Científicos desmienten la teoría de la conspiración sobre una supuesta pandemia por la 'enfermedad X'
Tanto la Sociedad Española de Epidemiología como el Instituto de Salud Carlos III aclaran que no es una enfermedad real, sino un concepto abstracto, útil a nivel teórico, para que países y comunidad científica se preparen de cara a la próxima crisis
María Martínez Collado
Madrid--Actualizado a
La enfermedad X no existe como tal y "no es una amenaza inminente". Así lo han querido aclarar científicos y epidemiólogos a Público tras el alarmismo que han alimentado ciertas teorías de la conspiración tras celebrarse la sesión Preparándose para la enfermedad X, en la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos.
La conferencia estaba vinculada a la Asociación para la Sostenibilidad y Resiliencia de los Sistemas de Salud y la Iniciativa de Vigilancia Colaborativa y consistió, entre otras cosas, en evaluar "qué nuevos esfuerzos serían necesarios para preparar los sistemas de salud para los múltiples desafíos que se avecinan".
Tal y como ha aclarado Federico Arribas, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), la enfermedad X es un "concepto teórico", acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que "no se refiere a una patología existente", sino a un virus aún desconocido que supuestamente podría provocar la próxima crisis sanitaria internacional. En la misma línea, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) indica que "es sólo un término para referirse a una hipotética pandemia, de tipo infeccioso, que debido a múltiples circunstancias actuales pudiera surgir (o no)".
Esta entidad abstracta es la base sobre la cual se construye una figuración sobre algo que podría suceder en el futuro, a fin de que tanto los países como la comunidad científica puedan estar prevenidos para afrontar esos hipotéticos hechos. A partir de la llamada enfermedad X, los epidemiólogos se plantean preguntas fundamentales para diseñar sus investigaciones y desarrollar las herramientas tecnológicas necesarias.
"Es como hacer una estimación. ¿Qué pasaría si, de repente, apareciera un virus con el cual la población no ha tenido experiencia previa y que encima este virus tuviera una letalidad muy superior a la que hemos tenido con la covid 19? ¿Qué impacto tendría en nuestras poblaciones? ¿Qué medidas se podrían establecer a modo de prevención? Es un desarrollo totalmente teórico", ha detallado Arribas en una conversación telefónica.
El especialista en medicina preventiva y salud pública asegura que se trata de una metodología que "no es novedosa", sino que se lleva poniendo en práctica "varios años". "Es así como ocurrió con la pandemia de coronavirus. Llegó a la población un virus agresivo para el que nuestro sistema defensivo no estaba preparado porque no había estado en contacto con él nunca. Hasta tal punto que fue mortal para la población más frágil; y apenas un año después ya había una vacuna", recuerda Arribas.
Una rapidez y una eficiencia, asegura el experto de la SEE, que fueron posibles "gracias al trabajo realizado previamente". "Había mucho camino recorrido. Aparte de costar muchos millones de euros, los tratamientos tienen unas fases de investigación; y yo creo que si dispusimos tan pronto de una vacuna, más allá del dinero, es porque se utilizó tecnología que había sido trabajada. Esto solo demuestra la importancia y potencialidad de seguir invirtiendo en investigación", señala.
Bulos y desinformación provocan pánico social
A pesar de que la OMS ya ha tratado de aclarar su significado, los bulos y la desinformación sobre la enfermedad X no han dejado de proliferar en las redes sociales durante los últimos días. Incluso se han podido leer en diferentes cabeceras titulares que hablaban de una nueva pandemia o de una nueva enfermedad veinte veces más mortal que la covid.
Entre tanta especulación y distorsión de la realidad, hay quienes vinculan la enfermedad X con una serie de supuestos planes ocultos de las llamadas élites globales, quienes —incluso— serían responsables de su creación y propagación.
Unas afirmaciones sin ningún tipo de fundamento que, sin embargo, encuentran en el miedo provocado por la covid el terreno perfecto sobre el cual generar todavía más alarma y desconfianza en las instituciones, debilitando la credibilidad en los científicos, así como los esfuerzos de prevención y control de dichas enfermedades.
Esta reacción se ha podido observar como nunca antes en estos tres últimos años, con los mensajes antivacunas y aquellos que se oponían al uso de la mascarilla.
Frente a ello, el especialista Federico Arribas ha propuesto "rebajar el susto que se intenta infundir". "Yo no sé qué intereses puede haber, imagino que el miedo es una forma de control social, pero bueno, yo creo que esto debemos rebajarlo", ha declarado.
Un ejemplo de esta visible angustia, ha explicado, "es el tratamiento que este año se ha hecho de la gripe, cuando sabemos que su incidencia no ha sido mucho mayor a la de los años anteriores a usar mascarilla. Pero la gente enseguida, más después de la pandemia, está pendiente de quienes dicen 'que viene el lobo', cuando en lugar de hacer caso a lo que se dice por ahí deberían adoptar, más bien, las medidas preventivas que se recomiendan", ha expresado Arribas.
Actualmente, la OMS tiene en el punto de mira enfermedades como la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, los virus del ébola, Nipah y de Marburgo, la fiebre de Lassa, los coronavirus MERS y SARS, la fiebre del valle del Rift y el Zika, o el propio covid 19. A su vez, también vigila la aparición de resistencia a los antibióticos.
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