El triple reto de ERC: pactar con Junts, reforzar al Govern y evitar la repetición electoral
Los republicanos avisan a Sánchez que no dé "por supuesto" su "sí" a la investidura y se fijan como objetivo inmediato cerrar un acuerdo estratégico con la otra gran fuerza independentista para negociar conjuntamente con el PSOE.
Barcelona-Actualizado a
Las próximas semanas serán claves para desencallar la negociación para la posible investidura de Pedro Sánchez y la reedición del gobierno de coalición en el Estado con Sumar o avanzar hacia un escenario de bloqueo que comporte una repetición de las elecciones generales. La aritmética surgida del 23J sitúa a ERC y a Junts -con 7 diputados cada uno- en una posición clave, a pesar de que las dos formaciones independentistas sufrieron una fuerte bajada de votos.
La caída fue especialmente sangrienta en el caso de los republicanos -perdieron más de 400.000 sufragios y 6 escaños- y en las últimas horas primeras espadas del partido han avisado al PSOE que no dé por sentado su "sí" a Sánchez y le han reclamado gestos para atender las "necesidades" de Catalunya.
La cúpula de Esquerra considera "nefasta" una repetición electoral, puesto que ofrecería una segunda oportunidad para un posible ejecutivo de PP y Vox en el Estado, pero necesita avances tangibles tanto en aquello directamente vinculado al conflicto político como en cuestiones más materiales -déficit fiscal y traspaso de Rodalies- para poder avalar a Sánchez sin que el desgaste del partido vaya a más.
ERC aspira a avanzar en la resolución del conflicto y a mejoras vinculada al día a día, como la financiación o Rodalies
El elemento clave seria cerrar un "acuerdo estratégico" con Junts que lleve a las dos formaciones a negociar conjuntamente con el PSOE, eleve el coste de su "sí", evite la repetición de los comicios y, de paso, refuerce al debilitado Govern de Pere Aragonès, que ahora sólo tiene el apoyo de 33 de los 135 diputados del Parlament.
Este es el triple reto que afronta una ERC que, paralelamente, se ha estirado en el diván y ha iniciado un proceso de diálogo con sus bases para abordar las dos fuertes derrotas electorales que ha sufrido en sólo dos meses: municipales del 28 de mayo -cuando perdió más de 300.000 votos y pasó de primera a tercera fuerza, por detrás de PSC y Junts- y generales del 23 de julio.
La última en fijar la posición de Esquerra ha sido su secretaria general, Marta Rovira, que en una entrevista en Catalunya Ràdio este miércoles ha avisado a Sánchez que no puede dar por sentado sus votos para la investidura y que lo rechazarán "si gira la espalda a las necesidades de Catalunya". Sus palabras llegan al día siguiente que el presidente del Govern, Pere Aragonès, reclamara al líder del PSOE "que se mueva" si quiere ser investido.
El acuerdo "estratégico" con Junts
¿Cuáles son las necesidades de Catalunya, según ERC? Por un lado, hacer pasos adelante en la resolución del conflicto político, con el horizonte final de un referéndum de autodeterminación. De entrada, se trataría de recuperar una mesa de diálogo entre gobiernos que, por decisión del PSOE, está congelada desde julio del año pasado.
Es en este espacio donde ERC quiere llevar su propuesta de acuerdo de claridad, que pretende que defina las condiciones para poder celebrar un referéndum acordado sobre la independencia de Catalunya. Y, paralelamente, los republicanos reclaman acabar con la represión, con el objetivo de buscar algún tipo de solución colectiva que, entre otros, permita el retorno del expresident Carles Puigdemont y de la propia Marta Rovira.
El resto de necesidades hacen referencia a los "déficits estructurales" que sufre Catalunya y que, según Aragonès, se pueden resumir en el déficit fiscal, lo que comportaría una mejora de su sistema de financiación; y en el traspaso integral del servicio de Rodalies a la Generalitat, con los recursos pertinentes para poder afrontar las inversiones para ponerlo al día, sin descartar tampoco el traspaso del aeropuerto del Prat. Cuestiones más ligadas a la economía y al día a día que ya se reclamaban hace más de 15 años, en la etapa de negociación del Estatut. Carpetas que, por otro lado, en gran parte son compartidas por Junts, que también las recogía en su programa electoral para el 23J.
