Como si no fuera el presidente del PP desde hace una década ni el presidente de un Gobierno del PP desde hace dos años. Mariano Rajoy ha tirado de manual esta tarde cuando los periodistas le preguntaron por su opinión sobre el auto del juez Pablo Ruz que confirma una financiación en negro de su partido continuada en el tiempo: 'Poco tengo que añadir a lo que ya he dicho. Respeto y acato lo que digan los tribunales de Justicia, que son los que se ocupan de estos dos asuntos'.

El jefe del Ejecutivo contestaba también así a la pregunta sobre si se sentía 'decepcionado' con la condena a cuatro años de cárcel del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra , al que Rajoy llegó a calificar de 'político ejemplar' cuando las investigaciones y el proceso judicial contra Fabra por delito fiscal o cohecho, entre otros cargos, ya estaba en curso. El presidente del Gobierno contestó lo mínimo a ambas cuestiones, que le afectan directamente y se esperaba, aunque visiblemente incómodo por tener que hacerlos ante el presidente francés, François Hollande, con quien compareció en rueda de prensa tras la celebración de la 23 Cumbre Bilateral Hispano-Francesa.

Rajoy tampoco ha querido pronunciarse sobre si, a tenor del rechazo generalizado que ha provocado la medida, el Gobierno mantendrá las cuchillas instaladas en la valla de Melilla. El presidente ha asegurado que, una vez elaborado y recibido el informe del Ministerio del Interior al respecto, se están evaluando 'el efecto disuasorio' de la concertina y contraponiéndolo a los 'movimientos' inmigratorios en la frontera.

El presidente, que ha recordado que las cuchillas se emplean desde 'hace ocho años', también ha remitido a las declaraciones del ministro del Interior, que esta misma mañana, ha mostrado la disponibilidad del Gobierno a sustituir las hojas cortantes por otra alternativa igualmente 'eficaz' si alguien se la plantea.