"Las palabras no son suficientes". Ese es el contundente mensaje que la relatora especial de las Naciones Unidas para la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, Francesca Albanese, ha trasladado este lunes al Gobierno español tras una improvisada reunión con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), José Manuel Albares.

"Si el Gobierno español, que tiene capacidad, tomase acciones claras podría ser el gobierno más popular de toda Europa; un continente donde millones de personas se están movilizando y exigiendo un alto el fuego inmediato [en la Franja de Gaza] ante la indiferencia de sus gobiernos", ha valorado Albanese.

La visita de la relatora especial de la ONU ha captado gran atención mediática y política. Tras su coloquio del jueves, junto a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego (Izquierda Unida), el eurodiputado de IU Manu Pineda y la directora de Público Virginia P. Alonso, Albanese ha concedido varias entrevistas y declaraciones a los principales medios del país alertando de la catastrófica situación que vive Gaza y de la necesidad de un alto el fuego incondicional por parte de Israel y las milicias palestinas.

Apoyar la demanda por genocidio

"Tomar medidas es una cuestión de coherencia. Si el gobierno español quiere apoyar de verdad el derecho internacional y ayudar a lograr estabilidad en la región, debe actuar", asegura Albanese, que ha dejado clara la hoja de ruta que debería seguirse: "Los primeros pasos deben ser detener tanto la compra como la venta de armas y apoyar la solicitud de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia", en la que acusa a Tel Aviv de cometer un genocidio contra la población palestina.

Así se lo ha transmitido la relatora tanto a Albares como a otros altos cargos del MAEC. Sin embargo, el Ministerio reduce la reunión a un mero "saludo" entre Albares y Albanese y añade que el encuentro de la relatora ha sido con el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales. En cualquier caso, la reunión con el ministro no estaba inicialmente en la agenda de la visita de la relatora, hasta que el Ministerio la solicitó formalmente el jueves, según el equipo de Albanese.

Albares ya anunció en el Congreso el pasado diciembre que España había suspendido las autorizaciones para exportar material militar y de doble uso a Israel desde el 7 de octubre. Aún así, España autorizó la venta de armas y equipos militares a Tel Aviv por valor de 44 millones de euros los seis meses previos al comienzo de la guerra.

La relatora de la ONU también se reunió el martes con la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y con el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien compartió con Albanese la necesidad de un alto el fuego y de que el Gobierno de España apoye la causa de Sudáfrica contra Israel por genocidio.

Albanese ha valorado "positivamente" la postura inicial del Gobierno y, en concreto, del presidente, Pedro Sánchez, ante "el terror que se vive en Gaza". Sánchez, durante el turno de España en la Presidencia del Consejo de la UE, visitó Israel y criticó en una reunión con el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, las vulneraciones de derechos que se estaban cometiendo en Gaza y las muertes de civiles en especial, de niños. Aquello le costó a España la retirada de la embajadora israelí en el país y una crisis diplomática con el Estado judío.

Sin embargo, según Albanese, la "urgencia" de la situación exige "pasar de las palabras a los hechos" y adoptar "medidas concretas para poner fin a la masacre en Gaza", donde ya han muerto casi 25.000 personas y hay más de 61.000 heridos, la mayoría mujeres y niños, por los indiscriminados bombardeos de Israel.

Albares insiste en la vía de los dos Estados

Albares ha participado este viernes en un desayuno informativo en el que ha defendido que los palestinos "tienen derecho a un Estado viable" y a "vivir en paz y seguridad", después de que el Gobierno de Israel anunciara el jueves que no contempla la posibilidad de un Estado palestino una ver que ponga fin a la guerra actual.

"Yo no me resignaré nunca", ha apuntado, antes de recordar que la solución de un Estado independiente, con los territorios conectados y salida al mar desde Cisjordania, y con su capital en Jerusalén se ha acordado en multitud de ocasiones a lo largo de los años y que las fronteras y los mapas están "acordados por ambas partes" desde los acuerdos de Oslo en 1993.

Sin embargo, en una entrevista con Público, Albanese alertó del uso que Europa y Estados Unidos hacen de la solución de los dos Estados, "un mantra vacío" por los escasos esfuerzos en que se convierta en una realidad. Algo que hace desconfiar a la población palestina y que les lleva a "perder la esperanza" y a que aumente el peligro en la zona.

Las palabras de Albanese recaen sobre todo en la parte socialista del Gobierno de coalición, ya que sus encuentros con los diputados de la parte de Sumar han demostrado cierta sintonía en las medidas que el Ejecutivo debería adoptar.