Vuelco demoscópico en el primer barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas en el año 2024. Un vuelco, además, en dos sentidos. Por un lado, tras la investidura de Pedro Sánchez y la conformación del Gobierno de coalición, el organismo sitúa de nuevo a los socialistas en cabeza en estimación de voto, por delante de un PP que retrocede.

Por otro, el estudio del mes de enero del CIS recoge por vez primera los efectos demoscópicos de la ruptura entre Sumar y Podemos, tras la salida de los de Ione Belarra del grupo parlamentario plurinacional y su paso al Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados.

Los socialistas vuelven a situarse en cabeza después de varios meses consecutivos en los que el Partido Popular se impuso en las encuestas del CIS (durante la negociación de la ley de amnistía y de la investidura de Sánchez).

El barómetro recoge una estimación de voto del 34% para el PSOE, una de las cifras más altas para los socialistas desde la campaña del 23J, el pasado verano. Tras la conformación del Gobierno de coalición, los socialistas ganan más de dos puntos respecto a la anterior encuesta. También se sitúan por encima del Partido Popular en intención directa de voto (o voto directo en la encuesta), con un 24,7%.

El PP pasa a ser la segunda fuerza y se deja más de un punto respecto a al barómetro de diciembre, el último del 2023. Los de Alberto Núñez Feijóo obtienen una estimación de voto del 32,1% (respecto al 33,2% de la última encuesta). Su intención directa de voto se sitúa en el 23,5%.

Desgaste de Sumar y un Podemos por debajo del 3%

Más allá de los dos principales partidos también hay algunos cambios. El primero se aprecia en Sumar, ya que el CIS de enero recoge el desgaste que los de Yolanda Díaz han sufrido tras la salida de Podemos al Grupo Mixto en el Congreso y la ruptura entre ambos espacios.

La coalición liderada por la vicepresidenta segunda retrocede en más de dos puntos respecto a las últimas estimaciones del 2023 y cae por primera vez por debajo del 10%. En concreto, obtiene una estimación del voto del 9,7% con una intención directa de voto del 7,3%.

Irrumpe en las encuestas del CIS por vez primera desde la firma de la coalición con Sumar para el 23J Podemos, que obtiene una estimación de voto del 2,7%, una cifra que está por debajo del 3% que la ley electoral exige como mínimo para que una formación entre en el reparto de escaños (con todo, estar por debajo de un 5% a nivel estatal hace muy difícil poder obtener representación a la hora de convertir votos en escaños). La intención directa de voto de los de Ione Belarra es del 2,2%.

Pese a la ruptura entre estos dos espacios y el desgaste asociado, la coalición Sumar se mantiene por delante de Vox en sus expectativas electorales. La ultraderecha sigue perdiendo enteros, por debajo del 10% y sin visos de poder remontar; con una estimación de voto del 8,3% y una intención directa de voto del 6,1%, los de Santiago Abascal son la cuarta fuerza de la encuesta.

En diciembre Vox ya había roto su suelo al alcanzar el peor pronóstico de su historia con un 8,5%, dejándose por el camino más de un punto y medio en un solo mes. En Catalunya, ERC se mantiene por delante de Vox por la mínima, lo mismo que sucede con EH Bildu respecto al PNV en Euskadi.