Así es la feria de armas de Madrid: perros robot, drones y lanzaderas de misiles entre jamón recién cortado
La Feria Internacional de Seguridad y Defensa (Feindef) expone los últimos avances tecnológicos de la industria de la guerra con Ucrania como principal escaparate y el pleno aumento del gasto militar en España y Europa.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
La banda militar toca a paso de marcha mientras crece la fila de asistentes en el control de la entrada al pabellón de Ifema, el recinto ferial de Madrid. Más allá del detector de metales, el mundo de la guerra se muestra reluciente y consumible, como los coches de un concesionario. Marañas de uniformes, nacionales o extranjeros, con o sin galones, recorren los expositores que muestran lo último en tecnología bélica: carros de combate, drones, perros robot, fusiles de asalto. Hay hasta calzoncillos con protección balística para reducir posibles daños en caso de pisar una mina.
La III Feria Internacional de Seguridad y Defensa (Feindef) ha vuelto a Madrid dos años después con más mostradores, más delegaciones internacionales y más potenciales clientes en busca de armamento, equipos y tecnología punta. El Ministerio de Defensa, miembro del patronato de la fundación que la organiza, no ha escatimado; tampoco las grandes compañías con participación pública, como Indra, Navantia o Airbus. Hay café, vino y cerveza de sobra, y entre lanzaderas de misiles, lanchas rápidas y helicópteros, un cortador profesional va rellenando platos con el embajador español por excelencia: el jamón ibérico recién loncheado.
"Nuestra apuesta en seguir invirtiendo en defensa es firme y inequívoca", ha asegurado la ministra del ramo, Margarita Robles, durante la inauguración del foro, donde ha recordado que el presupuesto para defensa llegará al 2% del PIB en 2029, como se acordó en la última cumbre de la OTAN.
El mismo mensaje a la industria armamentística ha lanzado el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante Teodoro López Calderón, durante su charla, en la que asegurado que hay demanda e inversión de sobra para que el ecosistema empresarial español en seguridad y defensa siga creciendo y desarrollándose, aunque ha advertido de que hace falta más cooperación y menos competencia entre compañías.
Ucrania, el mejor escaparate armamentístico
La invasión rusa de Ucrania ha disparado el gasto militar europeo, y las empresas que acuden a la feria utilizan este conflicto como su mejor escaparate para demostrar su poder destructivo y, sobre todo, la facilidad de su uso. Una de las grandes atracciones de esta edición es la lanzadera de cohetes HIMARS, de fabricación estadounidense. Su envío a Kiev ha servido a las tropas ucranianas para frenar los avances rusos con bombardeos de alta precisión guiados por GPS contra los puestos de mando enemigos.
"Es un tremendo sistema", resume en pocas palabras el teniente coronel Tellado, de la armada estadounidense y natural de Puerto Rico, que muestra a los interesados el funcionamiento de este vehículo capaz de lanzar hasta seis cohetes a 300 kilómetros. "En Ucrania está siendo decisivo, pero este vehículo en concreto solo se ha usado en Oriente Medio", explica mostrando el óxido que acumula el aparato. No revela el país, tan solo que embarcó de salida desde Kuwait hace unos dos años. Junto a Tellado, que coordina habitualmente las operaciones, los tres tripulantes necesarios para manejar el HIMARS resuelven las dudas de uniformados españoles. "Esta es una buena muestra de lo que significa nuestro compromiso en la OTAN", remarca Tellado, que se encoje de hombros cuando se le pregunta si España acabará comprando este material.
Ese es el objetivo de esta feria. Mostrar, tocar, probar y vender a los gobiernos interesados, y para eso es fundamental la confianza y la experiencia demostrada. Por eso Juan Francisco Sánchez, consejero delegado e ingeniero mecánico de la empresa Logikal, no duda en señalar que su software de simulación ha estado muy presente en la formación y entrenamiento de decenas de soldados ucranianos que ahora mismo pilotan los tanques Leopard, de fabricación alemana, cedidos a Ucrania por varios países europeos, entre ellos, España.
En coordinación con la empresa madrileña COHEMO, se han encargado de actualizar los simuladores de estos carros de combate, cuyo entrenamiento se realiza en la base del Ejército de Tierra de Zaragoza, por donde pasaron hace pocos meses 55 pilotos ucranianos. "La simulación es una forma eficaz de ahorrar costes en entrenamiento", explica Antonio Costa, responsable de COHEMO. Pero para eso tiene que estar bien diseñado, puntualiza Sánchez, cuyo nuevo software ha permitido a los pilotos de tanques practicar durante ocho horas seguidas, cuando la anterior versión apenas permitía una o dos horas de entrenamiento "porque producía mareos".
La pistola de los policías de paisano
La fiabilidad también es la baza que juega Sasha Pusica, croata, responsable regional de ventas del conocido fabricante de pistolas austriaco Glock. Motivado en su expositor, arma y desarma con soltura el modelo 43X, "pequeño, ligero y de total confianza", expone.
Es el arma que ha comprado recientemente la Policía Nacional para sus agentes no uniformados. También lo usan cuerpos policiales y militares de Francia, Alemania, Austria o Grecia, remarca. Su objetivo en esta feria de Madrid, confiesa sonriente, es convencer a la Guardia Civil de que incorpore esta pistola que no llega a los 500 euros por unidad. "Es más cara que el modelo que han comprado, que ha sido un gran error", insiste en varias ocasiones. Se refiere a la partida 9.000 armas que Interior adjudicó a la empresa israelí EMTAM en 2020 por apenas dos millones de euros. Una copia barata de la Glock a la que llaman "Ramon" y que ha generado críticas entre la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) por ser "inseguras, defectuosas y poco efectivas".
Perros robóticos para vigilar fronteras
Aunque no todo lo que hay en la feria tiene que servir para herir, matar o destruir, explican en algunos expositores. Es el caso de la tecnológica Alysis Robotics, con sede central en Madrid, cuyo perro se cuela a veces entre las piernas de los visitantes. Jorgina Díaz Torres, directora de desarrollo de negocio de la compañía, resume la revolución que ha supuesto la llamada "robótica cuadrúpeda", que imita el movimiento de los animales de cuatro patas.
"Tiene una gran capacidad de adaptarse a entornos totalmente desestructurados y de forma autónoma", explica. Es decir, que a diferencia de los robots que se mueven sobre ruedas, estos son capaces de subir y bajar escaleras, superar desniveles y esquivar obstáculos imprevistos que aparecen.
Los modelos, que produce en colaboración con la empresa estadounidense Boston Dynamics, son capaces de cargar más de diez kilos en cámaras y sensores. Incluso alguno puede sumergirse bajo el agua durante más de una hora. Aunque su desarrollo todavía es "incipiente", varias empresas de EEUU ya los utilizan habitualmente para labores de vigilancia o, en el plano militar, para simular rescates o para labores de desminado.
En Europa, su uso aún no está muy extendido, aunque puede ser cuestión de tiempo si se atiende a las grandes inversiones europeas en material de vigilancia y control migratorio. Uno de los perros que se muestran en este expositor, reconoce Díaz, ya se usa para vigilar la frontera entre EEUU y México. Otra forma de ladrar, más efectiva y preocupante.
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