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Santos Cerdán, el fontanero leal a Sánchez que mantiene el PSOE unido y asumió la foto con Puigdemont

El secretario de organización del PSOE fue el elegido para el “reencuentro” con Puigdemont. El número tres de los socialistas es descrito por su partido como un dirigente con gran capacidad de diálogo.

El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una sesión del Congreso el pasado mes de abril. Eduardo Parra. - EUROPA PRESS

Miguel Muñoz

Lunes 30 de octubre. 18.30. El PSOE envía por sorpresa una nota de prensa, una fotografía y un vídeo mudo. Aparece Santos Cerdán, secretario de organización de los socialistas, junto al expresident de Catalunya, Carles Puigdemont. Una imagen simbólica que vislumbra que las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez avanzan.

En el despacho de Puigdemont en Bruselas los acompañan la portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García, el jefe de la delegación socialista en Europa, Javier Moreno y el secretario general de Junts, Jordi Turull. Preside la escena, aunque no se termina de ver, un cuadro con una fotografía de una urna usada en el referéndum del 1 de octubre.

Sánchez quiere “pasar página” en el conflicto catalán. Lo ha dicho desde hace meses. Y Cerdán es una pieza clave para terminar de amarrarlo todo. ¿Por qué él ha sido el elegido?

El actual número tres del PSOE nació en el año 1969 en la localidad navarra de Milagro. En su tierra comenzó a militar en el partido a finales de los años 90. Pasó por el Ayuntamiento de su ciudad, como teniente alcalde, ocupó varios cargos en la dirección del PSN y en el Parlamento de Navarra. De ahí dio el salto a la política estatal y a la dirección federal del PSOE.

El dirigente navarro lleva cerca de Sánchez desde sus exitosas e históricas primarias del año 2017 en las que ganó a Susana Díaz contra todo pronóstico. Él mismo fue el encargado de llevar personalmente a Ferraz las decenas de cajas con los avales para la candidatura del actual secretario general. Quienes le conocen bien lo definen como una persona que demuestra una “absoluta lealtad”.

Cerdán es un dirigente discreto pese al importante papel que desempeña. O quizás por eso mismo. No se suele prodigar en los medios de comunicación. Varias fuentes socialistas consultadas señalan a Público que no es casual que él haya sido quien asuma la foto con Puigdemont. Por varias razones. La primera, porque a nivel político es una persona que ha dado muestras sobradas de su capacidad de diálogo. La segunda, porque al no tener cargo gubernamental, su situación es diferente a la de otros negociadores de Sánchez como Félix Bolaños o María Jesús Montero.

“Estoy seguro de que la foto no fue agradable para él. Pero sabe que la tiene que hacer. Y que hay que dar pasos”, señala un dirigente socialista que lo conoce bien. Puigdemont había exigido algún paso del PSOE en el reconocimiento de su legitimidad. “Creemos en la democracia y en los reencuentros”, destacaron este martes fuentes de la dirección socialista para justificarla. De momento, no están previstos más pasos similares. En todo caso, “contactos telefónicos”.

Importante ha sido también Cerdán a la hora de tejer relaciones con EH Bildu. Vivió los tiempos duros de ETA y llevó escolta durante mucho tiempo. Por ello, como otros socialistas vascos y navarros, “no acepta que la derecha le dé lecciones sobre terrorismo”. “Ha sabido entender que eran nuevos tiempos, que a ETA se le derrotó y que había que fomentar la convivencia. Y que para eso hay que hablar. Incluso con los que no te gustan. Eso es la política”, destacan en el partido.

Él mismo participó, junto a Sánchez, en las reuniones parlamentarias con EH Bildu y Junts. Acompañó al presidente en funciones en dos encuentros sin precedentes que consolidaron la normalización de las relaciones con ambos partidos. Cerdán tiene también buen predicamento en otras formaciones políticas, que valoran que “va de frente” y es “un negociador serio”.

“Sabe mejor que nadie el valor del diálogo en política”, insisten en su entorno. En lo personal, destacan su “humildad”, su “capacidad de trabajo” y su “serenidad”. “Tiene la suficiente frialdad necesaria para ver donde otros no ven”, señalan fuentes cercanas sobre su perfil político.

Un dirigente cercano a los territorios


El protagonista del PSOE esta semana es también en gran parte responsable, destacan sus compañeros, de la “unidad” que existe en el partido. “Es una persona muy querida porque está siempre cercano, siempre tiene una llamada o un viaje a un municipio con dificultades. No se esconde, afronta los problemas. Es una persona de partido e intenta buscar cómo resolver los problemas, no generar más ni amplificarlos”, señala una de las fuentes consultadas.

Incluso en las federaciones más críticas con Sánchez y sus posiciones tiene buen predicamento por su accesibilidad. “Ha logrado que la información fluya también de abajo hacia arriba, para enriquecer las posiciones políticas del PSOE. A nivel político Cerdán tiene una influencia indudable, puede que más callada y silenciosa, pero su voz es de las que siempre cuentan para la toma de decisiones”, señalan en la dirección de Ferraz sobre él.  

Quién sabe cuáles serán las siguientes misiones que tendrá que abordar Cerdán. Lo que sí coinciden sus compañeros de partido es que él  “sabrá estar donde tiene que estar”. Como sucedió el lunes en Bruselas.

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