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MadridLos vecinos se quejan al Ayuntamiento del "calvario" de las obras del Mahou-Calderón
Una comisión mixta se encargará del seguimiento y de la correcta ejecución del proyecto urbanístico que se desarollará tras la demolición de estadio de fútbol del Atlético de Madrid, junto al anillo de la M-30.
Manuel Tapia Zamorano
Madrid-
Representantes de los colectivos vecinales y de las asociaciones de madres y madres de alumnos de los colegios afectados por la construcción del proyecto urbanístico Mahou-Calderón han dejado claro al Ayuntamiento de Madrid que no quieren pasar “otro calvario” como el de este verano, en el que los ruidos y molestias ocasionadas por las obras han sido insoportables.
La concejala de Obras y Equipamientos el Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero; el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y la presidenta de la Junta de Distrito de Arganzuela, Cayetana Hernández de la Riva, se han reunido este jueves con los representantes de las asociaciones de vecinos y las AMPAS de los colegios situados en el entorno del proyecto urbanístico Mahou-Calderón, para informarles de las actuaciones que se están realizando.
La reunión se produce después de que el pasado 9 de septiembre las asociaciones de padres y madres y los vecinos de la zona expresaran en un comunicado su “máxima preocupación y descontento” por la situación de la “zona cero” de las obras del Mahou-Calderón.
Los firmantes del escrito señalaban que “tras un verano espantoso” para los vecinos, que han sufrido el problema de los ruidos y el polvo incluso en “horarios intempestivos”, el comienzo del curso escolar había disparado todas las alarmas porque no estaba garantizada la seguridad y la salud de la población escolar de los centros educativos colindantes.
El riesgo de las calles levantadas y valladas, el elevado tránsito de camiones y el excesivo polvo y ruido en la zona son algunos de los problemas denunciados por los vecinos, que han exigido al Ayuntamiento medidas que minimicen el impacto de las obras y que se garantice la seguridad y la salud de vecinos y escolares.
Según ha explicado a este diario uno de los asistentes a la reunión, José María Martín, de la Asociación de Vecinos Pasillo Verde-Imperial, los responsables municipales recibieron el mensaje claro de que los residentes en la zona no van a permitir “otro calvario como el de este verano”, en el que los trastornos y molestias causadas por las obras han sido “insufribles”.
Más tranquilos
Martín admitió, no obstante, que los vecinos salieron más tranquilos al término del encuentro de esta tarde, en el que recibieron una exposición detallada y técnica del desarrollo de las obras y les fue comunicada la decisión de crear una comisión de seguimiento de las actuaciones urbanísticas, encargada de velar por el cumplimiento de la legalidad y la seguridad de los ciudadanos.
“Este verano”, recalcó, “ha habido demoliciones, movimientos de tierras y actuaciones de todo tipo, que han supuesto un verdadero acoso a los vecinos, que han comprobado cómo todas las calles afectadas por el proyecto Mahou-Calderón estaban colapsadas”.
El representante vecinal se refirió en concreto a la operación de demolición del estadio Vicente Calderón, que se encuentra en la segunda fase, y a la ausencia de medidas correctoras como la instalación de pantallas acústicas para contrarrestar el impacto medioambiental.
“El derribo del estadio se está solapando con las actuaciones iniciadas en los terrenos de la empresa cervecera, donde los camiones entran y salen constantemente porque, según nos han explicado, han hecho acopio de toda la tierra necesaria para establecer el nuevo viario del plan de urbanización”.
Martín aseguró que los vecinos permanecerán vigilantes ante los efectos de unas obras gigantescas, que incluyen la demolición de un campo de fútbol, el desvío de una de las principales arterias de circulación de la capital y la ejecución de un ambicioso plan urbanístico.
El derribo empezó en febrero
Las obras de demolición del antiguo estadio del Atlético de Madrid comenzaron en febrero de este año, ante las protestas de los residentes en la zona, que se quejaban del ruido y polvo generados por la actividad de la maquinaria y los trabajadores.
El proyecto de urbanización Mahou-Calderón es fruto de un convenio firmado por el Ayuntamiento de la capital, Mahou-San Miguel y el club rojiblanco, dotado con un presupuesto superior a los 42 millones de euros, que permitirá la construcción de un total de 1.400 viviendas.
Las obras, que está previsto que terminen a finales de 2021, afectarán a una superficie de 193.000 metros cuadrados. Más de 132.000 metros se dedicarán a uso residencial y de ellos un 11 por ciento se destinará a vivienda protegida.
El acuerdo entre la corporación municipal, la empresa cervecera y el club de fútbol reserva para la actividad privada casi 15.000 metros cuadrados y el resto se empleará, a partes iguales, para espacios verdes y viales.
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