"Algunos ponen en tela de juicio que yo me lo estaba pasando bien, pero no lo estuve en ningún momento. Con independencia de los avatares de aquel partido, no admito que se piense que estaba allí de manera despreocupada". Así ha respondido a la oposición el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, cuando se le ha echado en cara que, mientras se producían los colapsos en la AP-6, él estuviera en el estadio Sánchez-Pizjuán, en Sevilla, viendo el partido de fútbol entre el Sevilla y el Betis. Zoido ha asegurado que, cuando asistía al encuentro, lo hizo "sabiendo que la situación estaba controlada", que sólo se estaba produciendo "cortes intermitentes" y que las máquinas quitanieves estaban funcionando,  según la información que al él se le trasmitió. "Tuve conocimiento del problema cuando ya estaba en mi casa", ha justificado el ministro.

Zoido ha negado que el Gobierno haya culpado a los más de 3.000 conductores que se quedaron atrapados en la autopista los pasado 6 y 7 de enero debido al temporal de nieve. En su comparecencia a petición propia en la comisión de Interior del Congreso, Zoido ha pedido disculpas a los afectados y ha afirmado que sólo se hizo "una reflexión de por qué a algunos (conductores) no les llegaron los avisos o por qué algunas recomendaciones no fueron atendidas por otros", pero "en ningún caso", ha dicho, se les culpabilizó. 

El ministro ha vuelto responsabilizar en su totalidad a la empresa concesionaria de la carretera y, aunque ha dicho que eso no es excusa, no ha anunciado ningún cambio y considera que no debe dimitir. "Yo no voy a dimitir, no creo tener responsabilidad política en la gestión de esta circunstancia que se ha vivido derivada de una autopista concesionada", ha declarado el ministro durante su comparecencia en la Comisión de Interior en el Congreso, en respuesta a las preguntas por parte de la oposición acerca de si pensaba abandonar su puesto. "Mi cargo está a disposición del presidente, yo por esto no debo dimitir", ha insistido.

También ha respaldado al director general de Tráfico y amigo personal del ministro, Gregorio Serrano pese a que la oposición al completo exige su cese. Zoido ha asegurado que desde la Dirección General de Tráfico hubo en todo momento "previsión, planificación, coordinación y capacidad de reacción ante posibles incidencias" y que se puso en marcha un "amplio e importante dispositivo" para responder ante ellas.

Sin embargo, lo cierto es que miles de conductores quedaron atrapados durante más de 17 horas en la carretera sin recibir asistencia por parte de las autoridades. Zoido ha insistido en que tanto la AP-6 como la AP-51 y la AP-61 (las carreteras afectadas por el temporal) cuentan con "su propio centro de control de tráfico" donde se integran "todos los recursos" para atender los tramos que gestiona la empresa concesionaria. "No quiero que se entienda esto como una excusa, pero las concesionarias tienen la obligación de gestionar y la capacidad de adoptar medidas", ha recalcado el ministro para responsabilizar una vez más de todo a Iberpistas, empresa adjudicataria de esta autopista, quien a su juicio tomó decisiones que "no fueron correctas".

Para echar balones fuera y culpar únicamente a la concesionaria, Zoido ha esgrimido que el mismo temporal afectó a la carretera A-1, de titularidad estatal, y que en esa carretera no hubo colapsos ni retenciones. Por eso ha recordado que el director general de la DGT, Gregorio Serrano, ya avanzó que Fomento va a abrir expediente sancionador y penalizador a la empresa concesionaria.

La oposición pide el cese del director de la DGT

Desde la oposición, PSOE, Ciudadanos y Podemos han vuelto a pedir al ministro que cese al director de la DGT, Gregorio Serrano, al que acusan de "dejación de responsabilidades", de "mentir" tanto al propio ministro como a la comisión en el Congreso de hace dos días, y de no estar a la altura del cargo. “No se deje guiar por el mal consejo de un amigo”, le ha pedido el portavoz de Ciudadanos, Miguel Ángel Rodríguez. 

Por su parte, Zoido, ha defendido en repetidas ocasiones a Serrano. Nada de lo que pasó aquel día hubiera cambiado si el director general de Tráfico hubiera estado en Madrid", ha zanjado el ministro. Ha afirmado que el director general de Tráfico"está capacitado para gestionar situaciones difíciles y complicadas" y ha pedido a la oposición que "no dude" de que "si algún día tengo que tomar medidas, las tomaré con independencia de nuestra relación personal".