Este artículo se publicó hace 8 años.
Rivera intenta hacer suyo el voto útil: "Votar a Rajoy o a Sánchez no va a cambiar nada"
El líder de Ciudadanos recupera el mensaje de la "Transición" y se vende como el único capaz de mediar para evitar el bloqueo y unas terceras elecciones. Aprovecha el escándalo de Fernández Díaz para volver a arremeter contra la historia corrupta del PP
ZARAGOZA.- Volviendo a ser el Adolfo Suárez con quien se identificó en la anterior campaña. Así se ha presentado Albert Rivera en Zaragoza, donde quiso acaparar para Ciudadanos el título de "voto útil". "Votar a Rajoy o a Sánchez no va a cambiar nada", espetó, mostrándose como el único capaz de mediar entre ellos para evitar un nuevo bloqueo y la repetición de unas terceras elecciones.
"Ellos no saben gobernar sin mayoría absoluta pero nosotros, donde hemos sido decisivos, hemos demostrado que hay gobierno y hay cambio"
"Ellos no saben gobernar sin mayoría absoluta pero nosotros, donde hemos sido decisivos, hemos demostrado que hay gobierno y hay cambio", argumentó desde el Parque Grande Juan Antonio Labordeta poniendo como ejemplo sus 'bisagras' en La Rioja- donde también estuvo a mediodía-, Madrid o Andalucía. "La nueva Historia de España la tienen que hacer nuevos gobernantes", espetó.
Asimismo, incidió en que "PP y PSOE no se van a dar la mano porque no se ponen de acuerdo ni para ir a la vuelta de la esquina" y recordó que "ningún país del mundo avanza desde los extremos que tensan la cuerda sin capacidad de negociación o diálogo". "La Transición se hizo desde el centro. Los pactos de la Moncloa no los lideró ni el PCE ni el partido conservador", continuó, haciendo una velada equiparación con la "pinza" PP-Podemos.
En la misma línea apeló al voto indeciso, pero sobre todo al abstencionista. "Los extremos van a votar, ¿eh?, pero los moderados a veces tenemos la tentación de no ir...", advirtió al público que le esperó bajo el sol para escucharle apenas media hora. Además, repitió que "con un 1% más de votos, C's pondrá en marcha el Gobierno" porque, según sus cálculos, ese 1% será decisivo para los naranjas -que podrían alcanzar entre 8 y 10 escaños más- mientras que a PP o PSOE no les supone grandes diferencias. Por si acaso no le funciona el discurso, Rivera agarró con fuerza la "medallita de la Virgen del Pilar, de color naranja" que alguien le regaló a su llegada a Zaragoza. "Me lo voy a dejar hasta el domingo para que nos dé fuerza", prometió.
De otro lado, los naranjas eligieron Aragón para lanzar su último vídeo de campaña que reconvierte trozos del discurso habitual de Rivera en una canción rapera. "A partir de ahora, cambio. A partir de ahora, libertad. A partir de ahora igualdad. A partir de ahora, la unión se va a volver a poner de moda", repitió el propio presidente del partido hasta que sus oyentes se aprendieron, al menos, parte del mantra mitinero.
"A partir de ahora los valientes ganarán la batalla. A partir de ahora, los cobardes no gobernarán. A partir de ahora, los vendedores de humo tendrán a alguien enfrente", siguió Rivera con su mitin. "Me gustaría formar parte de un Gobierno del que me pueda sentir orgulloso. ¿Acaso me ven defendiendo lo que ha hecho el ministro del Interior, como sí ha hecho Rajoy?", se preguntó, en alusión a la exclusiva de este diario que desveló la tentativa de Fernández Díaz para desacreditar, con pruebas falsas, a ERC y CDC. "Yo no quiero compartir ministerios ni sillones con los que no representan lo mejor de esta patria que es España".
Así, aunque también arremetió contra los de Pablo Iglesias ("Tampoco quiero que gobiernen quienes subirán los impuestos o convocarán un referéndum de independencia, con quienes quieren separar a los españoles y romper Europa", repitió), centró su mensaje en la historia corrupta del PP. "Enviaremos una carta a Rato, a los hijos de Pujol, a Bárcenas para que devuelvan la pasta", dijo en tono juvenil para ganarse al público de esa edad, mayoritario en el evento. "A los amigos de Rajoy les vamos a decir que pasen por caja, ya que no han pasado por la cárcel", siguió, haciendo alusión a su propuesta de recuperar 2.800 millones de euros perdonados con la Amnistía Fiscal.
"Si quieren decencia y dignidad en el Gobierno de España, confíen en nosotros", zanjó, arrogándose el voto de la "regeneración" y prometiendo "no cheques, ni regalos", pero sí "trabajo, honradez y capacidad de liderazgo para que se gobierne desde el centro". "Yo quiero que mi voto sea útil para los médicos y no para Bárcenas; para los autónomos, y no para Rato; para los dependientes, y no para Ana Mato; para los jóvenes que buscan trabajo y no para Soria ni para Fernández Díaz", concluyó Rivera.
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