La alianza que las izquierdas soberanistas han articulado para las elecciones al Parlamento Europeo del 9J pretende apelar a los más de 1,2 millones de votantes que apoyaron al Bloque Nacionalista Galego (BNG), Euskal Herria (EH) Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en las autonómicas gallegas, vascas y catalanas celebradas este año.

A la coalición, bajo el nombre Ahora Repúblicas —Agora Repúblicas en gallego, Orain Errepublikak en euskera y Ara Repúbliques en catalán— se ha unido Ara Més, que en las autonómicas baleares de 2023 obtuvo algo más de 37.000 sufragios. La lista de la alianza está encabezada por la eurodiputada catalana Diana Riba, seguida del vasco Pernando Barrena  y de la gallega Ana Miranda.

El sistema de circunscripción única del sistema electoral de las europeas castiga a las formaciones nacionalistas, que temen que la abstención, tradicionalmente elevada en estos comicios, reste posibilidades a su aspiración de igualar los resultados de 2019 y lograr tres escaños, es decir uno para cada uno de sus tres partidos fundadores.

La encuesta que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hizo pública el pasado jueves les da entre dos y tres escaños con entre el 3,9% y el 5% del voto. El CIS augura la victoria del PSOE entre 21 y 24 eurodiputados, seguida del PP, con entre 18 y 20. Vox sería la cuarta fuerza con cinco ó seis, y Sumar, la cuarta con cuatro.

1.257.484 votos en 2019

Ahora Repúblicas obtuvo 1.257.484 votos en 2019. La participación entonces fue del 60,73%, la más alta desde las primeras europeas que se celebraron en España en 1989, cuando se superó el 68,5%.

Claro que entonces la coalición obtuvo más de la mitad de esos votos (733.401) en Catalunya, donde ERC acaba de sufrir un duro bajón en las autonómicas del pasado 12 de mayo, tras perder más de 175.000 sufragios con respecto a las de 2021 para quedarse en poco más de 427.000. Es decir menos del 14%.

Quienes a priori gozan ahora de más fortaleza son los socios de ERC, que acaban de consolidarse como segundas fuerzas políticas en sus respectivas comunidades  con más de un tercio de los sufragios en las autonómicas gallegas de febrero y en las vascas de abril. EH Bildu tuvo 341.735 votos (un 32,5%) el 21A, y el BNG, 467.064 (31,6%) el 18F.

El tirón del nacionalismo vasco y gallego puede resultar decisivo ahora para suplir esa presunta debilidad de Esquerra, sumida además en la crisis de liderazgo derivada de las dimisiones de Pere Aragonés y Oriol Junqueras tras la derrota del 12M.

Oportunidad tras las catalanas

ERC cree que las europeas son una buena oportunidad para recuperarse de ese batacazo, del que sus socios también son conscientes. Fuentes del BNG opinan sin embargo que "el contexto de las europeas no es el mismo que el de las autonómicas catalanas", y que esperan que Esquerra pueda recuperar parte de los apoyos perdidos.

En cuanto a EH Bildu, la lectura que su dirección hizo el pasado 14 de mayo de aquellos resultados sostiene que pese a la pérdida de la mayoría absoluta el independentismo, el conflicto catalán está lejos de ser resuelto.

"Conflicto motivado por la existencia de un Estado incapaz de gestionar democráticamente su diversidad nacional, y cuya única solución pasa por el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado y de los derechos nacionales de los pueblos vasco, catalán y gallego", indica el comunicado que hizo ese día la izquierda soberanista vasca.

Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones de este año, lo cierto es que tanto EH Bildu como BNG tienen recorrido para crecer el 9J. Sobre todo la formación de Ana Pontón y Ana Miranda. En las europeas de 2019,

Agora Repúblicas obtuvo en Galicia 171.500 votos, es decir cerca de 300.000 menos que el pasado febrero. Orain Errepublikak sacó en 2019 246.488 sufragios en Euskadi, 95.000 menos que en abril.