Tudanca y Lobato alzan la voz: radiografía de las tensiones en las federaciones del PSOE a semanas de su Congreso

Queda todavía alrededor de mes y medio para la celebración del 41 Congreso Federal del PSOE. Será los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre en Sevilla. Aunque el objetivo de la dirección de Ferraz y de Pedro Sánchez es que todo el debate político interno se centre en las "ideas" y dejar las cuestiones de renovación orgánica para más adelante, la realidad es que las federaciones ya se están moviendo en otras direcciones. 

El caso más llamativo es, de momento, el de Castilla y León. La semana pasada la dirección que lidera Luis Tudanca aprobó un calendario de primarias contrario a las directrices marcadas por Ferraz. Mientras que sus afines han denunciado la "injerencia" de la dirección federal, en Ferraz defienden la decisión.

En este contexto, como reveló Público el miércoles, once integrantes de la dirección de Tudanca solicitaron al Comité Federal de Ética y Garantías la suspensión del proceso por haberse ocultado. En paralelo, el propio Tudanca y dirigentes cercanos a él han denunciado públicamente una supuesta campaña de "desestabilización" de Santos Cerdán y su equipo para desgastar a Tudanca. 

En Castilla y León, fuentes consultadas en el sector cercano a Tudanca apuntan a que hay "malestar" también en otros territorios. Y vaticinan que habrá más reivindicaciones contra Ferraz. De momento, de forma pública solo se ha alineado con Tudanca, con matices, el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato. 

Sin apuntar directamente a Ferraz o Cerdán, el dirigente madrileño "agradeció" a Tudanca que "abra el debate" sobre estas presuntas intenciones de "socavar las legitimidades" de algunos líderes territoriales mediante filtraciones a medios de comunicación. "Nos ha pasado a todos", señaló en una entrevista concedida a Europa Press. 

Tanto en el caso de Tudanca como en el de Lobato se da por hecho, según varias fuentes socialistas, que contarán con candidaturas alternativas, en teoría avaladas por Ferraz, en sus congresos autonómicos, algo que todavía no está del todo claro. En ambos entornos creen que cuentan con la mayoría de sus militancias a favor en el caso de que haya primarias. 

En Ferraz minimizan el impacto de estas críticas y las enmarca en problemas internos de las federaciones

Por su parte, en Ferraz minimizan el impacto de estas críticas y las enmarcan en problemas internos de esas mismas federaciones. "Lo que sale en los medios nos afecta a todos", señalan. En Castilla y León, aparte de la mencionada carta, Tudanca no controla ni León ni Valladolid, las más numerosas. De hecho en ambos territorios hay enfrentamientos que vienen desde tiempo atrás. En Madrid es habitual la proliferación de corrientes internas y batallas desde hace décadas. 

Por tanto, en la dirección socialista no sorprenden estos movimientos. "Es lo habitual de cara a un Congreso del PSOE", señalan las fuentes consultadas. "Todo el mundo quiere sacar cabeza", naturalizan otras voces socialistas. 

De Aragón a Castilla-La Mancha 

La dirección que lidera Sánchez circunscribe las federaciones "rebeldes" a las ya habituales de Aragón o Castilla-La Mancha, con Javier Lambán y Emiliano García Page a la cabeza. En la primera de ellas la ruptura entre sectores es notable, con un enfrentamiento abierto especialmente entre la federación de Huesca, crítica con Lambán, y el resto.

Los afines al actual secretario general y expresidente de Aragón llevan tiempo ya rechazando decisiones de Ferraz como sucedió con la confección de las listas para las elecciones europeas, por ejemplo. Aquí también se da por hecho que habrá batalla electoral, aunque hay dudas sobre las mayorías. Pilar Alegría está en todas las quinielas para ser una alternativa a la candidatura continuista. 

En Castilla-La Mancha no esperan alternativa a Page, que gobierna con mayoría absoluta uno de los pocos territorios que siguen en manos del PSOE. En el proceso orgánico han pactado el calendario de su congreso regional con Ferraz sin mayores problemas. 

Un conflicto inesperado se ha producido también en Cantabria. La cercanía del Congreso ha visibilizado también la división en esta federación, que además se ha cristalizado en dos listas de delegados enviados al cónclave de Sevilla. Algo que solo ha sucedido en este territorio aparte de Huesca, Zaragoza y La Gomera.

La disputa cántabra, que se tendrá que dirimir por votación, es entre el sector afín a Pablo Zuloaga, actual secretario general y el que encabezan la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán y el diputado y dirigente de la Ejecutiva Pedro Casares. 

En Extremadura también hay cierto ruido, según reconocen fuentes socialistas. El actual secretario general, Miguel Ángel Gallardo, venció las primarias hace escasos meses, pero no con demasiado margen. Algunos de sus posicionamientos no han sentado demasiado bien en Ferraz. Hay algunas voces que señalan también la posibilidad de que haya una candidatura alternativa. 

Por su parte, Juan Espadas ha recibido críticas internas en la federación del PSOE de Andalucía. Aunque ha habido dudas sobre su liderazgo, fuentes de Ferraz señalan que no maniobrarán contra él. Desde la federación andaluza rechazan "alimentar debates" organizativos en relación a la situación de Castilla y León. "Estamos centrados en que el Congreso de Sevilla salga muy bien, con debate y propuestas atractivas. Por supuesto hablaremos de organización interna y cosas que hay que mejorar", señalan. 

Por lo demás, en la dirección socialista destacan que la mayoría de federaciones ha entendido las directrices de Ferraz sobre el Congreso Federal. Las fuentes consultadas señalan que había territorios que también querían adelantar su calendario de primarias pero que entendieron y aceptaron los planes. Una de ellas, según reveló el propio Lobato, es la Comunidad de Madrid. 

Galicia, Euskadi, Catalunya, Asturias, Navarra, País Valencià, Murcia, Illes Balears o Islas Canarias estarían "pacificadas" según fuentes de la cúpula socialista. En todo caso, las mismas fuentes recuerdan la importancia de la democracia interna y la implantación de primarias. Algo que, insisten, no sucede en el PP, que lleva sin celebrar procesos internos desde hace años.