· TODOS LOS RETOS DEL NUEVO GOBIERNO DE PEDRO SÁNCHEZ - VER ESPECIAL

Día, 4 de diciembre de 2017. Lugar, paredón de fusilamiento del cementerio de Paterna, donde alrededor de 2.300 antifranquistas fueron fusilados por el franquismo. Es el lugar elegido Pedro Sánchez para anunciar su propuesta para reformar la Ley de Memoria Histórica. 

“Queremos hablar contra el olvido, de la mejor forma en que sabemos hacerlo los socialistas: con propuestas", decía entonces Sánchez. Han transcurrido siete meses desde aquella cita. El entonces aspirante tiene ahora la oportunidad de implementar sus propias propuestas, entre ellas, la de sacar los restos mortales de Franco del Valle de los Caídos y acallar así la crítica recurrente de acordarse más de la Memoria en la oposición que en el Gobierno. 

Una de las propuestas más relevantes recogidas en la iniciativa socialista es la nulidad de los juicios celebrados por el franquismo, que abre la puerta, además, a que los descendientes de las víctimas reclamen que se les restituya su patrimonio. Esta petición ya fue rechazada en el Congreso por el Gobierno de Zapatero, pero durante esta legislatura ha sido recuperada por el PSOE, que presentó una Propuesta No de Ley en el Congreso en este sentido. De esta manera, las condenas a muerte de Miguel Hernández o el presidente Companys dejarían de tener reconocimiento jurídico. 

"Cerrar esta herida del pasado es una obligación que tenemos todos los españoles que queremos un futuro en paz, sin rencor y sin olvido", defendía la diputada socialista Meritxel Batet en el Congreso, donde fue atacada desde derecha e izquierda por esta propuesta. 

La propuesta socialista que ahora puede implementar Pedro Sánchez también designa al Estado como responsable de la tarea de localizar y exhumar las fosas con los cuerpos de víctimas. En la actual Ley de Memoria esta tarea recae sobre las propias asociaciones de víctimas y familiares financiados a través de subvenciones de los Presupuestos Generales del Estado. El problema fue que el PP dejó a cero esta partida desde su segundo año de mandato. 

La propuesta socialista también recoge ilegalización de la Fundación Francisco Franco, una petición que también llevaron al Congreso mientras estaban en la oposición; el reconocimiento de los bebés robados como víctimas del franquismo; y "la creación de una Comisión de la Verdad".

En definitiva, la propuesta socialista supone un importante avance en materia memorialista que el Gobierno de Sánchez puede tratar de aprobar en el Congreso, pero que también puede implementar en algunas de sus partes desde el Ejecutivo. Queda la duda de si los socialistas, tal y como les solicitó Pablo Iglesias en el debate de investidura, retirarán también la condecoración al torturador franquista Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño. 

Donde queda descartado todo cambio es en la modificación de la Ley de Amnistía de 1977 para que los crímenes de lesa humanidad no sean amnistiables. Los socialistas ya votaron durante esta legislatura en dos ocasiones en contra de esta posibilidad. A pesar de ello, si los socialistas hacen caso a su propia propuesta de Ley de Memoria tendrán trabajo en los próximos meses. "La propuesta es un auténtico compromiso con la reparación de la memoria histórica, que no es patrimonio de la derecha o la izquierda sino de los demócratas", decía entonces Pedro Sánchez.