Este artículo se publicó hace 9 años.
Rajoy y Sánchez despachan en 45 minutos su reunión en La Moncloa tras un saludo frío y distante
El presidente del Gobierno en funciones y el líder del PSOE se han reunido por primera
vez tras las elecciones. Sánchez le traslada a Rajoy la opción de que el PSOE presida el Congreso, no quiere que haya nuevas elecciones y alerta a los que "trazan líneas rojas".
MADRID.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se han saludado este miércoles con gesto serio, frío, distante y sin apenas mirarse a la cara antes de iniciar su primera reunión tras las elecciones generales en la que van a sondear los escenarios de gobernabilidad que se abren tras los resultados de las urnas del pasado domingo.
Sánchez ha llegado a la sede de la Presidencia del Gobierno pasadas las 12:00 horas y ha sido recibido por Rajoy a la salida del vehículo en el que se ha desplazado hasta allí. Ambos se han saludado con un rápido y protocolario apretón de manos ante los informadores gráficos y a continuación han accedido al interior del edificio del Complejo de la Moncloa.
El encuentro apenas ha durado entre media hora y 45 minutos y tras el mismo, Sánchez ha puesto rumbo a la sede de Ferraz, donde está compareciendo ante los medios de comunicación.
Sánchez asegura que le ha trasladado a Rajoy que no van a apoyar su continuidad al frente del Gobierno pero que "es la primera fuerza política la que tiene la responsabilidad de intentar formar Gobierno" y advierte de que "esto es un llamamiento al resto de fuerzas políticas. Respetemos la democracia, no hay atajos". Añadiendo que "si al final el PP y Rajoy logran concitar una mayoría con otras fuerzas parlamentarias, el PSOE estará abierto a abordar los asuntos de Estado".
El líder del PSOE anuncia que "le he anunciado a Rajoy que lo razonable sería que el que presidiera el Congreso de los Diputados no fuera la primera fuerza política sino la segunda. El PSOE optará a esto en esta nueva etapa política". Y ha remarcado que "no queremos que haya nuevas elecciones. Esa es la última de las opciones. El PSOE quiere un Gobierno que garantice la estabilidad en los próximos cuatro años".
Y por último y criticando a Podemos, ha avisado de que "la nueva etapa política no puede estar presidida por las líneas rojas que hemos escuchado en las últimas horas. Frente a los que trazan líneas rojas nosotros vamos a tender puentes".
Antes de la comparecencia de Sánchez, Mariano Rajoy ha escrito un tuit en su cuenta oficial en la que dice apostar "por el diálogo para formar un Gobierno estable que dé certidumbre a los españoles".
Los dos protagonistas de la reunión han mantenido desde el domingo alguna conversación telefónica, pero esta ha sido la primera vez que se ven desde entonces. También es la primera ocasión en la que han hablado después del duro debate que protagonizaron durante la campaña electoral y en el que Sánchez acusó a Rajoy de no ser decente y éste le respondió que con esa acusación demostraba que era "ruin, mezquino y deleznable".
Desde entonces sólo han tenido ocasión de un fugaz saludo con motivo de la presencia de ambos en el funeral por los dos policías fallecidos en el atentado en la embajada de España en Kabul.
El presidente del Gobierno en funciones y el líder socialista analizarán las diversas alternativas existentes para la gobernabilidad, que, en principio, pasan por un Gobierno en minoría de Rajoy o una coalición de izquierdas. Tampoco se puede descartar la opción de una gran coalición entre el PP y el PSOE para que gobierne Rajoy a cambio de concesiones al partido de Pedro Sánchez, opción que gusta a la patronal. En caso de que no prosperara ninguna, las elecciones deberían repetirse.
El jefe del Ejecutivo ya expresó la misma noche electoral su intención de formar gobierno, y el lunes, tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, prometió "generosidad" para pactar con otros partidos y buscar un gobierno "estable" siempre que se defienda "el orden constitucional" y la unidad de España.
Por ello, sin citarlos expresamente, sugirió llegar a acuerdos con PSOE y Ciudadanos, al tiempo que avanzó su intención de ponerse en contacto con los líderes de los partidos que entienden que defienden esos principios.
El PSOE, por su parte, ya ha avanzado que votará en contra de la investidura de Rajoy. Los socialistas entienden que, como líder del partido más votado, debe ser Rajoy el que intente formar gobierno, y no han descartado la posibilidad de que, en caso de que fracasara, Sánchez intentara abanderar un ejecutivo de izquierdas. El Comité Federal del PSOE analizará el próximo lunes los pasos que ha de dar el partido ante la situación generada por las urnas.
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