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El PSOE, ante el reto de gestionar la competición de ERC y Junts y la de Sumar y Podemos para aprobar los Presupuestos

Los socialistas se enfrentan a semanas decisivas para la legislatura con los congresos de los partidos catalanes como telón de fondo. La relación con Sumar y Podemos también se ha deteriorado en los últimos tiempos. 

María Jesús Montero y Félix Bolaños, en el Congreso el pasado miércoles.
María Jesús Montero y Félix Bolaños, en el Congreso el pasado miércoles. Fernando Sánchez / Europa Press

Este viernes comienza en la localidad de Calella (Barcelona) el Congreso de Junts. Carles Puigdemont volverá a ejercer la presidencia del partido catalán y se prevé que se redefina la estrategia. Desde Moncloa y Ferraz miran con atención el cónclave de la fuerza independentista porque son conscientes de que la cita puede condicionar el futuro tanto a corto como largo plazo de la estabilidad del Gobierno. 

Los socialistas llevan meses, especialmente desde las elecciones en Catalunya y la posterior investidura de Salvador Illa, transmitiendo que la competición eterna entre ERC y Junts les afecta. No ocultan que Junts no ha digerido el pacto entre el PSC y los republicanos y que la relación cambió en esos momentos. 

La negociación presupuestaria está en marcha, aunque primero viene el techo de gasto. El propio Pedro Sánchez fue bastante claro al respecto en unas declaraciones realizadas el mes pasado. "No hacemos política sobre el vacío, tendremos que esperar a los congresos de los socios parlamentarios que tenemos", dijo entonces. 

No hay prisas en el Gobierno, según las fuentes consultadas. Se baraja incluso acelerar todo el proceso a partir del mes de diciembre. El último fin de semana noviembre coinciden en el tiempo los congresos del PSOE y de ERC. Los socialistas cuentan con que hay que esperar hasta que se clarifiquen las posiciones. 

"Con Junts el Congreso lo condiciona mucho todo. No es fácil, son exigentes, tienen la espinita de Illa, pero confiamos en que vaya bien. Se condiciona todo pero especialmente en las expresiones públicas", señalan fuentes gubernamentales al tanto de los contactos con el partido de Puigdemont. 

"Con Junts el Congreso lo condiciona mucho todo. No es fácil, son exigentes", señalan en el Gobierno

En este contexto, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado este jueves que tras los procesos congresuales habrá más capacidad para "poner el acento" en la senda de estabilidad y los presupuestos.

"Sostener y mantener que nosotros procuraremos el entendimiento con todas las direcciones que surjan de los procesos congresuales, de estas formaciones y de otras. Nuestro afán siempre es de consenso, de diálogo", ha añadido Montero. 

La "discreción" es el mantra que sigue operando sobre las reuniones mantenidas, o no, con Junts en Suiza. El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, es el interlocutor habitual con Puigdemont y cuenta con buena relación con Jordi Turull según señalan fuentes socialistas. 

En el Ejecutivo apelan a que ellos van cumpliendo los acuerdos y se está comprobando. Un ejemplo de ello llegó este mismo jueves. Gobierno y Generalitat de Catalunya se reunieron para constituir la comisión de seguimiento del convenio para la publicación de normas estatales en lengua catalana, que suscribieron el pasado mes de julio el ministro Félix Bolaños y la entonces consellera catalana de Presidencia Laura Vilagrá.

La creación de este órgano permitirá poner en marcha el convenio, con el objetivo de que el nuevo suplemento en catalán se pueda publicar a partir del próximo 1 de diciembre en el Boletín Oficial del Estado (BOE). 

Sumar y Podemos 

No solo el PSOE tiene el reto de convencer y cuidar por igual a ERC y Junts. Los socialistas ven ciertos paralelismos en la competición en el espacio de la izquierda entre Sumar y Podemos. Las relaciones se han enturbiado durante los últimos días con el miércoles como ejemplo perfecto. 

Desde la fuerza morada se han elevado las exigencias para aprobar los Presupuestos. Exigen la ruptura de relaciones con Israel y una rebaja del 40% en los alquileres. Una propuesta que califican en el Gobierno de "inviable" y de "aspavientos" para querer marcar posición en un espacio político revuelto. La propia Montero acusó a la líder de Podemos, Ione Belarra, de hacerle el juego a la derecha con sus críticas. 

Con Sumar tampoco las aguas bajan calmadas. La alianza puntual del espacio de Yolanda Díaz con el PP para aprobar dos iniciativas parlamentarias molestó, y mucho, en las filas socialistas. Lo dejaron bien claro en las declaraciones públicas realizadas este miércoles. Los socialistas no suelen usar la estrategia de confrontación abierta con sus socios de coalición por lo que las palabras de Montero o Patxi López no pasaron inadvertidas. 

En todo caso en el Gobierno de Sánchez niegan que haya una grieta y enmarcan esta situación en la mencionada competición del espacio por sacar la cabeza. "Sus electorados son exigentes y todos exigen resultados e influencia", reflexionan fuentes gubernamentales. 

La capacidad de resistencia del Ejecutivo vuelve a ponerse a prueba antes de final de año. Todo además en medio de una ofensiva judicial contra Begoña Gómez, la esposa del presidente, o contra el Fiscal General del Estado Álvaro García Ortiz.

A ello se le suman los avances en el caso Koldo y la más que factible imputación del exministro José Luis Ábalos. Por si fuera poco, la dimisión del portavoz parlamentario de Sumar Íñigo Errejón entre acusaciones de violencia machista enturbia un poco más el ambiente. 

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