Este artículo se publicó hace 7 años.
Abusos sexualesEl caso Weinstein puede marcar un antes y un después en los abusos sexuales a mujeres
La cantidad de actrices que han denunciado abusos por parte del productor, la campaña pública y la denuncia de la hipocresía ha saltado de Hollywood al dominio público. Cientos de miles de personas se suman a la campaña 'Yo también'
Madrid-
Lo que comenzó como una denuncia de los abusos sexuales a los que Harvey Weinstein había sometido a empleadas y actrices a lo largo de tres décadas, se ha convertido en un terremoto que ha sacudido con virulencia la industria del cine, pero que se se ha extendido a diestro y siniestro más allá de Hollywood, implicando a actores, actrices, hombres y mujeres de todo el mundo y hasta a medios de comunicación.
En los doce días transcurridos desde que el New York Times hiciera pública el pasado día cinco de octubre la historia que todo Hollywood parecía conocer de tapadillo, Weinstein ha sido despedido de su propia empresa (Weinstein Company), expulsado de los Premios Óscar, desterrado de los Nafta y repudiado por casi toda la profesión.
Las actrices han dicho "basta" y han comenzado a denunciar en masa, sacando a la luz los abusos sufridos por este magnate del cine. Han roto la baraja y puesto las cartas boca arriba en intento de desterrar para siempre lo que todo el mundo hasta ahora consideraba como 'normal'. Todo aquel que se ha quedado callado, principalmente los que han trabajado con el productor de Miramax (responsable de películas como Pulp Fiction, Shakespeare enamorado, El discurso del rey o Master and Comander, entre otras muchas), se ha visto en la necesidad de posicionarse o ha sido increpado por seguir manteniendo un status quo que las mujeres de la industria quieren romper para siempre.
La diseñadora de ropa Donna Karan, amiga personal de Weinstein, tuvo que retractarse tras defenderlo en unas declaraciones, en las que insinuó que la culpa era de las mujeres por la forma de vestirse, o así se interpretó. "Mira hoy cómo las mujeres se han vestido y lo que están pidiendo con solo presentarse de la manera en que lo hacen. ¿Qué están pidiendo? Problemas", afirmó la modista.
También reconocidos actores han dado marcha atrás. Una de más beligerantes en esta batalla por aflorar la verdad y dejar atrás la hipocresía, la de la actriz Rose McGowan, recriminó a Ben Affleck un tuit en el que el actor afirmaba mostraba su sorpresa por la noticia. McGowan lo acusó de mentir, desvelando que Affleck era plenamente consciente de lo que hacía Weinstein porque ella misma le había confesado los abusos a los que la sometió. En su cuenta de tuiter escribió: "@benaffleck 'MALDITA SEA! LE DIJE QUE DEJARA DE HACER ESO', eso me dijiste en la cara. La conferencia de prensa a la que fui obligada a ir después del ataque. Mientes."
Otro de los que recientemente han tenido que rectificar porque sus palabras se podrían haber malinterpretado es Woody Allen. En una entrevista afirmó que el caso Weinstein es "triste para todos los implicados"... y añadió que "Que esto no nos lleve a un ambiente de caza de brujas en el que cada hombre que guiña un ojo a una mujer en una oficia tiene que llamar inmediatamente a un abogado para defenderse". Poco después aclaraba a la revista Vanity Fair que "cuando dije que me sentía triste por Harvey Weinstein pensé que estaba claro que lo decía porque me parece un hombre enfermo y triste". Para entonces McGowan le había tuiteado tres palabras: "pequeño gusano vil".
Tony Denison , uno de los protagonistas de 'Major crimes' estuvo rápido en defender al productor y afirmó que "hasta que alguien me muestre fotografías de lo ocurrido todo serán insinuaciones. [...] No quiero ni puedo señalar a nadie hasta que tenga pruebas". Sin embargo, dos días después y ante la avalancha de testimonios afirmó que "de ninguna manera apoyo las acciones de Harvey Weinstein. Aplaudo a las mujeres valientes que han contado su verdad".
Por su parte el actor Ryan Gosling afirmó estar "decepcionado conmigo mismo por haber permanecido tan ajeno". Y ha añadido: "Es el símbolo de un problema endémico. Los hombres deberían estar del lado de las mujeres y trabajar juntos hasta que haya un verdadero cambio". George Clooney ha sido otro de los primeros en reaccionar, declarando que no tenía conocimiento de estos comportamientos que tachó de "indefendibles".
