Diez días después de la comparecencia en la Audiencia Nacional del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez calificó como "gravísimo" el espionaje que sufrió el dirigente político.

Sánchez, que hasta ahora había estado más que remiso a valorar nada relativo a las denominadas "cloacas del Estado", fue este miércoles claro y contundente en una entrevista concedida a La Sexta. Así, llegó a afirmar: "Es verdad que  que ha habido policías corruptos que fueron utilizados por una decisión política de la anterior Administración", para el espionaje y para obstaculizar determinados procedimientos judiciales.

El presidente del Ejecutivo llegó a decir que "empatiza" con Iglesias, destacando la gravedad que supone que a cualquier persona sea objeto de espionaje, pero aseguró "categóricamente" que actualmente en su Gobierno ya no existen las "cloacas del Estado", dijo.

Sanchez explicó que se han apartado de sus responsabilidades a todos los miembros de la denominada "policía patriótica", pero recordó que hasta que no haya sentencia firme no pueden ser expulsados de la Policía.

Para el presidente del Gobierno, esto ha sido una "tercera fórmula" de corrupción en el PP que no se conocía, y no dudó en reseñar la gravedad que supone que haya habido policías corruptos, aunque quiso destacar la profesionalidad y la honestidad de la inmensa mayoría de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Lo que sí aseguró Sánchez es que los responsables de esta trama "van a pagar con todas las consecuencias" y aseguró que desde el Gobierno se va a prestar la máxima colaboración a la Audiencia Nacional para aclarar los hechos.

El candidato socialista, eso sí, justificó que su partido se hubiera opuestos a la comparecencia del comisario José Manuel Villarejo en la comisión de investigación del Congreso, "porque estaba preso, testificando e investigado por la Audiencia Nacional", pero puso en valor las conclusiones políticas que se aprobaron en dicha Comisión.