Ana Obregón compra un bebé a través de un vientre de alquiler a los 68 años en Miami

La actriz y presentadora Ana Obregón ha comprado un bebé a través de un vientre de alquiler en Miami y con 68 años de edad. La noticia ha sido adelantada en exclusiva por Hola. La también bióloga protagoniza la portada de la revista del corazón de este miércoles, en la que aparece con una niña en brazos tras salir de un hospital.

Obregón recogió a la pequeña, según la misma noticia, en el Memorial Regional Hospital de Miami, en Florida, donde es legal comprar bebés a través de vientres de alquiler. Salió del centro médico en una silla de ruedas en la que se podían leer las palabras Mother Baby Chariot (carrito para madre y bebé) y siendo empujada por una enfermera que les acompañó hasta su vehículo. El mismo medio ha informado de que estos hechos forman parte del protocolo que pone en práctica la clínica y que obedece a motivos de seguridad.

La niña nació el 20 de marzo y su salida del hospital fue el día 22 de marzo. Por el momento, Obregón continúa en Miami a la espera de culminar todos los trámites legales que le permitan regresar con la niña a España. La artista ha alquilado un apartamento con vistas al mar en la ciudad para alojarse mientras dure el proceso. Obregón perdió a su único hijo, Aless Lequio, en el año 2020, cuando falleció enfermo de cáncer. 

Obregón ha usado sus redes sociales para afirmar que ha "vuelto a vivir": "¡Nos pillaron! Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola", ha escrito la también actriz y productora en un mensaje en su cuenta de Instagram. Red social ésta que ha usado también para escribir "muero de amor" en la imagen de la portada de la revista.

La mal llamada gestación subrogada, prohibida en España

Los vientres de alquiler —también llamados de forma eufemística gestación subrogada— están prohibidos en España. La ley sobre técnicas de reproducción asistida aprobada en 2006 estipula que este tipo de prácticas no son legales y considera nulos los contratos realizados en otros países en los que la gestación subrogada es legal.

La conocida como ley del aborto considera los vientres de alquiler como una forma de violencia hacia las mujeres

Además, el Ministerio de Igualdad incluyó los vientres de alquiler en la reforma de la ley Orgánica de Derechos Sexuales y Reproductivos y de Interrupción Voluntaria del Embarazo que aprobó el Congreso el pasado mes de diciembre. El texto los considera como una forma de violencia hacia las mujeres en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, equiparándola a el aborto, la esterilización o la anticoncepción forzosos. La ley también señala la publicidad de este servicio como ilícita.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha mostrado muy crítica tras conocer la noticia y ha sido tajante al respecto. "La gestación subrogada es violencia contra las mujeres". De esta manera, Montero ha condenado los vientres de alquiler y ha recordado "el sesgo de discriminación por pobreza" que hay detrás de este tipo de prácticas.

El Partido Popular también ha querido entrar en el debate y se ha mostrado abierto a su regulación, aunque establece como línea roja que "cualquier debate ha de partir del requisito de que esto no se puede mercantilizar", aseguran fuentes populares. Es decir, "no puede haber ningún tipo de pago", insisten las mismas fuentes, que enriquezca a la gestante.

Por su parte, la Justicia española también ha considerado que los vientres de alquiler vulneran los derechos de madres y niños. Una sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de abril señaló de forma explícita a las agencias y contratos que se benefician con este tipo de prácticas. Además, hizo hincapié en que se trata a las mujeres y los bebés como "simples mercancías".

En Europa, se trata de una práctica muy restrictiva. Solo Ucrania, Reino Unido, Grecia y Portugal lo permiten. El Parlamento Europeo estima que debe prohibirse esta práctica que implica la explotación de las funciones reproductivas y la utilización del cuerpo con fines financieros o de otro tipo, en particular en el caso de las mujeres en países en desarrollo.