inspectora del Ayuntamiento ya les ha informado que en el actual local de la calle Olmo no pueden estar al no tener la licencia adecuada.
"En los últimos meses, el Ayuntamiento ha ido a hacer inspecciones y ha empezado a exigir normas sanitarias que antes no pedía: que si la trazabilidad de los alimentos, que si la cuestión del frío, que si el calor, que si tenemos que tener en condiciones el carné de manipulador de alimentos, algo que afortunadamente tenemos casi todos los voluntarios", abunda Ruiz.
Plaza Solidaria ha mostrado toda su buena voluntad, instando incluso a las personas sin hogar a no comer en la misma calle del Olmo y reuniéndose con vecinos y Ayuntamiento. "De hecho una compañera ha estado gestionando todas las peticiones de los inspectores, hasta que hace unos días nos han prohibido traer la comida caliente en tuppers, algo que llevamos haciendo diez años", explica Ruiz, quien se queja de que el Ayuntamiento no ofrece ninguna alternativa para seguir con la labor solidaria.
"El Ayuntamiento no nos da ninguna opción ni ningún tipo de ayuda. Durante la pandemia pedimos un local que tiene cocina y cámaras frigoríficas, pero el Ayuntamiento decidió cedérselo a otra asociación para hacer cursos de cocina", certifica el coordinador de Plaza Solidaria. "Todo lo gestionamos nosotros", recalca Ruiz.
Por eso, ante la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento, los voluntarios de la asociación se manifiestan este lunes por la tarde a las 20.00 horas en la Plaza Tirso de Molina, el epicentro de su actividad solidaria.
Antes de la concentración, el portavoz de Plaza Solidaria reconoce a Público que "es posible que no cumplamos toda la normativa, eso ya nos lo dijeron en la época de Manuela Carmena", pero destaca al mismo tiempo que nunca hasta ahora Plaza Solidaria había tenido un solo problema con el Ayuntamiento, ni con Carmena ni antes con Ana Botella.
El coordinador de Plaza Solidaria destaca también que desde el inicio de la pandemia Plaza Solidaria da de comer a 200 personas, un 80% de ellas sin hogar, pero también a familias enteras que lo están pasando mal. "Alguien tiene que hacer esta labor", subraya Ruiz, quien recuerda que el acoso y derribo a Plaza Solidaria no es un caso aislado, sino que responde a la estrategia del equipo de José Luis Martínez-Almeida "de cerrar todo lo que viniese de Carmena".
"Este Ayuntamiento ha cerrado otros espacios como la Casa de la Cultura de Chamberí, donde también se repartía comida. A nosotros lo único que nos importa es que estas personas tienen el derecho a comer, a vivir en definitiva, y si a nosotros no nos dejan hacerlo, lo tendrá que hacer el propio Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid", concluye el representante de Plaza Solidaria.
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