La enmienda pactada por el PSOE y Unidas Podemos para reformar la ley del Poder Judicial y rebajar las mayorías para que el CGPJ elija a dos magistrados del Tribunal Constitucional ha rescatado del olvido otra propuesta. Se trata de la que registraron estos dos grupos en octubre del 2020 para tratar de desbloquear el órgano de Gobierno de los jueces.

La enmienda relativa al Constitucional establece que ya no sería necesario aglutinar una mayoría de tres quintos de los vocales del CGPJ para elegir a los dos magistrados que le corresponde designar a esta institución, y, según el texto, sería suficiente con una mayoría simple. El objetivo, han explicado los socialistas y los dirigentes del espacio confederal, es el de acabar con el bloqueo que sufre el TC, que supone, han insistido, una vulneración del orden constitucional.

La clave de que esta reforma rescate a la registrada en 2020 reside, precisamente, en la rebaja de las mayorías. A finales de ese año, ante el bloqueo que sufría el CGPJ por parte del PP, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron una proposición de ley (registrada en el Congreso) para reducir la mayoría necesaria para elegir a los miembros del órgano de Gobierno de los jueces.

En la actualidad, la ley establece que todos los miembros del Consejo General del Poder Judicial son designados por las Cortes, diez por el Congreso de los Diputados y otros diez por el Senado. Ambas Cámaras tienen que reunir a una mayoría reforzada (tres quintos) para poder acometer esta renovación, una situación que exige que, al menos, las votaciones sean respaldadas por el PSOE y por el PP.

La propuesta registrada por los socialistas y Unidas Podemos establecía que los miembros del CGPJ podrían resultar elegidos por una mayoría absoluta tanto en el Congreso como en el Senado. Primero, tendría lugar una votación en la que serían necesarios los tres quintos; pero en caso de no prosperar y de que no se lograsen recabar estos votos, sería suficiente con una mayoría absoluta (176 diputados en el caso de la Cámara Baja) para acabar con el bloqueo de los conservadores.

Las reformas y los casos contemplados son distintos. En primer lugar, porque lo que se rebaja con la enmienda presentada este viernes es la mayoría necesaria en el CGPJ para elegir a los miembros del Constitucional; en el caso de la reforma de 2020 se propone rebajar las mayorías necesarias en las Cortes para elegir a los vocales del órgano de Gobierno de los jueces.

Los avisos de Europa

Sin embargo, en el espacio confederal creen que el espíritu y el objetivo de ambas fórmulas es el mismo: terminar con el bloqueo del PP a los órganos constitucionales. De hecho, este mismo viernes el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, aseguró que seguía tratando de convencer a los socialistas "en cada interlocución que tenemos".

La reforma del 2020 llegó después de uno de los portazos de Pablo Casado a Sánchez en la negociación para renovar el CGPJ. En el Congreso se registró una proposición que contenía dos apartados: la rebaja de las mayorías, por un lado; y la limitación de las atribuciones del Poder Judicial cuando hubiera concluido su mandato, para que la acción judicial de un órgano caducado y sin legitimidad democrática no condicionara a toda la judicatura a la hora de hacer nombramientos (de hecho, el expresidente del CGPJ Carlos Lesmes acometió nombramientos clave con el mandato caducado, unos nombramientos que se perpetuarán, en principio, durante años).

La segunda parte de la ley prosperó, ya que los partidos del Gobierno se la llevaron a otra propuesta legislativa que sí se tramitó en el Congreso. Sin embargo, la rebaja de las mayorías quedó congelada, y el PSOE ya ha asegurado en varias ocasiones que no tiene la intención de reactivarla.

Cuando se registró, desde las instituciones europeas mostraron su preocupación por el hecho de que reducir los números necesarios para renovar órganos constitucionales podría restar garantías democráticas al proceso. Sin embargo, en Unidas Podemos recuerdan que la Unión Europea también ha mostrado su preocupación en varias ocasiones por el bloqueo (ya de cuatro años) al que se ven sometidos estos órganos.

Ahora, el PSOE ha dado un paso para renovar el Constitucional rebajando las mayorías necesarias, lo que rescata del olvido la proposición de 2020, que contiene la misma fórmula (en este caso para las mayorías necesarias en el Congreso y en el Senado). "Esa tarea está pendiente, habría que hacerla e, incluso aunque la hiciéramos ahora, llegaría tarde, porque ya casi llevamos cuatro años del bloqueo del CGPJ con el deterioro que eso causa al propio prestigio del órgano y a la voluntad de cumplir la Constitución", defendió este viernes Echenique.

En su día, Pablo Iglesias no solo defendía esta fórmula como un medio para sortear el bloqueo del PP, sino también como un modo de involucrar a formaciones como ERC o EH Bildu, claves en el denominado bloque de la investidura, en lo que el exvicepresidente del Gobierno denomina "dirección de Estado", y una oportunidad para avanzar en la resolución de los conflictos territoriales enquistados.

A su juicio, con la desintegración del bipartidismo y la irrupción de un sistema que aleja las mayorías de partido único, la fórmula para renovar el CGPJ ha terminado sirviendo para que el principal partido de la oposición logre bloquear la renovación, ya que es necesario contar con el PP para alcanzar la mayoría de tres quintos que se exige para llevarla a cabo. 

En Unidas Podemos seguirán intentado desempolvar la proposición de ley registrada en 2020, pero son conscientes de que el PSOE no está por la labor. Mientras tanto, el CGPJ lleva una legislatura bloqueado, y su composición se corresponde con la aritmética parlamentaria existente en diciembre de 2013, cuando el contexto político era el de una mayoría absoluta del PP.