Este artículo se publicó hace 2 años.
El PSOE obtiene sus peores resultados en Andalucía y pierde 127.000 votos que lo dejan a 28 escaños del PP
Los socialistas pierden por primera vez unas elecciones en la provincia de Sevilla, donde han conseguido cuatro diputados menos que los populares.
Sevilla--Actualizado a
Han sido los peores resultados de la historia del PSOE en unas elecciones andaluzas. Sin paliativos. Ha perdido tres escaños, 3,84 puntos y 127.000 votos con respecto a los comicios de 2018. Se queda muy lejos del PP, a 28 escaños de la mayoría absoluta que han obtenido los populares, lo que le obliga a afrontar una más que complicada legislatura.
En una comparecencia sin preguntas, a las que aseguró que contestará este lunes tras la reunión de la ejecutiva regional, Espadas ha prometido hacer una "oposición útil y contundente", tras una derrota que ha achacado por una parte a la desmovilización del voto de izquierda traducido en una baja participación en los comicios y por otra a la falta de tiempo para preparar su candidatura.
Los resultados de la encuesta de GAD3 para Canal Sur y TVE ya sentaron como un primer mazazo en el hotel de Sevilla donde tiene su sede electoral el PSOE. Quizás el hotel fue elegido como sede por su nombre, Barceló Renacimiento, pero este 19-J no ha habido tal fenómeno, ni artístico ni, mucho menos, político. En vez de haberse producido un renacimiento de la fuerza socialista tras la pérdida del gobierno andaluz en 2019, estos comicios se han convertido en un retroceso todavía mayor para la formación que gobernó esta comunidad durante 37 años consecutivos.
Los 33 escaños que obtuvo el PSOE con Susana Díaz al frente en las elecciones de diciembre de 2018 habían sido su peor resultado de la historia autonómica andaluza, nueve parlamentarios menos de los que había conseguido en los comicios de 2015, pero ese no era el suelo electoral. Algo peor estaba por llegar.
Y eso ha llegado tres años y medio después, con un nuevo candidato al frente, Juan Espadas, el exalcalde de Sevilla que partía con dos notables dificultades: desconocimiento de su figura en el resto de la comunidad andaluza y haber asumido el liderazgo de su partido con la legislatura ya muy avanzada y sin presencia en el Parlamento.
El vuelco ha sido más que notable. Del algo más de un millón de votos que el PSOE logró en las elecciones de 2018, que representaban el 27,94% de los sufragios, más de siete puntos por encima del PP, se ha pasado a un triunfo popular rotundo, el segundo que consigue en esta comunidad después del que obtuvo Javier Arenas en 2012, pero aquel sin brillo, porque no tenía mayoría parlamentaria para gobernar.
Lejos de incrementar su presencia en el Parlamento andaluz, los socialistas han perdido tres escaños y se quedan nada más y nada menos que a 28 diputados del PP, al que en 2018 habían sacado siete parlamentarios de diferencia. Un vuelco difícil de digerir para un partido tan acostumbrado a ganar en esta comunidad.
El índice de participación no ha ayudado tampoco al partido socialista. La abstención de miles de votantes de anteriores elecciones que en 2018 se quedaron en casa ya había sido determinante para que, aun habiendo ganado los comicios, perdiera el gobierno después de cerca de cuatro décadas al frente de la Junta. En las elecciones de este domingo la participación ha sido similar y eso supone que la movilización del electorado que han promovido desde la izquierda para buscar un vuelco también ha fracasado.
La primera derrota electoral en la provincia de Sevilla
El PSOE pierde también por primera vez en la provincia de Sevilla, su histórico bastión, la ciudad de Felipe González y Alfonso Guerra, donde han ganado todas las elecciones convocadas. Con cerca del 95% escrutado, los socialistas se quedan en segunda posición, con 123.000 mil votos y cuatro escaños menos que los populares.
En otras provincias, los socialistas también se han llevado un varapalo. Han sido en todas segunda fuerza, por detrás del PP. En Almería, se han quedado tres diputados por debajo del PP; en Cádiz, se han quedado a cinco escaños; en Córdoba, a cuatro; en Granada, a dos, igual que en Huelva y Jaén, y a seis en Málaga.
Con estos datos, el ambiente en la sede electoral socialista ha sido nulo, al albur de un escrutinio que ha ido en contra casi desde el principio y cada vez más negativo a medida que avanzaba el recuento de los votos. Por la sala de prensa se han dejado ver el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Gómez de Celis, la eurodiputada Lina Gálvez y poco más, hasta que ha comparecido Juan Espadas cuando el escrutinio ya no dejaba ninguna duda a la severa derrota.
El que fue candidato a las primerias del PSOE andaluz Luis Ángel Hierro, catedrático de Economía Pública de la Universidad de Sevilla, ha afirmado a través de su cuenta de Twitter que el 19-J es "la mayor debacle de la historia del PSOE de Andalucía" y que, por esa razón, Espadas y su ejecutiva "deben asumir su responsabilidad y dimitir". "No podemos perder ni un solo día en la reconstrucción del PSOE de Andalucía", ha añadido.
En su comparecencia, Espadas ha prometido ejercer una "oposición útil y contundente". "Voy a estar los próximos cuatro años defendiendo los intereses de andaluces como jefe de la oposición", ha dicho el dirigente socialista andaluz, que recordó que ya vivió en 2011 algo parecido cuando perdió las elecciones municipales de Sevilla, ciudad de la que fue alcalde tras los siguientes comicios. "Estoy convencido de que dentro de cuatro años el PSOE volverá a ser partido de gobierno en Andalucía", ha añadido.
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