Este artículo se publicó hace 2 años.
Txeroki llega a España para ser juzgado por un atentado con coche bomba en Bilbao en 2002
Está previsto que la Audiencia Nacional le juzgue el próximo 13 de septiembre por este hecho, aunque el etarra tendrá que comparecer varias veces ante el órgano judicial.
Madrid-Actualizado a
El etarra Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, ha llegado a España tras entregado por Francia para ser juzgado en la Audiencia Nacional por un atentado cometido en Bilbao el 12 de enero de 2002 con un coche bomba que causó daños materiales. La Policía Nacional la encargada de custodiar el que fuera jefe militar de ETA y lo trasladará a la cárcel madrileña de Soto del Real.
Está previsto que la Audiencia Nacional le juzgue el próximo 13 de septiembre por este hecho, aunque el etarra tendrá que comparecer varias veces ante el órgano judicial. Esta entrega temporal por parte de Francia entra dentro de la normal relación de colaboración entre ambos países.
De hecho, Txeroki ha sido trasladado en varias ocasiones a España para que responda por diversos atentados. Fue el pasado mes de enero cuando la Sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París decidió la entrega a España del etarra por un periodo máximo de dos meses, pese a que la Audiencia Nacional había solicitado seis.
Se le atribuye el asesinato de José María Lidón
Txeroki, que también es conocido por el alias de Arrano, fue detenido el 17 de noviembre de 2008 en Francia y la justicia de ese país, así como la española, le han condenado en varias ocasiones. En 2011 fue sentenciado a 377 años de cárcel por 21 intentos de asesinato y actos terroristas.
Nacido en Bilbao (Vizcaya) el 6 de julio de 1973, supuestamente comenzó a colaborar con el comando Vizcaya después de la tregua mantenida por la banda terrorista entre septiembre de 1998 y diciembre de 1999. Entre las acciones que se le atribuyen figura el asesinato del magistrado José María Lidón, su participación en los atentados contra los socialistas Eduardo Madina y de Esther Cabezudo, y contra dos guardias civiles en Capbreton (Francia).
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