Los presidentes de España y de Brasil, Pedro Sánchez y Lula da Silva, protagonizarán el martes y el miércoles una cumbre bilateral que se puede interpretar como el ensayo de la nueva alianza estratégica que la Unión Europea y América Latina quieren desplegar en los próximos años. El Ejecutivo brasileño visita España como parte de una gira internacional en suelo europeo y tras haber estado primero en Portugal, país con el que Brasil tiene importantes lazos históricos y culturales.

La cumbre bilateral, que se celebra en Madrid, tiene lugar apenas unos meses antes de que España asuma la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (mandato que se extenderá desde el 1 de julio hasta el 31 diciembre), un periodo que coincidirá con la presidencia por parte de Brasil de Mercosur.

En Moncloa son conscientes de este contexto geopolítico y quieren que la cumbre que se celebra entre los dos países sirva, entre otros objetivos, para estrechar relaciones entre Europa y América Latina. Esto cobra una relevancia especial, además, si se tiene en cuenta que la gira de Lula da Silva tiene lugar después de unos años marcados por el aislamiento internacional brasileño y la suspensión de las relaciones con varios países que se dio bajo el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro.

En vísperas de que España asuma la Presidencia europea, en Moncloa se plantean tres objetivos fundamentales en esta visita de la delegación brasileña. El primero, el refuerzo de las relaciones bilaterales entre ambos países más allá de las relaciones comerciales y económicas (que también son una prioridad). En este sentido, se buscará estrechar la cooperación tanto en materia de ciencia, tecnología e investigación, como en materia de promoción y desarrollo de la lengua española en Brasil (es la segunda lengua extranjera más estudiada en este Estado, y es el país donde más centros Cervantes hay).

El segundo objetivo tiene que ver con ese ensayo de las relaciones estratégicas entre la UE y América Latina a través de las presidencias del Consejo y del Mercosur. En el Gobierno esperan que la cumbre vaya más allá de lo declarativo, que sea propositiva, con una agenda de proyectos y de inversiones transformadoras, y que represente un antes y un después entre ambas regiones del Atlántico.

Diferencias respecto a la paz en Ucrania

El tercer objetivo es del de abordar y debatir los temas globales que definen el momento, con una especial atención a la guerra de Ucrania provocada por la invasión de Rusia. En Moncloa ponen en valor los planes que China o Brasil han puesto encima de la mesa para lograr un alto al fuego y avanzar hacia la paz, pero no ocultan que existen algunas diferencias entre las posiciones defendidas por el Ejecutivo de Lula da Silva y las que representa Pedro Sánchez.

En este sentido, la prioridad es que cualquier plan para la paz, alto al fuego o apertura de unas negociaciones tiene que contar con el visto bueno de Ucrania y de su presidente, Volodímir Zelensky, como mandatario del país agredido. A juicio de Moncloa (en línea con la posición de la UE), es el presidente ucraniano el que debe establecer bajo qué condiciones se sienta a una mesa de negociación y, además, para los de Sánchez la clave no solo reside en alcanzar la paz, sino en qué tipo de paz se alcanza.

Los planes de paz de Brasil y China contienen propuestas que en Moncloa valoran de forma positiva, como el respeto a la integridad territorial o la prohibición del uso de armas nucleares; pero para el Ejecutivo esto no es suficiente, y una paz "estable" pasaría necesariamente, entre otras cuestiones, por la retirada completa de las fuerzas rusas del territorio ucraniano, por la depuración de responsabilidades por parte de Rusia  y por juzgar los crímenes de guerra cometidos por Vladimir Putin, entre otras cuestiones.

La visita de Lula da Silva comenzará el martes con su asistencia a un foro económico organizado por la Cámara de Comercio (a través del Icex) y la CEOE. Pedro Sánchez no acudirá a este cónclave, ya que tiene agendada una comparecencia en el Senado para informar sobre los planes implementados por el Gobierno en el contexto económico y social de la guerra de Ucrania, aunque habrá representación del Ejecutivo de coalición (asistirán la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, y el ministro de Industria, Héctor Gómez).

El miércoles por la mañana tendrá lugar el núcleo de la cumbre con la reunión entre ambos gobiernos, tras la que habrá una comparecencia conjunta de Sánchez y de Lula da Silva. Posteriormente, Felipe VI recibirá en audiencia al presidente de Brasil y ofrecerá un almuerzo en su honor en el Palacio Real, tras el que se dará por concluida esta visita de la delegación brasileña.