El PSOE apunta a octubre para la investidura de Sánchez en un calendario con poco margen
El Partido Socialista no quiere alargar más de la cuenta la negociación para la amnistía con los partidos independentistas.
Madrid-Actualizado a
"Las negociaciones de verdad empezarán tras el intento de investidura de Núñez Feijóo". Es lo que deslizaba el entorno de Pedro Sánchez estos días atrás, cuando todavía "el tiempo de Feijóo". Pero ese escenario ya se ha agotado, o, al menos, está visto para sentencia. Ahora, es la investidura de Pedro Sánchez la que ocupa el centro del tablero político y fuentes cercanas a la dirección socialista confirman a Público que la formación está pensando en alguna fecha a mediados de octubre.
Sánchez ha confirmado en un encuentro, este jueves, con eurodiputados socialdemócratas de varios partidos europeos en un acto celebrado en Madrid, que habrá investidura "en poco tiempo".
Aún no hay nada cerrado, pero los acontecimientos empezarán a desencadenarse una vez la presidenta del Congreso, Francina Armengol, comunique al rey Felipe VI el resultado de la investidura de Feijóo. Tal y como adelantó ayer este medio, la intención de Armengol es visitar Zarzuela el propio viernes por la tarde, si la agenda del jefe del Estado lo permite. A partir de ese punto, el rey podrá volver a convocar una ronda de consultas para proponer a un nuevo candidato.
No hay intriga. Solo Pedro Sánchez puede llegar a obtener los votos necesarios para ser investido presidente. Además, es el líder con la segunda lista más votada el 23J. Una vez el rey lo haya propuesto, el candidato socialista y la presidencia de la Cámara baja acordarán una fecha para las sesiones de investidura, igual que ocurrió con Alberto Núñez Feijóo.
Dos grandes preguntas rodean, en estos momentos, al PSOE. Una tiene que ver con la amnistía. No tanto acerca de si en Ferraz están dispuestos a concederla, como en cuanto a las condiciones; a la fórmula. Varios diputados socialistas han señalado, en los tiempos muertos de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, que, en las negociaciones, tienen que ceder todas las partes. También Junts per Catalunya.
La otra cuestión que se mantiene en el aire es la fecha del debate de investidura de Pedro Sánchez. La intención es no esperar demasiado, así lo sugieren fuentes socialistas: "Mediados de octubre", sin entrar en fechas concretas. Ese marco temporal evitaría unas conversaciones eternas con la amnistía, un asunto delicado para la opinión pública, copando todos los titulares. Sin embargo, tiene una contrapartida.
Pedro Sánchez tiene hasta el 27 de noviembre para ser investido. El Reglamento del Congreso de los Diputados establece el límite de dos meses desde la primera votación del primer debate de investidura, que, en este caso, tuvo lugar el 27 de septiembre. El texto también concreta que el proceso de investidura se puede repetir tantas veces como sea necesario para que un presidente pueda ser investido en ese plazo. Por eso, una fecha demasiado pronta para el debate entraña el riesgo de que la tumbe alguno de los actores implicados en la negociación, consciente de que existirán nuevas oportunidades. Si la fecha se coloca a finales de noviembre, en cambio, no existiría ese margen.
Cábalas en un octubre complicado
Si, efectivamente, el PSOE termina, como apuntan las fuentes, situando a mediados de octubre la investidura, no existen muchas opciones. La primera sería la semana del 9 al 13 de octubre, pero las sesiones quedarían partidas por el día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre, y demasiado cerca del acto contra la amnistía de Barcelona, que se celebrará el domingo, día 8. En cualquier caso, no es descartable que se pueda llevar a cabo durante esos días.
No obstante, la siguiente semana —la del 16 al 20— parece una opción más cómoda, entre otras cosas porque ya habrían pasado 12 días desde la celebración de esa manifestación, a la que, por cierto, asistirá la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Pero antes hay que negociar. En Ferraz son claros. "Queremos el sí de Junts". Es una forma de darle consistencia al Gobierno. Es cierto que el escaño de Coalición Canaria sigue bailando y que, si Sánchez logra sumarlo a la causa, una abstención de JxCat sería suficiente. Pero en Ferraz prefieren la fotografía de 178 —o 179— síes.
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