Activistas por la memoria homenajean a los fusilados por el franquismo en Madrid y exigen la restitución del memorial
La Plataforma en Defensa del Memorial ha organizado un acto en el cementerio del Este para exigir la recolocación de las placas con los nombres de las miles de personas fusiladas en ese lugar en la más inmediata posguerra.
Madrid--Actualizado a
En torno a unas 200 personas han vuelto a reivindicar la restitución de los nombres de los 2.936 fusilados en las tapias del cementerio del Este, en Madrid, una vez terminada la Guerra Civil. Convocados por la Plataforma en Defensa del Memorial, diferentes organizaciones políticas han denunciado la primera decisión que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tomó una vez entró al Consistorio: eliminar las placas con los nombres de estas casi tres millares de personas que fueron asesinados por el régimen dictatorial recién instaurado en 1936. El 18 de noviembre de 2019 comenzó el arrancamiento de estas placas. Mañana hará cinco años desde aquello.
La jornada ha comenzado algo antes del homenaje a los fusilados. En torno a las 10.30 horas, unas 20 personas se arremolinaban en torno a Carlos, miembro de la Asociación Cementerios, en la puerta de entrada al cementerio civil. Durante algo más de dos horas, este especialista en el cementerio del Este ha realizado un recorrido por tumbas de personajes tan reconocidos como Pablo Iglesias, Dolores Ibarruri, Julián Grimau, Julián Besteiro, Almudena Grandes, Francisco Largo Caballero, Marcelino Camacho y Pío Baroja.
La ruta ha terminado a mediodía en la tapia que vio morir a casi 3.000 personas fusiladas durante la inmediata posguerra. Ahí, unos dos centenares de personas esperaban el inicio del acto en homenaje a los asesinados por el franquismo y de denuncia por la eliminación de sus nombres del memorial actual. Luis S. Fernández ha leído un texto durante la protesta como portavoz de la Plataforma en Defensa del Memorial: "La represión franquista fue un proceso de violencia física, psíquica, política y cultural que se ejerció contra mujeres y hombres, sospechosos de ser partidarios o simpatizantes de la República", ha comenzado a decir.
Después, este memorialista ha afirmado que "la guerra había terminado y España se llenó de silencio, odio, muerte y terror. Nadie podía imaginar lo que vendría después", y ha añadido: "El 1 de abril de 1939 no llegó ni la paz, ni la piedad, ni el perdón. Llegaron de la mano el odio y la venganza". Desde su punto de vista, "el recuerdo de todas las víctimas de la represión franquista es un acto de justicia, una manera de fomentar una comprensión más profunda de ese período negro de ese régimen".
La memoria como arma de protección
Asimismo, también ha dedicado algunas palabras a los intentos por parte de la derecha y extrema derecha de revisionar lo sucedido en el siglo XX y ya amparado por la inmensa mayoría de la historiografía: "Nos han querido amputar la historia, lo siguen intentando con sus leyes de concordia, y, sin esos miembros, no podemos caminar ni avanzar. Derogarán, pero no convencerán".
Por eso, Fernández ha asegurado que "contribuir a prevenir la amnesia histórica, el olvido selectivo y la omisión de partes de la historia de un país es una obligación de todas las personas que estamos en el lado bueno de la historia". También ha reivindicado que "la memoria nos proporciona un arma para protegernos, para poder construir un presente y, sobre todo, un futuro con un mínimo de dignidad".
Luis S. Fernández: "No hay democracia alguna mientras permanezca la impunidad"
Por otro lado, este integrante de la mencionada plataforma ha expresado que "la memoria histórica antifascista es un grave problema para un Estado basado en la más miserable de las impunidades y el olvido y desprecio de las víctimas". Por último, ha señalado que "no hay democracia alguna mientras permanezca la impunidad y el franquismo en la forma de sus tribunales y sentencias siga siendo legal y reconocido", justo antes de recibir un aplauso al despedirse con un conciso mensaje: "Porque fueron, somos; porque somos, serán".
Las organizaciones de izquierdas reivindican a sus muertos
Laura Muñoz: "Almeida quiere que las víctimas del franquismo sigan en el olvido"
Apenas a escasos metros de las placas que honran la memoria de las 13 Rosas, portavoces de otras organizaciones han tomado la palabra. Ha sido el caso de Laura Muñoz, militante en UGT Madrid: "Almeida quiere que las víctimas del franquismo sigan en el olvido y quiere que sus verdugos sigan en el callejero de nuestra ciudad como heredero del franquismo que es. Quitando sus nombres pretende deshumanizarlas, reducirlas a una cifra, una estadística, borrarlas de un plumazo", ha comentado.
Esta ugetista también ha recordado una de las últimas frases pronunciadas por Julia Conesa, que pasó a la historia por ser una de las 13 Rosas: "Que mi nombre no se borre de la historia", dejó por escrito en su carta de capilla, antes de ser fusilada. Muñoz ha respondido: "Esa era una de los mensajes que iba a aparecer en el memorial. Y qué razón tenía Julia, porque como bien sabemos, especialmente las mujeres, lo que no se nombra no existe". Después, la militante de UGT ha recordado algunos nombres propios de compañeros que casi hace un siglo fueron fusilados en el mismo lugar en el que ella se ha encontrado esta mañana.
Amenizadas las intervenciones con piezas musicales a cargo de David Ortiz, el siguiente turno ha sido para Ramón Silva, integrante del PSOE en Madrid: "Hace cinco años convirtieron este memorial es un memorial desmemoriado. Quitaron sus nombres diciendo que entre ellos había chequistas, pero absolutamente todos fueron víctimas de juicios injustos, declaraciones bajo tortura y merecen que su nombre sea recordado".
Elena Pérez: "No olvidamos ni perdonamos estos crímenes que todavía gozan de impunidad"
Elena Pérez ha tomado la palabra en nombre del PCE de Madrid, quien ha criticado que "la maquinaria franquista ha seguido funcionando en democracia con un pacto de silencio por el que se establece un olvido de la dictadura y su impunidad". "No olvidamos ni perdonamos estos crímenes que todavía gozan de impunidad", ha reiterado la comunista. Asimismo, ha denunciado el intento por parte de las derechas de "confundir víctimas y verdugos".
Por parte de la Asociación de Presos y Represaliados por el Franquismo La Comuna ha hablado Pazo Romero. Ella se ha centrado en la "violencia específica que recibimos las mujeres por el hecho de serlo". "La sufrimos en los 40 años de dictadura y lo seguimos haciendo ahora", ha expresado. Por eso, esta activista por la memoria ha invitado a los presentes a participar en la manifestación que este 25 de noviembre recorrerá el centro de Madrid.
Iván Pérez subraya la necesidad de que las víctimas reciban "verdad, justicia y reparación"
A continuación, Iván Pérez ha subrayado la importancia de dar un espacio digno a nivel social a los represaliados del franquismo. Integrante del colectivo Calles Dignas, ha enfatizado la necesidad acuciante de que las víctimas de la dictadura puedan recibir la "verdad, justicia y reparación" que se merecen.
Al final, los congregados han guardado un minuto de silencio, algunos de ellos con el puño en alto, en recuerdo de las víctimas del franquismo que ha concluido al grito de "No hay democracia sin memoria" y "hay que juzgar al franquismo criminal".
Más tarde, y cerrando esta jornada de lucha por la memoria, la nonagenaria Angustia ha tomado el micrófono para deleitar a los presentes con sus versos. Así han terminado: "Represión, violencia o miedo no nos han de amedrentar/ jamás la cobardía dio a un pueblo dignidad. Yo quiero otro mundo / ¿os unís conmigo a luchar?".
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