Más de 850.000 niños que reciben beca comedor se quedan sin ayudas durante los 80 días del verano
Solo una de cada siete escuelas afirma que estos menores tendrán asegurada una alimentación durante el cierre de los centros.
Más de 850.000 niños receptores de la beca comedor no tienen su alimentación asegurada durante los 80 días que cerrarán los centros educativos en el verano, según ha difundido este jueves la ONG Educo.
Solo una de cada siete escuelas afirma que los niños con beca comedor tienen asegurada su alimentación durante el verano, según denuncia el informe Los derechos de la infancia no se van de vacaciones.
Durante casi tres meses la infancia vulnerable sufre "olvido vacacional". Los datos recabados en los centros con los que trabaja Educo reflejan que el resto no tendrá ninguna ayuda para su alimentación o solo unos días en campamentos y colonias.
"Su derecho a la alimentación está en entredicho. Existen algunas ayudas de las administraciones (ministerios, comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones…) o de entidades sociales para garantizar esa comida, pero es muy difícil saber a cuántos niños y niñas llegan o si cubren todos los meses de verano", ha explicado a la prensa la directora general de Educo, Pilar Orenes.
Orenes ha añadido que "tampoco hay coordinación entre los actores que dan ayudas para campamentos de verano dirigidos a familias vulnerables, lo que impide tener una foto clara de las complementariedades, el presupuesto destinado y el número de beneficiarios. Lo que sí sabemos es que estos campamentos no siempre incluyen la comida".
Por todo ello, la ONG pide una mayor coordinación de las administraciones para tener una imagen completa de las ayudas que recibe en verano la infancia vulnerable dada la falta de información. Asimismo, reclama que todos los niños y niñas tengan una comida saludable garantizada los 365 días del año y una oferta gratuita de ocio y tiempo libre de calidad en verano.
En 2014, Educo denunció que los más de 500.000 niños y niñas con becas comedor se quedaban sin ellas al terminar las clases, diez años después son más de 850.000 quienes la reciben.
Es decir, en una década casi se han duplicado las becas públicas para acceder al comedor, un aumento que es debido a una mayor preocupación a nivel social y de las administraciones, pero cuando llega el verano y cierra la escuela, acaba esta ayuda, poniendo en riesgo su derecho a la alimentación, añade el informe.
"No solo está en riesgo su alimentación, sino también su bienestar. Para la infancia más vulnerable, las vacaciones equivalen a estar prácticamente todo el día dentro de un piso. Y, a veces, dentro de una habitación, porque el piso lo comparten varias familias. Probablemente formen parte del 19,9% de niños y niñas que viven en hogares mal acondicionados, en los que se pasa frío en invierno y calor en verano".
Sus padres y madres pasan el día fuera trabajando porque es ahora en verano cuando encuentran empleo haciendo sustituciones y, además, a veces se quedan a cargo de sus hermanas y hermanos pequeños, y con la televisión, la tableta o el móvil como única distracción.
Desde 2013 Educo tiene en marcha su programa de Beca Comedor; durante el curso, el proyecto se lleva a cabo en las escuelas y en verano en campamentos y colonias organizadas por entidades sociales de todo el territorio. La ONG ha otorgado más de 64.000 becas y ha facilitado más de cinco millones de comidas.
La cesta de la compra ha subido casi un 40% en tres años
En este contexto, la ONG recuerda que la cesta de la compra ha subido casi un 40% en solo tres años, tal y como ha denunciado la Organización de Consumidores y Usuarios. Entre los productos más caros de la dieta están las proteínas, básicas para el desarrollo saludable de la infancia, tanto físico como mental.
En España, los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística muestran que el 6,9% de los menores de 18 años no puede permitirse comer carne, pollo, pescado o sus equivalentes proteicos cada dos días.
"Hay más de medio millón de niños, niñas y adolescentes que no están comiendo la cantidad adecuada de proteínas para su edad. Es la cifra más alta desde 2004. Y las familias vulnerables tienen pocas alternativas. Compran lo que pueden, que no siempre es lo más saludable, con los ingresos que tienen. Y crece el riesgo de malnutrición", ha explicado Orenes.
Educo también reivindica el papel educativo de los campamentos y colonias de verano. "Es un espacio en el que, a través del juego, del deporte y de las actividades culturales y de ocio, niños y niñas siguen aprendiendo. Y lo hacen disfrutando de unas vacaciones de verdad, descubriendo cosas nuevas, en vez de estar en casa, muchas veces solos y solas porque sus padres y madres trabajan, pasando calor", ha agregado.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística muestran que el 34,1% de los menores de 18 años no puede irse ni una semana al año de vacaciones y que el 19,90% vive en hogares en los que no se puede mantener una temperatura adecuada.
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