De la Vega dice que la gran cacería fue la del PP en el 'Prestige'

La ferrolana Concepción Arenal debió dar ayer un respingo bajo su lápida de Pereiró en Vigo. Ni en el más absurdo de sus sueños podría haber imaginado que algun día aquel Lugo de canónigos y caciques acogería un día un mitin de mujeres cuya estrella principal era también una mujer, una vicepresidenta del Gobierno de España. A Concepción Arenal se refirió María Teresa Fernández de la Vega, que recordó que la vieja luchadora por los derechos de la mujer soñó hace más de siglo y medio "lo que hoy empieza a ser posible".

De la Vega ejerce de gallega cada vez que se asoma por Pedrafita. Sus dos tías paternas, Jimena y Elisa, fueron la dos primeras mujeres en cursar una carrera universitaria en Galicia y en hacerse con una licenciatura de Medicina. Fue en la Universidad de Santiago. En esos mismos bancos de la Universidad compostelana se cuenta que la propia Concepción Arenal se había colado mucho antes disfrazada de hombre para poder asistir a clase. Ayer, en la comida mitin de Lugo, fue al revés.

De la Vega ejerce de gallega cada vez que se asoma por Pedrafita

"Usted no puede pasar", se conminaba en la puerta de entrada a todo varón despistado. Los dos únicos ejemplares masculinos que entraron oficialmente en el recinto fueron el alcalde de Lugo, Xosé Pérez Orozco, especialista en recordar los nombres y apellidos de todos sus votantes. Y lo demostró con un buen número de las 600 mujeres que acudieron al acto. Y el vicesecretario del PSdeG-PSOE, Ricardo Varela, que en su intervención dejó claro de qué iba aquello: "No voy a abrir el acto con eso de queridos amigas y amigos". Sólo había amigas.

En ese ambiente, Fernández de la Vega no estaba para medias tintas. Vinculó el regreso de la derecha a la Xunta a un inevitable retroceso en los derechos de las mujeres: "Queremos mantener las conquistas, no podemos permitirnos dar ni un pasito atrás". Tras alabar las políticas de igualdad del Gobierno de Pérez Touriño, la vicepresidenta subrayó que el PP es conservador porque "nos quiere conservar en la misma posición de sumisión en que nos ha tenido durante siglos".

El chapapote de Fraga

Horas más tarde, en el Palacio de la Ópera de A Coruña, De la Vega fue más allá en sus ataques a la derecha. "Venga con la cacería, la cacería" dijo respecto a las críticas a la coincidencia entre el ministro Bermejo y el juez Garzón en una montería en Jaén. "Es que no se dan cuenta de que aquí en Galicia la cacería del siglo fue protagonizada por ellos, no se acuerdan de que, mientras el Prestige soltaba miles de litros de chapapote, los que tenían que estar tomando decisiones estaban de cacería", dijo la vicepresidenta recordando la participación del ex presidente gallego Manuel Fraga en una montería en plena crisis.

Mítines de género

Pero habíamos dejado a De la Vega inmersa en esa nueva modalidad de mitin de género. La vicepresidenta se hizo un hueco entre las mesas para penetrar en un bosque de brazos y besos. Sus fans le llevaron incluso regalos: "Es solo un detalle". Bueno no todas estaban contentas.

"Me han puesto una silla, pero no tengo plato", denunció una de las asistentes a un camarero. Y es que la capacidad de convocatoria de De La Vega superó toda previsión. El Partido Socialista había reservado un salón de bodas en un complejo hostelero a las afueras de la ciudad que se quedó pequeño. "Aquí nadie se va a quedar con hambre", tranquilizó desde el micrófono Ricardo Varela. Dicho y hecho. Se habilitó inmediatamente un comedor de urgencia.