Los trabajadores de la tele pública gallega piden el cese de ocho altos cargos por manipulación informativa y sexismo

El Comité Intercentros de la Corporación de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) ha pedido el cese de los máximos responsables de la compañía después de varios episodios de lo que consideran "manipulación informativa" ocurridos esta misma semana. Denuncian la "deriva ideológica" de la dirección y la acusan también de promover la difusión de contenidos machistas y sexistas.

Público ha intentado recabar la valoración de la gerencia de la empresa, que dirige Alfonso Sánchez Izquierdo, pero al cierre de este artículo no había obtenido respuesta.

Según la representación de los trabajadores, el primer incidente ocurrió el pasado miércoles en el Telexornal de mediodía, en la información sobre la visita de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a los trabajos de exhumación en una fosa común de víctimas del franquismo en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

"El único corte escogido por la dirección de la TVG para ilustrar la noticia no se refería en absoluto a ella, sino que recogió la pregunta de un portavoz de un blog de internet de ultraderecha que preguntó a la ministra Belarra sobre los muertos de Paracuellos, un episodio que la ultraderecha utiliza siempre en sus discursos".

En ese mismo informativo se emitieron unas declaraciones de la secretaria general del PPdeG evaluando positivamente los cien días de Alfonso Rueda al frente de la Xunta de Galicia. "La pieza se elaboró a partir de un video remitido por el propio partido, con micrófono del PP, sin intervención de ningún periodista de la TVG. Tampoco se incluyeron declaraciones de otras formaciones políticas con representación, incumpliendo el principio legal de reflejar el pluralismo ideológico del país y mantener la neutralidad informativa", añade el Comité.

Los trabajadores también denuncian el machismo y el sexismo del área de contenidos, esta vez por la promoción de una nueva serie, Saudade de ti, con mensajes como "El amor de verdad hace sufrir" y "El amor de verdad es pura locura".

El Comité advierte de que el "uso partidista e irresponsable de la CRTVG" ha derivado en una situación interna "insostenible" y de "hartazgo" entre la plantilla, por que exige el cese de la directora del área de Información, Concepción Pombo Romero, del subdirector Alejandro López Carballeira, así como de los dos redactores jefes y del responsable del Telexornal mediodía. También los del director del área de Contenidos, Fernando Rodríguez Ojea, y de las directivas Rosa Sierra y Vanessa Grela.

Además añade que los trabajadores preparan "una respuesta contundente a esta deriva ideológica que permita avanzar en la erradicación de la manipulación informativa y del sexismo en la CRTVG".

La información del comité coincide con uno más de los "venres negros" que desde hace más de cuatro años promueve la plataforma Defende a Galega, formada por los propios trabajadores contra la manipulación y por la aplicación de la ley de Medios aprobada en 2011 por el Parlamento de Galicia.

Los trabajadores aseguran que la manipulación informativa a favor del PP y de los gobiernos de Rueda y antes de Feijóo es un elemento recurrente de los servicios informativos tanto de la TVG como de la Radio Galega. También la emisión de contenidos sexistas y machistas, así como la discriminación y la persecución, de periodistas y trabajadores que denuncian la situación o se niegan a plegarse a las instrucciones políticas de la dirección.

Alfonso Sánchez Izquierdo fue nombrado director gerente de la CRTVG en 2009, tras la llegada de Feijóo al poder. Desde 2011 ocupa su cargo en funciones, incumpliendo la propia ley votada por el PP que obliga a que el director de la Corporación sea elegido por el Parlamento. Esa misma norma preveía la formación de un Consejo de Informativos con capacidad de decisión sobre esos contenidos que tampoco se ha constituido.

En los últimos 17 años, la CRTVG acumula más de 400 sentencias judiciales en contra por discriminación, persecución ideológica, despidos improcedentes e incumplimientos de los derechos de los trabajadores, entre ellas dos por reventar las huelgas feministas del 11-M con servicios mínimos ilegales, además de diversos apercibimientos de las juntas electorales por violar la neutralidad informativa durante las campañas en las que Feijóo obtuvo sus mayorías absolutas.

Sólo desde la primavera del año pasado hasta hoy van ya una veintena de fallos judiciales firmes. El último, el que condenó a la Corporación por vulnerar el derecho a la libertad de expresión de un periodista al que sancionó con suspensión de empleo y sueldo manifestarse en sus redes a favor de Defende a Galega y contra la manipulación informativa.