Este artículo se publicó hace 3 años.
Rajoy advierte a Casado en su libro del "populismo" de Vox y aventura que sus votantes volverán al PP
El expresidente del Gobierno publica un nuevo libro, 'Política para adultos', en el que incluye en esta categoría a prácticamente todos los partidos que no son el suyo o el PSOE. Es decir, Podemos, Ciudadanos, los independentistas catalanes y la fuer
Madrid--Actualizado a
Una nueva publicación editorial marca la actualidad en el Partido Popular. El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanza esta semana su libro Política para adultos (Plaza & Janés, 2021). Lo hace, eso sí, con mucha menos polémica que el de su excompañera de partido, Cayetana Álvarez de Toledo, que incendió internamente las filas del PP. Pero las palabras del expresidente de los populares seguro que son seguidas con atención por la actual dirección nacional que lidera Pablo Casado. En este sentido, Rajoy tiene claros los peligros de lo que llama "populismo", auténtico eje vertebrador de todo el libro. En esta categoría se incluyen todos los partidos que no son el PP o el PSOE. Es decir, Podemos, Ciudadanos, los independentistas catalanes y Vox.
Rajoy señala en el libro, de forma clara, lo que piensa de la fuerza ultraderechista, al que define como un "partido que presenta los rasgos característicos del populismo". Una advertencia a Casado, sin decirlo expresamente. Algo similar a lo que dijo, en su presencia, durante la Convención Nacional del PP. En aquella ocasión, y al contrario que en el libro, evitó expresamente mencionar la palabra Vox. Casado, por su parte, ha evitado en ocasiones recientes denominar "populistas" al partido liderado por Santiago Abascal.
"Nadie del PP puede compartir el discurso antieuropeo de Vox, ni su política demagógica respecto a la inmigración", opina
El expresidente del Gobierno sí lo hace. Y pone distancia con ellos. "Vox y PP ahora mismo representan dos fuerzas políticas muy distintas. Vox es la versión española de los movimientos nacional-populistas que vemos en muchos otros países europeos. Nadie del PP puede compartir el discurso antieuropeo de Vox, ni su política demagógica respecto a la inmigración, ni su discurso de radicalidad y visceralidad", escribe en el libro, que Público ha podido leer.
Según Rajoy, "es bueno que se vea" que son distintos. Eso sí, destaca que esto no quiere decir "que Vox no pueda apoyar a gobiernos del PP en distintas administraciones". El expresidente no termina de mojarse sobre si más allá del apoyo externo, el PP podría gobernar con lo de Abascal. Tampoco lo aclaró en una entrevista publicada este domingo en El Mundo. "¿Dentro o fuera? Yo quiero un PP con mayoría absoluta y con todos los ministros o consejeros del PP. Pero una cosa es lo que yo quiero y otra cosa es la dura realidad de la vida", dijo.
La previsión de Rajoy, señala en el libro, es que, igual que sucedió con Cs, "más pronto que tarde los votantes de Vox volverán a apostar por el PP". Y pone de ejemplo a Alberto Nuñez-Feijóo, que gobierna "con acierto y templanza" en Galicia, donde Vox no existe. "Como no existió más que con carácter puramente testimonial mientras el PP estuvo gobernando España", añade, sacando pecho de su papel.
Rajoy es claro en el siguiente párrafo sobre el futuro de Vox: "Apostaría que su influencia irá mermando en la misma medida en que se fortalezcan las expectativas electorales del PP. Los votantes de Vox volverán al PP en cuanto lleguen al convencimiento de que el PP es la gran plataforma electoral de todo el centro-derecha español y el partido que tiene posibilidades reales de llegar al Gobierno. También cuando pase la propaganda y puedan ver que, acaso sin demasiado aspavientos, el PP ha sido el que ha defendido de forma más efectiva y contundente la unidad de España cuando esta estuvo amenazada".
Sobre Abascal en concreto hay pocas referencias. De hecho, la alabanza es para el padre del líder de Vox, "una bellísima persona, perseguida vilmente por el terrorismo de ETA". "Los votantes de Vox tienen mi respeto, pero no mi aquiescencia. No voy a decir, como hace la izquierda, que Vox es un partido fascista, porque eso es falso", añade Rajoy.
En otro punto del libro, Rajoy critica duramente un cartel electoral de Vox durante la pasada campaña del 4-M. Aquel en que de manera racista se comparaban los pensionistas con los menores extranjeros. "Era moralmente inaceptable por la manipulación de los datos (...) Establecía un planteamiento maniqueo y una discriminación inasumible en términos éticos entre una jubilada y un menor inmigrante", destaca.
Rajoy Rajoy critica duramente el cartel electoral de Vox en el que se comparaban los pensionistas con los menores extranjeros
El expresidente afea a la ultraderecha, "siguiendo la estela de partidos similares en Europa", que use la inmigración como "materia de confrontación política". "Lo que el dichoso cartel parecía perseguir era precisamente crear un problema donde no lo hay y convertirlo en munición electoral para sus promotores".
