El líder de Castilla y León de Vox, Juan García-Gallardo, ha defendido en una rueda de prensa que los votos de su formación no valen "ni más ni menos" que los de otros grupos políticos. Ha recordado que otras agrupaciones, en anteriores legislaturas, han conseguido integrarse en el Gobierno con menos representación. "Nosotros vamos a hacer valer nuestros votos".

Al mismo tiempo, reconoce que irán a las negociaciones con "flexibilidad" y entendiendo que no podrán aplicar todo su programa electoral. Gallardo dice que no tratará con el PP, por el momento, acuerdos por consejerías y cargos, pero afirma que llevará dos exigencias a la negociación: derogar "en el minuto uno" normativas "de izquierdas" como la ley autonómica contra la Violencia de Género y el decreto que regula la Memoria Histórica en esta comunidad.

Las palabras de Gallardo se producen un día después de que Santiago Abascal manifestara sus deseos de ver a su candidato como vicepresidente de la región. El líder nacional de Vox añadió que reclamarán la entrada en el Ejecutivo y que no regalarán sus apoyos al Partido Popular. 

Gallardo, el candidato con tuits homófobos y machistas

Las demandas del político están en sintonía con los mensajes que publicaba en redes sociales hace años y que acabó borrando de su perfil. "Ser feminista es una ridiculez, más aún si no eres una mujer", "Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones", "Hacía años que no me robaba un gitano, sentimiento entre impotencia y nostalgia" son algunas de las declaraciones que el representante ultraderechista ha escrito en internet. 

De hecho, para Gallardo, el PP entra dentro de la etiqueta de "derechita cobarde" desplegada por los de Abascal, también en la campaña de Castilla y León. "Estamos como estamos porque el PP es como es. Cobardes y sumisos", protestaba en un tuit. En otro escrito, apeló directamente al presidente popular, Pablo Casado: "Ojalá hubieras aprovechado mejor las oportunidades académicas que te dieron tus padres en lugar de dedicarte a colocar las sillas en los mítines del PP". 

El debate sobre "el cordón sanitario"

Las pretensiones de Vox de acceder al Gabinete regional también han puesto el foco en otro actor político: el PSOE. ¿Estarían dispuestos los socialistas a apoyar un gobierno de Mañueco para evitar la entrada de Vox? Por el momento, el PSOE ha confirmado que "no hay alternativa" y que durante la campaña han visto cómo varios representantes del PP mostraban su predisposición a pactar con Vox. Isabel Díaz Ayuso, durante uno de los actos de campaña, dijo que prefería "pactar con el partido de Ortega Lara que con quienes lo secuestraron".

Los populares usarían los acuerdos del PSOE con EH Bildu o ERC para justificar un hipotético pacto de Gobierno con Vox. Esto alejaría a los de Casado de los planteamientos de las fuerzas de centroderecha del resto de países de la Unión Europea. 

Los socialistas ya rogaron al PP establecer un cordón sanitario a la ultraderecha como en Alemania. Adriana Lastra, pidió al PP que siga el ejemplo alemán y que recuerde que "la defensa de la democracia va más allá de los intereses partidistas". La vicesecretaria general del PSOE advirtió a Casado que debe dejar de "ensanchar" y de "abrirle la puerta" de las instituciones a Vox.