Este artículo se publicó hace 8 años.
Rajoy ya piensa en las terceras elecciones y no dará ni un nuevo paso para evitarlas
Sáenz de Santamaría mantiene la puerta abierta a la abstención del PSOE, pero con las mismas condiciones que Sánchez no aceptó la primera vez. El PP cierra también por completo la vía del PNV.
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MADRID.- La gran coalición, los grandes pactos de Estado o una abstención gratuita para que el PP gobierne en minoría. Esas siguen siendo las mismas condiciones que Mariano Rajoy mantiene encima de la mesa de cara a intentar de nuevo presentarse a la investidura. Son las mismas a las que el PSOE de Pedro Sánchez dijo "no" la primera vez, pero el jefe del Ejecutivo en funciones no se moverá más.
Así lo ha explicado este viernes la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que pese a expresar que no le gustaría tener que repetir las elecciones, no presentó ningún escenario alternativo que pueda evitarlas. Es más, cerró veladamente la puerta también al PNV, pase lo que pase este domingo tras los comicios vascos. "Nunca pactaremos con partidos que plantean un referéndum de autodeterminación", sentenció rotunda en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Una vez que Sánchez cerró la puerta de la abstención de los socialistas, al PP sólo le quedaba una opción: intentar sumar los cinco escaños vascos y uno más (que podría ser el de Pedro Quevedo, de Nueva Canarias) a su pacto alcanzado con Ciudadanos (32 escaños) y Coalición Canaria (1). Junto a sus 137, juntos sumarían los 176 necesarios para obtener la mayoría absoluta que permitiría a Rajoy seguir siendo presidente ya en la primera votación en el Congreso.
"Nunca pactaremos con partidos que plantean un referéndum de autodeterminación", sentenció rotunda Sáenz
de Santamaría
Muchos daban por hecho que el resultado electoral del 25-S podría influir en el cambio de opinión del PNV para que dijera sí a Rajoy, pero Sáenz de Santamaría ha cerrado ya esa puerta antes de saber incluso el resultado electoral de Euskadi. "Sin el PSOE no podremos lograr la investidura", insistió. Y dio por hecho que los españoles volverán a las urnas por tercera vez: "No convienen a nadie unas terceras elecciones, pero no está en nuestra mano evitarlas", volvió a justificarse.
Con ello, volvió a arremeter contra Sánchez culpándole del bloqueo y denostó el intento del secretario general del PSOE de buscar una vía alternativa que ella denominó "Gobierno de Frankenstein" (el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ya lo había acuñado con anterioridad como "Sanchenstein"). "Es preocupante que quiera pactar con partidos cuya política pasa por un esquema de tensión en el conjunto de España que vulnera los principios de igualdad y unidad", opinó en relación a las formaciones nacionalistas.
Aunque no quiso entrar a valorar las disputas internas de los socialistas ni aventuró hipotéticos escenarios para el futuro de su líder, Sáenz de Santamaría pidió a todo el partido de la oposición que piensen "en el bien del interés general" y tomen "la decisión más respetuosa con las urnas". "La mayoría de los españoles quieren que se deje gobernar a quien ha ganado. Cualquier otra opción es muy mala para España", mitineó. Sobre la idea del sector crítico socialista que está dispuesto a abstenerse sólo si Rajoy se va, su número dos fue rotunda: "Que resuelvan sus asuntos propios antes de decirle al que ha ganado cómo tiene que hacer en su propio partido. Rajoy ha ganado dos veces", zanjó.
Por otro lado, el Ejecutivo en funciones se desentendió de intentar evitar que, de haber elecciones, sean el 25 de diciembre. Sáenz de Santamaría dejó en manos de los grupos parlamentarios esa misión porque, explicó, "el Gobierno sólo puede vetar una proposición de ley si en ella se incrementa el gasto público o se disminuyen los ingresos". Por ello, aseguró que el Gobierno no se opondrá a reducir la campaña una semana, pero recordó que, por tratarse de la reforma de una ley orgánica, es necesario que las medidas consigan el acuerdo de la mayoría absoluta del Congreso. "Son las Cámaras las que plantean las proposiciones de ley y es conveniente que haya un acuerdo previo porque se necesitan 176 votos a favor para sacarlas adelante", detalló.
"El Gobierno sólo puede vetar una proposición de ley si en ella se incrementa el gasto público o se disminuyen
los ingresos"
Del mismo modo, confirmó estar en "conversaciones" tanto con los representantes de las Comunidades Autónomas como con el resto de partidos para "encontrar soluciones" en caso de que haya que prorrogar los Presupuestos de 2016. Sin embargo, no especificó cuáles son sus propuestas legales para que las Autonomías puedan aprobar sus presupuestos regionales, actualizar las pensiones, subir el sueldo de los funcionarios o incrementar el impuesto de sociedades que anunció De Guindos en su comparecencia en el Congreso. "Podemos aprobar un decreto ley urgente, pero tiene que ser convalidado. Si se llega a un acuerdo, se hará lo antes posible", anunció.
Tanto para aprobar la reforma de la ley electoral que evite votar el día de Navidad, como para tomar las medidas económicas "urgentes" que están negociando es necesario que ambos proyectos estén listos antes del 30 de octubre. Ambas normativas deben publicarse en el BOE antes de que lo haga el decreto de disolución de Cortes, cuya fecha límite vence en octubre, igual que para volver a intentar otra investidura. Pero el Gobierno no parece estar especialmente preocupado para intentar evitarlo: "Rajoy ya ha ofrecido [a Sánchez] todo tipo de alternativas. No convienen terceras elecciones a nadie, pero ya no está en nuestra mano evitarlas", concluyó la vicepresidenta.
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