El grupo Popular en el Parlamento de Galicia ha rechazado una propuesta del PSdeG para paralizar el proyecto de senda peatonal que construye la Xunta en el municipio ourensano de Esgos, y que une la vivienda del presidente de la Diputación de Ourense y del PP de la provincia, Manuel Baltar, con las de varios de sus familiares cercanos. Entre ellos la de su padre y antecesor en ambos cargos José Luis Baltar.

"Es un caso de malversación de caudales públicos, parece un favor a cambio de facilitar la elección de Rueda", como líder del PP gallego, asegura el diputado socialista Pablo Arangüena, autor de la iniciativa.

La Consellería de Infraestructuras e Mobilidade de la Xunta destinó hace unos meses 1,1 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) para construir sendas peatonales en dos tramos de una carretera rural del municipio ourensano de Esgos. Uno de ellos está  situado justamente frente a los chalés de Baltar, su padre y su familia política.

"En una carretera que tiene 71 kilómetros [la OU-536, que une Ourense con Pobra de Trives], únicamente van a ser peatonalizados tres kilómetros, uno  ellos exactamente frente a las viviendas y propiedades del presidente de la Diputación de Ourense, de su padre, de su cuñada y de la familia de su mujer, y también frente a la nave donde el expresidente de la Diputación almacena su fantástica colección de 100 coches clásicos", añade Arangüena, quien califica la obra de "ejemplo del poder que tiene esa mafia en el Gobierno de Galicia".

Esgos es un pequeño municipio a 18 kilómetros de  la capital provincial, donde  además Baltar es concejal. Según la Xunta tiene 1.300 habitantes, aunque el PSOE asegura que sólo hay 700 residentes permanentes y que en el tramo que se va a peatonalizar "sólo viven los Baltar y cuatro personas más".

Con el dinero destinado a esa obra, asegura el diputado socialista, se podría construir "un Centro de Día para atender a la población envejecida de un municipio cuyo ayuntamiento tiene un presupuesto no llega al millón de euros". Precisamente, añade el portavoz del PSdeG, en un momento en el que "las familias de Ourense están sufriendo, como tantas otras, los efectos de una crisis energética que afecta a toda Europa y del mayor nivel de inflación desde los años 80".

Público ha pedido al presidente de la Diputación de Ourense su opinión sobre esas críticas, pero su equipo de comunicación ha respondido que Baltar no haría declaraciones sobre ese tema. Este diario también solicitó una valoración de la Consellería de Infraestucturas, que dirige Ethel Vázquez y que se remitió a lo expresado en una comparencia en el Parlamento de Galicia del director de la Axencia Galega de Infraestructutas, Francisco Menéndez, quien aseguró que la Xunta somete a criterios técnicos objetivos todas las decisiones de inversiones que realiza y que el proceso de selección de sendas se estructura a partir de esos estudios, con consultas a las administraciones implicadas y con procesos de información pública para que cualquier ciudadano acerque sus propuestas.

El presidente de la Diputación tiene su chalé en una gran finca con piscina, jardines, pista de tenis y parque infantil, a la que se accede desde la carretera donde se van a construir las sendas peatonales. Según la asociación Ribeira Sacra Denuncia, cerca del palacete de Baltar está la vivienda de la familia de su esposa, y al otro lado de la carretera, a unos 150 metros de distancia, la vivienda de su cuñada, junto a la que se ubica la casa de su padre y la nave de más de mil metros cuadrados donde éste guarda los coches antiguos que fue coleccionando durante los veinticinco años que estuvo al frente de la Diputación y del PP ourensano.

Según puede observarse en los planos del proyecto, la senda peatonal que la Xunta va a pagar con fondos de la Unión Europea empieza justo en el chalé de Baltar padre, pasa frente a la de su cuñada y llega hasta las de Baltar hijo y sus consuegros.

Las sendas ocuparán 4.700 metros cuadrados de terreno, se construirán en hormigón de color y tendrán un ancho mínimo de dos metros. Además, se levantará una cuneta de separación de la carretera con revestimiento y perfil de seguridad, bordo y vegetación natural para separar el tráfico rodado de los peatones. También se levantarán cunetas de seguridad y se harán trabajos de drenaje, reposición de servicios afectados y preinstalación de alumbrado público, y se instalarán cuatro marquesinas "para garantizar una espera más confortable a los vecinos que se desplazan en transporte público, según la Xunta.

Cada kilómetro de senda costará 366.666 euros, y obligará a estrechar los carriles de la carretera, lo que, según algunos vecinos, representa además un riesgo para la seguridad dada la intensidad de tráfico en esa vía.

Ethel Vázquez presentó el proyecto en un acto a pie de obra al que asistió Baltar y que se celebró el pasado lunes 18 de abril, justo después del fin de semana en el que Feijóo y Rueda negociaron con él su apoyo al segundo como sucesor al frente de la Xunta y del partido en Galicia.