ERC quiere que el PSOE descongele la mesa de diálogo, que no se reúne desde hace un año
Precisamente lograr un acuerdo con Junts es el principal objetivo a corto plazo de ERC, puesto que permitiría ganar fuerza al independentismo en la negociación con el PSOE y, a la vez, dejar atrás la constante pugna entre las dos formaciones que es una de las razones de la desmovilización de su electorado. Rovira, directamente, ha defendido la necesidad que los dos grandes partidos soberanistas cierren un "acuerdo estratégico", un hecho que según ella permitiría generar "ilusión, esperanza y movilización" del movimiento independentista. La secretaria general de ERC considera que un desacuerdo entre los dos partidos podría provocar la repetición de las elecciones en el Estado, que "tendría consecuencias nefastas".
¿Retorno a un Govern compartido?
En la línea de lo que dijo hace unos días su homólogo en Junts, Jordi Turull, los resultados del 23J dan al independentismo una "oportunidad" de incidir en la investidura y la legislatura estatales y, por lo tanto, avanzar en sus demandas. Rovira, directamente, apuesta por negociar con "discreción" y lograr este acuerdo estratégico para "hablar juntos con el Gobierno español", tal como ya se había hecho en el inicio de la mesa de diálogo, el febrero del 2020, bajo la presidencia de Quim Torra.
La realidad es que las negociaciones entre las dos fuerzas ya han empezado, al menos en fase preliminar. El propio president Aragonés ha confirmado que se ha puesto en contacto con Albert Batet, líder parlamentario de Junts, para tratar sobre como avanzar conjuntamente de cara a la investidura de Sánchez.
Aragonès ya ha contactado con Albert Batet para abordar cómo afrontar la investidura de Sánchez
Los estrategas republicanos también contemplan que una negociación independentista en común a Madrid podría frenar la desmovilización independentista, puesto que si hay investidura, como mínimo ganan tiempo hasta las siguientes elecciones y tienen margen para rentabilizar los posibles pactos con el PSOE, y si se va a una repetición de los comicios tanto Junts como ERC podrían atribuir la responsabilidad a los socialistas por no atender sus demandas.
Si finalmente las dos formaciones cierran un "acuerdo estratégico", su alcance irá mucho más allá de la negociación con el PSOE para tirar adelante el gobierno de coalición en el Estado. De entrada, podría abrirse el horizonte de un retorno de Junts al Govern de la Generalitat, de donde salió em octubre pasado, un escenario que ya han planteado dirigentes republicanos como por ejemplo la número dos del partido el 23J, Teresa Jordà.
Con Junts dentro, el Govern pasaría a tener el apoyo de 65 diputados, a sólo tres de la mayoría absoluta
Si esta hipótesis se materializara, el Govern pasaría a tener el apoyo de 65 diputados en el Parlament, es decir, se quedaría a sólo tres de la mayoría absoluta, lo que le facilitaría cuestiones como la aprobación de los presupuestos de la Generalitat del 2024 -los del 2023 los aprobó con los votos de Comuns y PSC- y superar la debilidad en la cámara, donde los últimos meses ha acumulado bastantes derrotas en votaciones. Además, se alejaría el horizonte de un adelanto electoral en Catalunya -Aragonés insiste que no lo contempla y que quiere llegar al final de la legislatura, fijado por principios del 2025, pese a la actual debilidad del Govern-.
El reto de mantener la presidencia de la Generalitat
La situación de ERC puede variar bastante en función de cómo culminen las negociaciones con Junts y la investidura de Pedro Sánchez y puede definir como llega el partido a las futuras citas con las urnas, con el horizonte puesto en las europeas de la próxima primavera y, sobre todo, en los comicios al Parlament, en principio previstos para el primer trimestre del 2025.
Mantener la presidencia de la Generalitat es el gran objetivo político a corto plazo de los republicanos. A pesar de que los barómetros del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) le mantienen todas las opciones -el último lo sitúa en una pugna ajustada con el PSC-, si sigue la tendencia de las municipales y las generales en ningún caso podrá seguir al frente del Govern.
El 23J ERC perdió votos hacia la abstención y hacia el PSC o Sumar, no hacia Junts o la CUP
Por todo ello, los próximos meses Esquerra también afrontará un proceso interno, puesto que hasta diciembre convocará asambleas territoriales para consultar e informar a la militancia con la intención de mejorar la organización. Las bases también serán las encargadas de validar un hipotético acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, tal como ya pasó hace cuatro años.
La voluntad es frenar una sangría electoral que en las municipales y las generales se ha manifestado con toda la crudeza y que afecta al conjunto del independentismo, aunque en grados diferentes. El 23J, la pérdida global se situó en 660.000 votos y ERC sufrió fugas fundamentalmente hacia la abstención o hacia el "voto útil" que representaron PSC y Sumar En Comú Podem, pero no hacia Junt o la CUP. Recuperar la movilización de este espacio político es, a la vez, básico para que ERC pueda lograr sus objetivos políticos y mantener cuota de poder.
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