Sin embargo, la reacción de muchos de los actores no fue inmediata. Poco después de que saltara la noticia, el periódico británico The Guardian pidió a 26 actores y directores de cine que trabajaron en las películas producidas por Weinstein un comentario sobre su comportamiento. Ninguno respondió. en la lista había nombres como Quentin Tarantino, David Russell, Michael Moore, Ben Affleck, Matt Damon, Colin Firth, Bradley Cooper, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio o George Clooney, entre muchos otros. Un artículo publicado en el periódico británico afirmaba que no había obtenido respuesta de ninguno de ellos.
46 denuncias y creciendo
En menos de dos semanas 46 mujeres han acusado a Weinstein de asaltarlas sexualmente cuando eran jóvenes y la cifre tienen visos de seguir incrementándose. Entre ellas figuran actrices tan conocidas como Angelina Jolie, Rose McGowan, Cara Delevingne, Kate Beckinsale, Katherine Kendall o Rosanna Arquette.
Muchas otras han decidido sumar su voz en su defensa. Es el caso de Emma Thompson, que en unas declaraciones a la BBC afirmó claramente que "no sabía nada sobre este caso, pero no me sorprende nada porque es algo endémico. Lo extraordinario es que este hombre es la punta del iceberg. “No creo que se le pueda describir como un adicto al sexo, es un depredador", añadió.
Tan conocida era la forma de actuar y las agresiones de este productor que en una ceremonia de entrega de los Óscars de 2013 el actor y cómico Seth MacFarlane hizo una broma al anunciar los nombres de las nominadas a la estatuilla: “Enhorabuena a estas cinco damas que ya no tienen que seguir fingiendo que les gusta Harvey Weinstein”, afirmó el actor. El comentario levantó las risas ye el murmullo del publico presente en el Dolby Theatre. Para el público en general el comentario pasó desapercibido.
El papel de los medios
Poco después de que el New York Times publicara la primera historia, la revista The New Yorker se hacía eco de la historia publicando un reportaje que incluía múltiples acusaciones contra Weinstein. En ella mencionaba casos de abusos sexuales, que incluían sexo oral y vaginal frozado a varias mujeres. La forma de actuar era siempre la misma: entrevistas de trabajo que terminaban realizándose en habitaciones de hoteles en las que Weinstein estaba en bata o acababa desnudo exigiendo que su acompañante le hiciera masajes o donde las asaltaba sexualmente de forma explicita.
Sin embargo los medios de comunicación no siempre han actuado de forma transparente y abierta en este caso, como en muchos otros. El acoso sexual sistemático de décadas de Weinstein pudo haberse hecho público hace más de una década. El pasado ocho de octubre, Sharon Waxman, hoy editora jefa de la revista The Wrath, desveló en este medio que en 2004 cuando trabajaba para The Times investigó y escribió sobre la ya larga historia de agresiones del productor de Hollywood.
El reportaje finalmente nunca vio la luz. Según escribe Waxman la intervención de dos actores, Mat Damon y Russel Crowe, ambos vinculados al productor por las películas El indomable Will Hunting y Master and Commander, para mediar en favor de Lombardo (el director de Miramax en Italia en la época y acusado de facilitar mujeres a Weistein), decidió a los editores a no publicar la historia. Waxman desvela también que Weistein en persona había visitado la redacción para presionar contra la publicación del artículo. Finalmente se publicó descafeinado, sin nombres y en una sección tan apartada que no tuvo ninguna repercusión.
Yo también
La última movilización provocada por el caso Weinstein es una campaña seguida por cientos de miles de personas de todos los países que confiesan haber sufrido acoso sexual. La campaña, iniciada por la actriz Alicia Milano, compañera de Rose McGowan en Embrujadas ha dado la vuelta al mundo y conseguido unas 200.000 comparticiones (según afirma el diario El País) con el mensaje 'Me Too' (Yo también) en menos de 24 horas.
La petición de Milano era que la gente compartieran el mensaje que le había enviado una amiga anónima. “Si todas las mujeres que han sido abusadas o acosadas sexualmente escribieran ‘Yo también’ en sus perfiles, quizás podamos transmitir la magnitud del problema”, pedía el texto. En cuestión de horas, los “Yo también” invadieron Facebook, Twitter y otros espacios online.
La campaña saca de las tinieblas de lo privado lo que muchas mujeres han sufrido durante décadas y de las que no han hablado de forma abierta. Apoya, también, la decisión de muchas actrices y mujeres que han trabajado con el productor, de hacer públicas las denuncias.
La avalancha de participación, así como la decisión de muchas de las actrices de finalmente hacer público por lo que habían pasado, tiene por finalidad marcar un antes y un después en la forma en la que la industria cine mira o silencia este tipo de abusos. Pero la campaña es ahora pública y muchas esperan que sus consecuencias se extiendan mucho más allá de Hollywood y el glamour del cine.
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