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PSOE y Cs escenifican su idilio a cuenta de la reforma laboral

Unidas Podemos rechaza la geometría variable y llama a su socio a evitar que la legislatura vire a la derecha toda vez que augura un acuerdo con los aliados del Gobierno en esta materia.

La presidenta nacional de Cs, Inés Arrimadas, en un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.  Fernando Villar. / EFE

El acuerdo para la reforma laboral parece que está cada vez más cerca a escasos días de que el real decreto ley sea examinado por el Pleno del Congreso. La maraña de declaraciones cruzadas sigue y, a pesar del recelo de Unidas Podemos y los socios de la investidura, el PSOE y Ciudadanos (Cs) han escenificado este martes su cercanía e idilio en la Cámara Baja.

En primer lugar, desde el partido naranja se han mostrado confiados en que esta semana puedan cerrar el pacto con el Gobierno de Pedro Sánchez para apuntalar su apoyo a la reforma. A reglón seguido, los socialistas han reiterado su voluntad de que el texto en material laboral sea convalidado el próximo jueves 3 de febrero en "los términos alcanzados en la mesa de diálogo social".

Cabe recordar que esta escena de sintonía, precedida por otros gestos en las últimas semanas, se produce un día después de que la presidenta nacional de Cs, Inés Arrimadas, presionara junto al presidente de la patronal, Antonio Garamendi, para que no se tocara "ni una coma" del acuerdo logrado por Yolanda Díaz junto a los agentes sociales.

En este sentido, el portavoz parlamentario Edmundo Bal ha reiterado esa posición y ha confirmado que las conversaciones con el grupo socialista, con Héctor Gómez a la cabeza, son fluidas. En este sentido, ha señalado que esperan que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, los llame definitivamente en los próximos días.  

"Sánchez tiene que elegir entre nosotros y los radicales, igual que con los Presupuestos. Tendrá que elegir entre ERC y PNV, que pedirán concesiones", ha afirmado Bal. "No es de extrañar que nos tengan miedo", ha añadido en referencia a las declaraciones realizadas por los dirigentes de estos partidos en los últimos días sobre la posibilidad de que Cs apoye la reforma laboral. "No es nuestra reforma pero no permitiremos que ERC, Bildu y demás la empeoren", ha insistido. 

Fuentes de Cs destacan a Público que dan por enterrada la vía de los socios habituales para que salga adelante la reforma. La manifestación convocada por EH Bildu sería una buena muestra de ello. Además, consideran que "el PP se ha equivocado" con su negativa tajante. En todo caso avisan de que este acuerdo será puntual y que irán "ley por ley". Cs se ha mostrado, por ejemplo, contrario a la ley de Memoria o la ley de Vivienda impulsadas por el Gobierno. 

Divergencias en el seno del Gobierno

Asimismo, el portavoz socialista, Héctor Gómez, ha destacado en una rueda de prensa que el decreto ley de la reforma laboral "no es un punto y final" en el marco de la modernización de las relaciones laborales, ya que el Gobierno "está comprometido a ir actualizándolo" a lo largo de la legislatura.

Si bien ha recalcado que estas posibles reformas no se llevarán a cabo como contrapartida para recibir el apoyo de otros grupos, sino a través de nuevas leyes, como en su día lo fueron la ley rider, la del teletrabajo o la de Formación Profesional.

Esto es, el PSOE cierra la puerta a introducir más adelante las peticiones de los grupos que sostienen al Gobierno en el Congreso, como ERC, EH Bildu, PNV, Más País y Compromís, por medio de nuevos decretos u otros acuerdos, como la prevalencia de los convenios autonómicos. Asimismo, ha insistido en que la voluntad del Gobierno pasa por contar con el mayor número de apoyos a dicha reforma.

Pero estas declaraciones vuelven a contrastar con el otro alma del Ejecutivo de coalición, Unidas Podemos. Así, el presidente del grupo parlamentario morado en la Cámara Baja, Jaume Asens, ha reiterado el compromiso de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de apostar por la mayoría progresista toda vez que ha rechazado la geometría variable.

"No hay alternativa al bloque de investidura: ni por las intenciones reales de Cs ni porque no suma. Y si sumara, nos preocuparía porque hay que evitar que la legislatura vire a la derecha", ha señalado tajante al ser preguntado por la posibilidad de que los socialistas y la formación naranja lleguen a un acuerdo en esta materia.

También, ha compartido el optimismo del PSOE de cara a la aprobación de la reforma, pero por medio de la vía de los socios del Ejecutivo. "Hay margen para llegar a un acuerdo, que puede pasar por impulsar una agenda legislativa posterior. Hemos cumplido siempre nuestra palabra y no entendemos que Rufián diga que no se fía de nosotros", ha aseverado en una rueda de prensa en la que ha apelado en varias ocasiones a los republicanos.

"Vamos a escuchar lo que diga ERC, pedimos a ERC que escuche lo que digan los sindicatos. Que escuche también a sus electores. Le recordamos también que quedan dos años de legislatura y este no va a ser el único acuerdo importante al que vamos a llegar en materia laboral. No se agota la agenda legislativa del Ministerio de Trabajo y hay mucho campo por recorrer", ha ahondado Asens.

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