"La campaña en Galicia empieza el sábado", aseguraba hace unos días un alto cargo de la cúpula del Partido Popular. Apuntaba esta misma fuente que Alfonso Rueda había ido "de menos a más" en la campaña, que el electorado se había activado después del debate electoral y que la última semana iba a ser definitoria. Había nervios —las encuestas apuntan a una mayoría absoluta ajustada y los fantasmas del 23 de julio no han desaparecido—, pero transmitían calma. Calma tensa.

La estrategia de campaña de Rueda contemplaba una recta final en clave gallega, aislada del debate nacional. Todo está controlado "y si pasa algo ya lo gestionaremos", transmitían desde el entorno más próximo al actual presidente de la Xunta. Y ha pasado.

Este domingo diferentes medios de comunicación, entre ellos Público, publicaban que el PP se abría a aprobar un indulto condicionado a Carles Puigdemont, que veían "difícil" probar los delitos de terrorismo que se investigan y que Feijóo estudió la amnistía durante 24 horas en las negociaciones para su investidura.

Un volantazo que ha sorprendido al partido y que amenaza con monopolizar la recta final de la campaña para las elecciones del 18 de febrero. Un mal escenario, según fuentes populares, que creen que poner este tema sobre la mesa ahora "solo beneficia al PSOE". En la memoria colectiva del PP sigue resonando la "malísima", apunta un barón, última semana de campaña de Feijóo en las elecciones del 23 de julio.

Así, en público, el PP parece cerrar filas con la dirección nacional del PP asumiendo las explicaciones que ha dado este domingo el propio Feijóo. También hay dirigentes que apuntan a "manipulaciones" o "interpretaciones interesadas" de los periodistas para desacreditar la información. Pero, en privado, se ha extendido el desconcierto ante este giro en la posición del partido. Y con él, la prudencia. Porque los populares asumen que no pueden "reventar" la campaña de Rueda con ruido interno.

Lo que es seguro es que el candidato del PP a la Xunta no podrá escapar fácil de la polémica que ha encendido Génova. Tanto los partidos del Gobierno, PSOE y Sumar, como Vox, han encontrado un hueco para ganar fuerza en una campaña en la que Rueda y Ana Pontón (BNG) estaban siendo los protagonistas.

Este escenario explica también la premura con la que Feijóo ha intentado salir al paso de las informaciones este domingo. "Dije y digo que no a cualquier tipo de indulto porque no se da ni una sola de las condiciones para ningún posible indulto", señaló desde Ferrol sin aceptar preguntas de los periodistas.

Fuentes populares reconocen su sorpresa por el hecho de que Feijóo considere los delitos una "posibilidad", pero señalan: el partido tiene ahora que remar junto para no perder Galicia. El 19 de febrero se abrirán todos los escenarios.