Sánchez se aferra a una movilización rápida de la izquierda para evitar más desgaste y un Gobierno de PP y Vox
El presidente defiende su decisión ante la dirección del PSOE en Ferraz y considera que en julio pueden tener el mejor resultado. En Moncloa asumen los riesgos del movimiento pero alertan de la importancia que supone frenar el auge de la derecha y ultrade
Madrid--Actualizado a
En estado de shock. Es la sensación generalizada durante todo este lunes en el PSOE. El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de convocar elecciones anticipadas para el domingo 23 de julio, ha pillado a contrapié a la práctica totalidad del partido. Como suele ser habitual, muy pocas personas conocían unos planes que se fraguaron, por el propio Sánchez, en la madrugada del domingo.
El lunes comenzaba ya revuelto con dos anuncios de última hora. Primero, que la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE prevista para las 10.30 se retrasaba hasta las 12.00. Poco después la Secretaría de Estado de Comunicación anunciaba una comparecencia institucional del presidente desde Moncloa. Diferentes fuentes apuntaban ya a que el anuncio sería de calado.
Así fue. En las filas del PSOE reconocen la derrota sin paliativos en las urnas. Pero al mismo tiempo resaltan que la pérdida de votos totales no ha sido tan catastrófica sino de "solo" 400.000. "Es más la pérdida de poder institucional que la distancia en número de votos", señalan en las filas del partido. La mirada del PSOE, sin eludir la autocrítica, está más puesta en el espacio de Unidas Podemos, que se ha quedado prácticamente sin representación.
En este mismo sentido consideran que las proyecciones ahora para PP y Vox en unas generales, si se repitieran los resultados del 28 de mayo, no serían suficientes para la mayoría absoluta. A eso se aferran en Ferraz y Moncloa, según diferentes fuentes consultadas por Público, para mantener cierta esperanza. "Ahora es cuando podemos tener un mejor resultado", destacó Sánchez ante sus dirigentes, según las fuentes consultadas. Esas mismas fuentes destacan una mezcla de preocupación y de sintonía con la decisión del presidente.
La jugada de Sánchez tiene también otras lecturas en clave interna. Así lo reconocen algunas voces del partido. Con un movimiento tan rápido, el actual secretario general, desactiva una hipotética petición de responsabilidades desde los territorios. Tanto en muchos de ellos, pese al discurso mantenido públicamente durante la campaña, como en Ferraz, no niegan que el desgaste del Gobierno, y del propio presidente, ha pasado factura.
Evitar ese más que presumible desgaste de Sánchez sería otra de las motivaciones para esta convocatoria electoral anticipada. Todo esto unido a una activación rápida de su electorado frente a un más que palpable Gobierno en el que la ultraderecha sería decisivo. Las elecciones además coincidirían pocos días después de las negociaciones para formar Gobiernos autonómicos entre un PP que se muestra algo esquivo en pactar con Vox aunque no le queda más remedio.
Los socialistas calculan que este 28 de mayo se han quedado en su casa, sin votarles a ellos, más de 400.000 personas de su electorado habitual. La nacionalización de la campaña de la derecha ha cumplido su objetivo y eso apunta directamente a Sánchez.
Asuntos como las listas electoral de EH Bildu, y en general la relación del PSOE con esta fuerza, han influido, reconocen en Ferraz. También ha calado entre el electorado más reaccionario un lema como el "Que te vote Txapote", acuñado incluso por Isabel Díaz Ayuso, una de las triunfadoras de la noche electoral, pese a que a muchas de las víctimas del terrorismo rechazan esa expresión por banal y ofensiva.
"Valentía" y "resistencia"
"Es una decisión acertada, valiente y adecuada en este momento. Nos pone al partido en la situación de volver otra vez a poner la maquinaria en marcha", dijo la portavoz socialista en Bruselas Iratxe García a los medios de comunicación, única integrante de la Ejecutiva que habló en público a la salida de Ferraz.
La "valentía" es una de las palabras más repetidas en boca de los dirigentes socialistas consultados. "Es hábil y responsable", destaca un integrante de la Ejecutiva. "Es un ejercicio de honestidad. Si la ciudadanía ha votado en clave de plebiscito, vamos con todo sin miedo a la democracia", destaca otro. "La convocatoria no solo es necesaria, es imprescindible. No podemos aguantar seis meses de sangrías", señala otra importante dirigente.
Otras voces consultadas resaltan que de esta manera Sánchez ha cambiado al marco, ha removido el tablero político y le ha quitado el foco a la victoria del PP, algo de lo que ya se ha quejado Alberto Núñez Feijóo públicamente.
Son varios los dirigentes que recuerdan también el título del libro que escribió tras convertirse en presidente del Gobierno mediante una moción de censura en 2018: 'Manual de resistencia'. "Lo de hoy es Pedro Sánchez en estado puro, de donde hay debilidad saca fortalezas", apunta un dirigente territorial. "Era la mejor opción posible", reconocen otras fuentes.
Moncloa no oculta los riesgos
En Moncloa consideran que Sánchez ha dado un puñetazo encima de la mesa. "Lo que ha hecho es suficientemente gráfico y revelador", destacan fuentes del Gobierno. En el entorno del presidente no ocultan que la decisión puede ser arriesgada. Pero recuerdan que Sánchez se mueve bien en el riesgo. "Es una persona que cuando arriesga suele ganar", apuntan, con la mirada puesta en la "épica" de sus inicios políticos, con aquella dimisión y las primarias a contracorriente.
Para la parte socialista del Ejecutivo, lo que ha transmitido este lunes es "democracia pura". En Moncloa ponen de relieve la asunción de responsabilidades, inédita, de un presidente. "Será la ciudadanía quien decida si quieren parar el avance de la derecha y la ultraderecha o que sigan adelante. Se hace una llamamiento a los progresistas a sumar, a unirse y votar para evitar el avance de la derecha y la ultraderecha
"No es resignación, hace una apuesta muy alta y pone en juego y valor lo más preciado que tiene, que es el propio Gobierno", añaden las fuentes consultadas. Moncloa considera que este movimiento refleja hasta qué punto Sánchez "se toma en serio el auge de la derecha y ultraderecha en España". "Nunca hay que dar por muerto a Sánchez. Esto es un todo a nada", inciden en Ferraz.
¿Y los socios?
La incógnita en estos momentos para los socialistas es qué pasará con sus actuales socios de Gobierno. Sánchez ha defendido en todo momento la coalición, incluso en los momentos más difíciles, y ha mostrado especial sintonía con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
En este punto sí que hay de momento diferencias de relato. Por un lado, son apenas 10 días los que tienen Sumar y Podemos para ponerse de acuerdo. Las intenciones son que se cuaje un acuerdo. Pero algunas voces socialistas sí que ponen encima de la mesa la pregunta de su resistencia y de si este espacio está amortizado ya.
La estrategia concreta que se seguirá a partir de ahora con sus socios es todavía una incógnita. Lo que sí tienen claro en las filas socialistas es que la unidad o no hacia su izquierda no les compete en estos momentos. "Tendrán que aclararse", conceden.
La lectura de los resultados del 28M, en todo caso, es que cuando el voto de la izquierda se disgrega, los únicos que salen beneficiados son las fuerzas de derecha. "Lamentablemente estamos viendo restos porcentuales que se pierden. La gente va a acabar viendo eso", avisan en Moncloa quizás como un anticipo de pedir el voto útil en torno al PSOE, como ya ha ocurrido de forma cíclica en este país y especialmente visible en 2008, cuando José Luis Rodríguez Zapatero llevó a mínimos al electorado tradicional de IU.
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