Sobre otros "rasgos populistas" de Vox, categoría donde también incluye a Cs, resalta Rajoy la "crítica general a la situación de nuestro país y a los partidos políticos mayoritarios, un adanismo evidente, un intento no menos palmario de monopolizar la honradez y la moral, unos tics ciertamente autoritarios en la vida interna de la organización y una tendencia caudillista muy acusada con los líderes que se sitúan muy por encima de sus organizaciones".
Podemos y Ciudadanos
Sobre Pablo Iglesias y Podemos hay bastantes referencias. Lo considera Rajoy un partido populista, cuya "mejor aportación a la sociedad española han sido sus menguantes resultados electorales". "El tiempo nos ha permitido comprobar que entre las promesas del Iglesias activista y los hechos del Iglesias vicepresidente se generó una distancia tan grande que el Iglesias político acabó naufragando en ella", señala Rajoy.
De Cs critica su "talante inquisitorial" o su "pretensión de monopolizar la moral y la virtud"
"Los ministros de Podemos constituyen un exotismo entre los Gobiernos europeos, una rareza generadora de todo tipo de chanzas y polémicas", señala Rajoy, que califica al partido morado con una fuerza de "inspiración chavista" y lo acusa de "constituir un elemento tóxico para la convivencia".
A Cs le afea sus intenciones de sustituir al PP en "el liderazgo del centro-derecha". Algo que no consiguieron y por lo que Rajoy muestra orgullo. "Cuando yo dejé el Gobierno tenían 105 escaños menos que el PP", recuerda. Al expresidente no le gustaron, y lo deja claro, "los ataques personales, exagerados e impropios de un partido que se decía liberal y de centro". O su "pretensión de monopolizar la moral y la virtud", su "talante inquisitorial y su adanismo evidente". "Demasiado populismo para quienes no deberían haber entrado en esas dinámicas", dice, en cierto modo, decepcionado.
Se despacha a gusto Rajoy con el partido dirigido entonces por Albert Rivera. "Todo en ellos era excesivo y teñido de un aire de superioridad moral frente a los demás. Ese tipo de argumentos tienen una vida muy corta; cualquier bandazo o cambio de opinión no puede percibirse más que como una contradicción en ese discurso moralista. Y bandazos tuvieron unos cuantos", remata.
La sangre con Rivera no termina de llegar al río, al que agradece su lealtad hasta 2017 con el asunto de Catalunya y la aplicación del 155. Y cuenta que se han encontrado tras dejar la política en varias ocasiones. "No sé si la política le volverá a tentar en algún momento. Si así fuera, estoy convencido de que actuará con más serenidad y será más condescendiente y flexible (...) Le deseo lo mejor", concluye. A Rivera y a Iglesias, Rajoy les reconoce el "mérito" de haber sabido crear desde cero dos fuerzas políticas que tuvieron mucha importancia "en su momento". "Podemos y Cs, de alguna manera, también son víctimas de la volatilidad que lleva aparejada la llamada nueva política".
Los partidos independentistas catalanes también son señalados por su populismo, según Rajoy. "El movimiento soberanista catalán es un catálogo completo de todas las trampas dialécticas, incluidas las mentiras más burdas, a las que suele recurrir el populismo para justificar su ataque a las instituciones", dice en las páginas del libro. También los señala como pioneros del "populismo xenófobo".
El 15-M y las primarias en los partidos, también populistas
El libro coincide, y está motivado por ello, con el décimo aniversario de la última mayoría absoluta lograda en unas elecciones generales de este país. En noviembre de 2011, Rajoy obtenía una importante victoria electoral. Meses antes había estallado el 15-M.
"El 15-M supuso la irrupción del populismo en España", considera Rajoy
El expresidente de despacha también a gusto contra el movimiento. Y, claro, también lo califica de populista. "Yo no atribuía a aquellos indignados los rasgos esperanzadores de una regeneración política, siempre pensé que el liderazgo de aquel movimiento lo llevaba la misma extrema izquierda de toda la vida (...) era un movimiento populista con todos los rasgos que definen a este modelo (...) el 15-M supuso la irrupción del populismo en España".
Tampoco se escapan de los calificativos de Rajoy algo como las primarias en los partidos políticos. "La experiencia ha demostrado que tenían mucho más de populismo que de mejora de la calidad democrática de los partidos", afirma. Curiosamente, un sistema que él mismo implantó y de lo que se justifica después por tener una corriente de opinión "abrumadora" en frente. "Cuando uno se queda solo defendiendo una posición debe admitir que acaso esté equivocado y que la mayoría tenga razón", dice al respecto.
En todo caso, por si hubiera dudas o malinterpretaciones, un prudente Rajoy no hace referencias a su propio partido. De hecho, lo ejemplifica con Podemos. "Lo que sucede hoy es que todos los que mandan en los partidos mandan más que los anteriores, se someten a menos controles, deciden sobre todas las organizaciones territoriales de los partidos y algunos incluso nombran sucesores después de fallecidos, en el sentido figurado de la palabra, claro. Vean si no lo que sucedió con el dedo del señor Iglesias, quien, ya retirado, encumbró a las señoras Díaz y Belarra", sentencia. Por si acaso.
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