La carrera del laborista Keir Starmer a Downing Street, en peligro por su alineamiento con Israel
El líder del Partido Laborista y favorito en las encuesta a primer ministro se da de bruces con Gaza. Starmer tendrá que enfrentarse con otros once rivales, críticos con el genocidio de Israel, que pugnan por su mismo escaño.
Londres--Actualizado a
El líder laborista Keir Starmer se disputa este jueves –en unos comicios en los que parte como favorito a primer ministro británico– su escaño del distrito de Holborn y Saint Pancras con otros once candidatos. Algunos de ellos, independientes, han puesto el genocidio de Gaza a la cabeza de sus respectivos programas electorales, partidarios del alto al fuego y del embargo de venta de armas a Israel, en una clara acción contra Starmer y su política de defensa incondicional a Israel en la guerra contra Palestina.
Cabe decir que la media de candidatos a cada escaño es de cinco a siete, de los que sale elegido el más votado. Los políticos conocidos suelen tener entre ocho y nueve rivales, por lo que todo indica que Starmer, con once aspirantes en liza, se enfrenta a una campaña de protesta.
La política laborista sobre el genocidio en Gaza, los muertos en territorios ocupados o Cisjordania y la licencia a Israel para matar le han generado una lista de competidores que podrían recortarle, por fragmentación, los 27.763 votos de mayoría que obtuvo en las elecciones de 2019. Entonces consiguió 36.641 apoyos de un electorado de 72.190, con 8.878 para el candidato tory.
El próximo 4 de julio, se presentan contra Starmer y con agenda pro-Palestina tres candidatos independientes: Wais Islam, Senthil Kumar y Andrew Feinstein. Este último, además, dispone de numerosos seguidores que le han dado visibilidad por ventanas y calles del distrito electoral, que incluye partes del popular barrio de Camden, donde reside desde hace 22 años.
Este candidato recuerda a Público que su madre "pasó tres años y medio escondida en un sótano para sobrevivir al Holocausto". Feinstein es judío, puesto que, según la tradición, el judaísmo (religión o etnia) solo se hereda por vía materna. Aunque un sector de judíos acepta también la reconversión.
El rival de Starmer residió en Sudáfrica en los últimos años del apartheid o gobierno de segregación que ahora –denuncia– ve reproducir en la política de Israel con los palestinos. Fue diputado en la primera legislatura del Parlamento postapartheid con Nelson Mandela, a quien cita a menudo en sus discursos.
"Podemos hablar abiertamente de apoyo a los palestinos y ser críticos con el Estado de Israel, que no es lo mismo que serlo con los judíos, sin que nos tachen de antisemitas", argumenta el candidato, contrario a la purga de Starmer en el Partido Laborista que ha llevado a la expulsión de algunos de sus miembros acusados de antisemitas. Entre los expulsados, Jeremy Corbyn, líder del partido de 2015 a 2019, y candidato independiente por el distrito vecino al de Starmer.
Feinstein aduce que "los sondeos muestran que el 76% de los británicos son favorables al alto el fuego en Gaza, en cambio, ninguno de los políticos de primera fila, conservadores o laboristas, lo defiende en estas elecciones, la diferencia entre los dos principales partidos solo está en la corbata, roja o azul, por eso tenemos que cambiar". Junto a los tres rivales independientes, otros dos –el del Socialist Equality Party y el del Partido Liberal Demócrata– hacen campaña también en favor del alto al fuego y de una negociación para un tratado de paz entre israelíes y palestinos.
El distrito electoral de Holborn y Saint Pancras bordea el centro de la ciudad y se expande hacia el norte, hasta los confines del cementerio de Highgate, donde el enterrado más ilustre es Karl Marx, que lleva más de un siglo durmiendo el sueño de los justos. El distrito está representado desde 2015 en la Cámara de los Comunes por Keir Starmer, que pasaba sin pena ni gloria por las elecciones renovando su escaño hasta que, en los presentes comicios, su candidatura a primer ministro y las encuestas favorables parecen haber trastocado todo.
La oposición a Starmer por su política referida a Palestina no sólo se manifiesta con el número de candidatos a su escaño de Holborn y St Pancras, sino que desde dentro y fuera del partido le han forzado a dar un modesto paso. En el programa electoral, el Partido Laborista, a diferencia del Conservador, se compromete a reconocer el Estado de Palestina antes de que finalicen unas hipotéticas negociaciones para un acuerdo de paz entre Israel y Palestina. De momento, este posible acuerdo de paz no está previsto por la negativa de Israel a pactar y dar prioridad a destruir Hamas.
De la dimensión ética al progresismo realista
La línea adoptada por Keir Starmer de reconocer el Estado de Palestina durante las inexistentes negociaciones de paz, la ha defendido su portavoz de Exteriores, David Lammy, en un encuentro con la prensa extranjera en Londres. Originario de Guayana, Lammy tiene 51 años y fue un exitoso abogado antes de ser político, formado en una familia monoparental en el barrio de Tottenham, distrito al que representa desde el año 2000 y a cuyo equipo de fútbol apoya. Situado al centro-izquierda del partido, hace de tripas corazón para distanciarse de los conservadores y abogar por una política exterior propia.
"Nuestra política exterior estará apuntalada por el crecimiento económico y la prosperidad para todos, lo que yo llamo el progresismo realista, puesto que el mundo a día de hoy es un lugar peligroso en el que hay que protegerse y trabajar para la paz y la seguridad global", aseguró Lammy en un reciente encuentro ante periodistas extranjeros a los que contestó con "continuismo" en temas como Gibraltar, Malvinas, Hong-Kong, Taiwán, Japón, Corea del Norte, China o Rusia y Ucrania.
"Tenemos que recuperar la confianza con la Unión Europea (UE) para mejorar las relaciones y los acuerdos que se han visto perjudicados con el Brexit", recalcó Lammy, quien en el referéndum era partidario de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
Lammy señaló: "De todos los ministros de Exteriores laboristas que ha habido desde la Segunda Guerra Mundial, hay dos que me inspiran, Ernest Bevin y Robin Cook; Bevin, tras ganar las elecciones de 1945, regresó de una conferencia internacional y ya dijo que el mundo era un lugar peligroso y, por entonces, debíamos protegernos con armas nucleares defensivas". Ernest Bevin fue también el que, siguiendo la política estadounidense, reconoció el Gobierno de Francisco Franco en España cuando el exilio español pedía lo contrario.
Estos días, muchos recuerdan en Reino Unido la victoria de 1997 de Tony Blair, cuyo primer ministro de Exteriores, Robin Cook, es otra referencia para Lammy. Robin Cook se dio a conocer porque abogaba por una "dimensión ética" en su política exterior. Un compromiso moral que acabaría con su dimisión poco después por la invasión de Irak. "Esta es una guerra que no estará en mi conciencia", dijo Cook en un impactante discurso en la Cámara de los Comunes que generó una cadena de dimisiones en el Gobierno de Tony Blair.
La formación de un probable Gobierno laborista y los cambios que ello conllevará está ya en la mente de muchos. El exlíder del partido, Jeremy Corbyn, expulsado de la formación en la purga para derechizar el laborismo, ha manifestado a Público en una reciente entrevista que "el Partido Laborista no está muerto como fuerza progresista". A partir del viernes se sabrá.
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