"Espero que resuelvan cuanto antes su crisis. Por su bien, pero también por el bien de la democracia española". De esta manera se ha referido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la guerra interna sin precedentes que vive el Partido Popular (PP) por el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Son unas declaraciones similares a las realizadas el pasado viernes en Bruselas en las que también pidió que se aclaren cuanto antes las acusaciones cruzadas por corrupción. 

Sobre Vox, y la subida inequívoca en los sondeos, más tras la crisis en los populares, Sánchez  ha afirmado que "el auge de Vox no es una buena noticia para ningún demócrata". Además, tal y como apuntó la semana pasada, ha recordado que han pedido al PP "definir un cordón sanitario" con la ultraderecha a raíz de los resultados electorales en Castilla y León.

"Desde luego, si el PP está dispuesto a abrir este debate, el PSOE estará dispuesto a buscar una alternativa", ha añadido, en referencia a la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. Precisamente el líder de los socialistas en esta Comunidad Autónoma, Luis Tudanca, se reunía esta mañana con Mañueco. El encuentro confirmó la lejanía entre ambos partidos y cómo la opción de que Vox gobierne cobra cada vez más fuerza. 

"Nunca me voy a inmiscuir en ninguna situación de ningún partido político. El Gobierno está a lo que está, en consolidar la recuperación económica. Para que cuando termine la legislatura tengamos un país mejor", ha señalado Sánchez. Para, acto seguido, recalcar que "España necesita estabilidad", algo que también la aporta "el principal partido de la oposición". 

El líder del Ejecutivo ha realizado estas declaraciones tras las preguntas de los medios en una rueda de prensa ofrecida junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Con ella ha mantenido un encuentro de trabajo esta mañana en el Palacio de la Moncloa. 

En sus conversaciones, según han indicado ambos en la rueda de prensa, han destacado la coincidencia de "dos gobiernos progresistas" que comparten una agenda basada en la transición energética, la lucha contra el cambio climático o el compromiso con una agenda feminista.