Este artículo se publicó hace 3 años.
La Audiencia de Castellón condena a 22 años a un hombre por abusar sexualmente de sus dos hijas menores discapacitadas
El condenado, según la sentencia, llego a someterlas a felaciones aprovechándose de su discapacidad, de su relación de parentesco y de la "influencia y dominio" que ejercía sobre las pequeñas.
Madrid-
El padre de dos jóvenes, de 11 y 13 años en el momento de los hechos y ambas con una discapacidad intelectual reconocida del 39%, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Castellón a 22 años de cárcel por graves abusos sexuales contra ellas. El condenado llegó incluso a obligarlas a hacerle "felaciones hasta eyacular", según recoge la sentencia.
Los hechos ocurrieron en 2016, en el domicilio que compartían el ahora condenado, su exmujer —que sufre fibromialgia y depresión desde hace años y de la que se había divorciado dos años antes—, y las dos menores.
El Tribunal declara como probado que se aprovechó de esa discapacidad, de su relación de parentesco y de la "influencia y dominio" que ejercía sobre las pequeñas para someterlas a distintas prácticas sexuales, puntualiza una nota del CGPJ.
En la resolución (PDF) se alude a los hechos probados, según los cuales "son constitutivos de dos delitos continuados de abuso sexual a menores de 16 años", a pesar de que una de las víctimas declaró que "sólo había pasado una vez", si bien en su declaración también dijo que "una vez echó leche por el pene, eso blanco, dentro de su boca", dando a entender que hubo otras ocasiones en que no pasó esto.
El texto remarca que la familia, pese al divorcio, compartían aún domicilio en 2016. La madre, enferma y también con "un grado total de discapacidad del 47%, categoría física y psíquica", estaba "por regla general postrada en la cama, y que por las noches aquella tomaba una medicación muy fuerte para poder dormir profundamente". Eran en esos momentos cuando el padre sometía a sus hijas a "distintas prácticas sexuales".
El 16 de diciembre de 2016, recoge el texto, la menor de las hermanas "contó a su profesora de pedagogía terapéutica que ella no quería tener novio porque los novios 'follan'" y que eso lo sabía porque " ''follaba' con su papá, explicando que esto consistía en que su padre le ponía el pene en la boca, y que eso a ella no le gustaba". Asimismo, contó que su hermana sufría esos mismos abusos.
Ambas adolescentes mantenían una "buena relación con el padre", refleja la sentencia, que además narra cómo la madre pasó de la incredulidad a la ira. A raíz de estos hechos, las niñas fueron declaradas en desamparo y acogidas en diferentes centros públicos, aunque ya viven con su madre.
El Tribunal condena al padre a un total de 22 años de prisión —dos delitos continuados de de abusos sexuales a menores de 16 años—, la prohibición de acercarse a ellas a menos de 500 metros durante 10 años, la retirada de la patria potestad y una indemnización para cada una de ellas de 10.000 euros.
La sentencia puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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