"Solo en el último año en la Comunidad de Madrid, se ha derivado mil millones de euros públicos a la sanidad privada". Esta frase de Pedro Sánchez durante su discurso de apertura del curso político refleja bien el contenido político que quiso transmitir el presidente del Gobierno.

El presidente del Gobierno mencionó al menos en seis ocasiones a la Comunidad de Madrid durante su intervención. Evitó directamente hablar de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Pero sí cargó contra sus políticas y las contrapuso con las medidas impulsadas desde el Ejecutivo de coalición progresistas. A la Andalucía de Juanma Moreno Bonilla o la Generalitat Valenciana que lidera Carles Mazón también lanzó sus dardos. 

No fue así esta vez con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien Sánchez no hizo referencia, casi tampoco de manera indirecta. En pleno debate sobre la financiación autonómica, el líder de los socialistas decidió confrontar a nivel político con las comunidades autónomas. Al mismo tiempo sí anunció que impulsarán un nuevo modelo de financiación "justo" y que se reunirá con todos los presidentes autonómicos en las próximas semanas. 

Pero esa mano tendida, y esa defensa de que desde que Sánchez llegó al Gobierno hay más recursos que nunca para las comunidades, quedó opacada por las críticas políticas. De hecho, provocaron la reacción casi inmediata de Feijóo.

El líder de los populares escribió un mensaje en redes sociales en este sentido: "Desde su concepción bananera de las instituciones, Sánchez usa un acto oficial del Gobierno para atacar a las CCAA que lo dejan en evidencia como pésimo gestor. En lugar de insultar, debería gobernar". 

"Mercancías frente a derechos", ejemplificó Sánchez sobre las diferencias políticas de fondo entre su Gobierno progresista y los territorios gobernados por PP en solitario o junto a Vox. Antes había hecho referencia también a la Comunidad Valenciana, de la que dijo que "se han recortado el 20% de plazas públicas de las residencias de mayores". "Y la Junta de Andalucía ha suprimido ya 2.000 clases de educación pública, al tiempo que ha incrementado en un 22% el gasto en la educación concertada", añadió. 

Sánchez no se quedó ahí. El presidente destacó que entre 2018 y 2023 Madrid recibió casi 100.000 millones de euros del Gobierno de España. "Un 21% más de lo que transfirió el Gobierno de Mariano Rajoy", afirmó. Ese dato lo usó a continuación para cargar contra los recortes de impuestos, "siempre dirigidos a beneficiar a los de arriba", que han provocado la reducción de los ingresos de la Comunidad de Madrid en 31.000 millones de euros.

"Lo voy a decir de otra manera: de cada diez euros que el Gobierno de España ha dado la Comunidad de Madrid para mejorar la vida de los madrileños, de la clase media, de la mayoría social, el Gobierno autonómico ha usado tres para hacer regalos fiscales a los más ricos", añadió Sánchez. 

Los mensajes del líder socialista destacaron la baja inversión de Madrid en educación o sanidad pública, así como la eliminación de "prestaciones autonómicas enteras y hacer que la paguen el conjunto de españoles y españolas con independencia de dónde viva".

En este punto, puso un ejemplo concreto: "En 2018 la Comunidad de Madrid auxilió a 27.000 familias vulnerables con una renta mínima de inserción que costaba más o menos 12,5 millones de euros al mes. En esos seis años el Gobierno autonómico de Madrid ha ido eliminando esa prestación hasta el punto de que hoy apenas la reciben 760 familias y distribuye 300.000 euros al mes", afirmó.

Como contrapunto, Sánchez incidió en que mientras tanto, el número de hogares madrileños vulnerables que obtienen el Ingreso Mínimo Vital (IMV) creado por el Gobierno de España ha pasado de 0 a 50.000, con una inversión mensual de 37 millones de euros.

Fuentes socialistas señalan, para justificar este foco de Sánchez en Ayuso, que la presidenta madrileña representa perfectamente el paradigma de las políticas que quieren combatir desde Moncloa. De hecho, consideran que ella es realmente la que marca las políticas de Feijóo y que así se ha visibilizado en determinados momentos. 

La propia Ayuso también reacción en sus redes sociales a las palabras del presidente del Gobierno. "Incapaz de hablar nada positivo sobre su gestión, incapaz de hacerlo desde la sede del PSOE, utiliza las instituciones de todos para, mintiendo, justificar el robo que planea a Madrid y la ruptura del modelo territorial a la medida de sus socios secesionistas", escribió. 

Impuestos a los ricos 

Otra de las líneas destacadas en el discurso de Sánchez, ya asentada desde hace un par de años, tiene que ver con la fiscalidad a las grandes fortunas. No entró en detalles, aunque desde hace unos meses el Gobierno ya barrunta la posibilidad de hacer permanentes algunos de los impuestos de reciente creación como los de la banca o las empresas energéticas. 

Pero sí dejó claras sus intenciones a nivel político, con referencias muy simbólicas. "Vamos a proponer y poner en marcha nuevas acciones destinadas a acotar privilegios desproporcionados que tienen y de la que se benefician ciertas élites de nuestro país y vamos a gravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas", destacó.

Sánchez añadió que esto no pretende hacerlo "para perjudicar a los millonarios" sino para "proteger" a las clases medias y trabajadoras de un sistema que continúa siendo "extraordinariamente injusto". El mensaje lo remató el líder del Ejecutivo de la siguiente manera: "España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos -por cierto, fabricados en España- más autobuses públicos y por tanto más transporte público y menos Lamborghinis". 

En este contexto de tensión política llegarán las mencionadas reuniones bilaterales de Sánchez con los presidentes autonómicos. También debe producirse, todavía se desconoce si antes o después, la Conferencia de Presidentes, este mes en Cantabria. El líder del Ejecutivo quiere hablar de vivienda y los populares hacer un frente contra el pacto en Catalunya. El momento no parece el propicio para nuevos acuerdos de calado entre PSOE y PP.