Solo dos días después de que Santiago Abascal haya sido reelegido presidente de Vox en un intento de tapar la crisis interna, el partido ha saltado por los aires en Balears. La secuencia ha sido la siguiente: primero, cinco diputados autonómicos críticos con la dirección nacional se han hecho con el control del grupo parlamentario y han acordado la expulsión de la líder del partido en las islas, Patricia de las Heras, y del presidente del Parlament, Gabrielle Le Senne; y poco después, Vox ha reaccionado expulsando a los cinco rebeldes baleares. 

Fue Idoia Ribas, portavoz del grupo ultra en Illes Balears, quien anunció alrededor de las once y media de la mañana que la decisión de expulsar a sus dos compañeros se había tomado "por mayoría absoluta" y que era una cuestión necesaria para "avanzar" en los objetivos de Vox y contentar a sus simpatizantes. 

Dijo que la expulsión se debía a "motivos internos" y que, a partir de ahora, mejoraría la cohesión del grupo. Como consecuencia, Le Senne dejará de ser presidente del Parlament en los próximos días.  

La dirección nacional echa a quienes echan

La dirección nacional de Vox reacción casi de inmediato expresando su apoyo a los dos dirigentes purgados y ha anunciado que propondrá la expulsión de los otros cinco diputados autonómicos. Tanto De las Heras como Le Senne estuvieron este sábado en la Asamblea General de Vox aupando a Abascal.

Según ha explicado Ignacio Garriga, secretario de organización del partido ultra, los dos dirigentes apartados cuentan con todo el apoyo de la dirección nacional de Vox, mientras que los cinco que comunicaron la expulsión al Parlament han actuado "de manera unilateral" y sin informar a Madrid.