Pedro Sánchez ha calificado el salto de la valla de Melilla que terminó con 37 migrantes muertos de "ataque violento a las fronteras de nuestro país", al tiempo que ha reconodido que no ha hablado con Marruecos desde que tuvo lugar la tragedia.

En una entrevista concedida a El País, el presidente del Gobierno ha afirmado que sí que han tenido "contactos con el Ministerio de Asuntos Exteriores, con el Ministerio de Interior", para a continuación anunciar que "la próxima semana va a haber también una reunión con Marruecos de Interior". 

Sánchez ha tildado el salto de "ataque violento a las fronteras de nuestro país" y ha afirmado: "Fueron armados", ante lo que fue replicado por la periodista Pepa Bueno que iban "armados con palos, presidente, jóvenes malnutridos que llevaban semanas en un monte cerca de Melilla". 

Posteriormente, aseguró que "ha habido más de 100 gendarmes marroquíes heridos y más de 40 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas", en referencia a un salto del que el presidente culpa a "las mafias".

Preguntado por si considera que se cumplieron los derechos humanos en la valla de Melilla, su respuesta fue tajante: "Me parece que esa respuesta la tiene que dar el Gobierno de Marruecos. Nosotros tenemos que hablar de lo que estamos haciendo en España". 

Finalmente, cuestionado acerca de si el Gobierno pedirá a Marruecos que certifique que no volverá a suceder un episodio similar, Sánchez apuntó que "España y Europa tienen que ser solidarias también con Marruecos", añadiendo: "Da la sensación algunas veces de que pensamos que países como Marruecos no sufren la migración irregular"