Sánchez reivindica el diálogo frente a la insistencia de Junts de dar por muerta la mesa de negociación

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha revindicado la necesidad de continuar con la senda de diálogo emprendida hace un par de semanas en la mesa de negociación con Catalunya, en la que Junts estuvo ausente. Más aún tras la detención el pasado jueves del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont en Cerdeña, motivo al que se aferra Junts para volver a dar por muerto el foro de diálogo, del que siempre ha mostrado su escepticismo junto a la CUP.

En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha señalado que la detención de Puigdemont (en libertad provisional) ha sido "calificada" por la prensa italiana y española de "putiferio" y "lo ha cambiado todo". "Esta mesa de diálogo es solo una cortina de humo. Con ustedes no podemos negociar nada porque ustedes ni mandan ni deciden", ha apostillado en unas palabras por las que la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, le ha recriminado el uso de "términos absolutamente inadecuados".

En su respuesta, Sánchez ha reconocido que se le hacía "muy difícil" darle la réplica y ha comparado su discurso con el de un jugador de la NBA que, según ha dicho, cree que "detrás de las vacunas hay una conspiración" y quieren "conectar a los negros con un ordenador que tiene un plan satánico". En esta línea, ha afeado a Nogueras sus afirmaciones: "Ni usted misma se cree lo que está diciendo hoy aquí". Por último, Sánchez, que no ha agotado todo el tiempo del que disponía para responder, ha defendido que el 80% de los catalanes quiere que se dialogue para llegar a un acuerdo y "rechaza la unilateralidad" a la que se agarra Junts para la solución del conflicto político con Catalunya.

Precisamente, el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido a Sánchez que aclare si va a "presionar para que se juzgue en España" al expresident de la Generalitat, pese a que la decisión está en manos de la Justicia. También le ha exigido que alumbre si "autorizó" la entrada a España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Si bien, el jefe del Ejecutivo ha eludido referirse a estas cuestiones y ha presumido de hacer "política útil" en beneficio de los ciudadanos. Además, ha recalcado que los españoles están "hasta la coronilla de los insultos y los gritos".

Asimismo, ha retado al PP a sumarse a la reforma de las pensiones acordada con los agentes sociales que pondrá fin a la norma impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013. Aunque el PP ya ha avanzado su rechazo y, de hecho, el Pleno del Congreso debatirá este jueves el veto registrado por este grupo a la reforma.