Este artículo se publicó hace 7 años.
Rajoy pasa del escándalo Moix porque sería "ocuparse de chismes"
"Política es hacer las cosas a lo grande, fijarse en lo importante, tomar las decisiones y no ocuparse por los chismes", ha afirmado el presidente el día de la dimisión del fiscal Anticorrupción
La última de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno ha asegurado este jueves que hacer política es "hacer las cosas a lo grande, fijarse en lo importante, tomar las decisiones que haya que tomar y no ocuparse por los chismes", algo a lo que "desgraciadamente, estamos muy acostumbrados en los últimos tiempos".
El mismo día que el fiscal Anticorrupción Manuel Moix ha presentado su dimisión por haber ocultado su participación en una sociedad radicada en Panamá —y sobre el que nada ha dicho más allá de prestarle su apoyo—; el mismo día que ha salido a luz que un alto cargo de Esperanza Aguirre guardaba nada menos que 146 lingotes de oro (equivalente a unos dos millones de euros) en un banco suizo.
Rajoy ha pedido "olvidar algunas cosas que algunos mal llaman hacer política"
Rajoy ha hecho esta consideración en su intervención de clausura de unas jornadas organizadas por UGT en Burgos y en las que ha defendido el mantenimiento de sus políticas económicas.
El jefe del Ejecutivo ha apostado por el entendimiento con los partidos y con los agentes sociales durante la legislatura y que "olvidemos -ha dicho- algunas cosas que algunos mal llaman hacer política".
Ha sido entonces cuando ha explicado lo que él entiende por hacer política, dedicarse a las cuestiones que importan y no a los "chismes" Esos "chismes" ha señalado que es "algo a lo que, desgraciadamente, estamos muy acostumbrados en los últimos tiempos".
Los "cotilleos", ¿la próxima táctica del PP tras el "caso aislado"?
Cada vez parece más difícil para el partido del Gobierno utilizar el discurso de "casos aislados" (en el caso de Moix, su participación en la sociedad no supone un delito, pero llama la atención que el fiscal Anticorrupción comparta prácticas con los evasores). Pero parece que el PP ya tiene nueva estrategia: calificar las informaciones periodísticas como chismorreos.
La primera en utilizarla, a la que este jueves ha seguido Rajoy, fue Celia Villalobos. Preguntada sobre el escándalo de Moix en los pasillos del Congreso, la diputada dijo que las publicaciones sobre él eran "cotilleos", antes de añadir el desafortunado comentario que ha recorrido las redes: "A lo mejor queremos que sea alguien que salga de una clausura y por lo tanto sea pobre de solemnidad y no tenga derecho a tener nada".
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