Parece que ha pasado un año. Pero hace menos de dos semanas que el PSOE obtuvo el peor resultado de su historia en unas elecciones autonómicas en Andalucía. Los socialistas transmitieron que se esperaban esos datos, tratando de rebajar el golpe electoral. La realidad es que la dirección del partido en Ferraz pidió a su secretario general, y presidente del Gobierno, un impulso. Desde entonces, Pedro Sánchez ha tratado de relanzar su imagen pública aprovechando especialmente la aprobación del decreto anticrisis y la cumbre de la OTAN en Madrid. 

La actividad pública del líder del Ejecutivo ha sido intensa desde los comicios autonómicos. Un día después de conocerse los resultados, Sánchez se centró en la actividad interna, despejando su agenda institucional para asistir únicamente al Comité Ejecutivo Federal del PSOE. Fue en ese escenario en el que varios dirigentes coincidieron en la petición de tratar de rentabilizar más la acción de Gobierno. Algunas voces también insistieron en pedir "más calle" a su líder. 

El primer punto de las peticiones se materializó justo al día siguiente. Moncloa pisó el acelerador del decreto anticrisis anunciando un Consejo de Ministros Extraordinario que se celebraría el sábado 25. La intención es que pudiera ser el propio Sánchez quien presentara las medidas personalmente en rueda de prensa. Un hecho diferencial a lo ocurrido el pasado 29 de marzo, cuando el Gobierno optó en la presentación del primer Plan Nacional de Respuesta a los impactos económicos de la guerra por la participación de las tres vicepresidentas. 

La combinación de "calle" e institución que algunas voces socialistas reclamaron en la dirección del partido se reflejó especialmente el miércoles 22 de junio. Ese día respondió a las preguntas en la habitual sesión de control realizada en el Congreso de los Diputados. En ese marco anunció una medida nueva, la rebaja del IVA a la luz. Y a continuación viajó hasta la Sierra de la Culebra, en Zamora, para visitar a las personas afectadas por el grave incendio ocurrido en la zona. 

El final de la semana lo pasó Sánchez en Bruselas para asistir al Consejo Europeo. El presidente se mueve bien en el entorno europeo y desde Moncloa sacan pecho de los logros conseguidos allí, especialmente el de la llamada "excepción ibérica" para que España y Portugal pudieran rebajar el precio de la electricidad. En Bruselas celebró el viernes 24 su primera rueda de prensa de esta semana intensa. Desde la capital belga aprovechó para anunciar que las medidas anticrisis se extenderían hasta final de año y no solo durante tres meses como estaba previsto inicialmente. 

La valla de Melilla y el "bien resuelto" antes de la cumbre

Pero esa rueda de prensa bruselense se vio opacada por dos palabras pronunciadas por Sánchez que días después matizaría al reconocer que no había visto las imágenes en ese momento. "Bien resuelto", dijo el presidente sobre la actuación de la policía de Marruecos en la valla de Melilla. Murieron decenas de migrantes. 

La tragedia humanitaria empañó en parte la presentación de las nuevas medidas anticrisis del Gobierno. Muchas de las preguntas realizadas por los profesionales de la información fueron enfocadas por este asunto. El Gobierno fue virando su discurso conforme pasaron los días aunque siempre evitando realizar críticas a Marruecos. La Fiscalía y el Defensor del Pueblo están ya investigando lo sucedido, algo que ha pedido también la ONU. 

La "semana grande" de Sánchez comenzaba también en los medios de comunicación. Las entrevistas del presidente no ocurren con demasiada frecuencia. Y ni mucho menos se acumulan tantas en tan pocos días. El periódico La Vanguardia publicó una entrevista el pasado martes 28.

Al día siguiente, justo antes de iniciarse la cumbre de la OTAN, fue entrevistado en el programa Hora 25 de la Cadena SER. Ya el jueves, doble aparición. Primero en TVE por la mañana y luego en La Sexta por la noche. Y para este fin de semana, según ha podido saber este medio, hay otra entrevista programada con El País. 

En total, cinco entrevistas en otros tantos días. Y tres ruedas de prensa en menos de una semana, contando la realizada este jueves desde IFEM al término de la cumbre de la OTAN. Un hecho que tampoco es nada frecuente. A todo esto se le suma la propia visibilidad que de por sí ha tenido Sánchez en la cumbre de la OTAN y con los encuentros bilaterales internacionales, especialmente el que tuvo lugar en Moncloa con Joe Biden. 

Moncloa ha destacado en todo momento durante el transcurso de la cumbre la relevancia del evento. Y el "liderazgo" y proyección internacional de Sánchez. Una imagen que contrasta con las tensiones que vive internamente en España. Tanto sus socios de coalición, Unidas Podemos, como el PP de Alberto Núñez Feijóo han vertido críticas por la gestión de la tragedia en la valla de Melilla y las explicaciones dadas por el Gobierno.

La fuerza morada, además, es muy crítica con el aumento de la inversión en Defensa y la propia cumbre en sí. Pero Sánchez ya les ha lanzado a ambos un mensaje en público. "Se necesita un acuerdo de país". Los próximos meses determinarán si es capaz de conseguirlo.