La Atención Primaria no remonta. Los centros de salud enfrentan el verano prácticamente sin profesionales que cubran las vacaciones de los médicos de familia lo que redunda en más demoras en las consultas, más retrasos de diagnóstico y casi el doble de ratio de pacientes por facultativo, con una media ordinaria de 40-50 por día.

En una entrevista con la Agencia Efe, el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández-Pro, explica que este aumento de presión asistencial en vacaciones, concentrado en los meses de julio y agosto, es la "tormenta perfecta" para que aumenten las agresiones al personal sanitario, "cada vez más frecuentes" y fruto del malestar de los pacientes con el sistema de salud.

Fernández-Pro, que inaugura este miércoles el XXIX Congreso Nacional de la SEMG, que reúne en Granada hasta el 17 de junio a más de 2.262 médicos de familia y 936 en formato online, afirma que por mucha profesionalidad y voluntad que tenga el facultativo "intentando alargar las vacaciones a junio y septiembre para que el impacto sea menor", al final es imposible y el sistema "colapsa".

Según el último barómetro sanitario publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 26,4% de las personas que acudieron a pedir cita al médico de familia esperó once días o más para ser atendido y la demora para un especialista es superior a tres meses para el 39% de los pacientes y de 30 a 90 días para el 41,7%.

"Nos enfrentamos a un verano en la misma situación o peor que el año pasado porque los problemas son los mismos y agravados", asegura el presidente de la SEMG que observa la dificultad de revertir esta tendencia con unas elecciones generales de por medio.

Antonio Fernández-Pro apunta a los partidos políticos y a los gobiernos autonómicos que, en definitiva, son los responsables últimos de la asistencia sanitaria con el apoyo del Ministerio de Sanidad y les insta a que materialicen ese pacto por la sanidad en favor de la Atención Primaria, "y, si no es así, que lo digan, para que cada uno tenga claro lo que vota".

Los centros de pequeñas localidades, los más afectados

El presidente de la SEMG reconoce que es muy difícil precisar el porcentaje de consultas que cerrarán este verano porque depende "individualmente de cada centro".

No obstante, admite que no es lo mismo un centro de salud urbano de Madrid, Bilbao, Sevilla o València que los ubicados en pequeñas localidades con 4-6 médicos de familia. En esa circunstancia, la falta de suplencias a la hora de coger vacaciones aumenta significativamente los cupos de pacientes que en ocasiones superan el centenar por facultativo.

Si bien cuando eso ocurre, explica, se activan todos los filtros y automáticamente se ponen en marcha las listas de espera "y en lugar de ver al médico de cabecera de manera inmediata, pasan cuatro o cinco días".

Otro problema es la falta de reposición ya que, en ningún caso, dice, los profesionales que salen del MIR absorben a los que se están jubilando.

La Medicina de Familia, infravalorada

Una de las debilidades de la Atención Primaria es que la Medicina de Familia es una especialidad infravalorada, que año tras año deja plazas vacantes en la convocatoria de plazas MIR.

Fernández-Pro sostiene que en este asunto se pueden hacer muchas cosas porque "nadie elige lo que no conoce y, si el estudiante de Medicina pasa de puntillas por la Atención Primaria porque está imbuido en el hospital, se sentirá ajeno a la especialidad".

Para el presidente de la SEMG, el primer punto sería "dar valor a la Medicina de Familia en la Universidad" y luego, ofrecer escenarios laborales atractivos, facilitando la conciliación laboral y con incentivos para las plazas de difícil cobertura.

"Y es ilógico -señala- que si el Sistema Nacional de Salud es público y la tendencia política contempla fortalecer la Atención Primaria, la universidad no siga esa línea para que los estudiantes salgan bien formados en una disciplina que puede ser el futuro para muchos de ellos".